16- SOLIDARIDAD DE HERMANAS.

Por la tarde, después de comer, se escuchó el timbre de la puerta, Myriam dijo: yo abro.

Regina, creo que te buscan.

No, en realidad vengo a hablar contigo, dijo Damián.

Conmigo?, creo que tú y yo no tenemos nada que hablar.

Creo que sí, salgamos un momento.

Ahora vuelvo Mamá. No tardo.

Está bien, contestó Juliana.

Myriam cerró la puerta tras ella, y caminaron.

Quiero pedirte una disculpa, he sido demasiado grosero contigo, yo no soy así, aún no se lo que me pasó.

Mira Damián, te agradezco mucho que te disculpes, pero estoy muy ofendida, ya que con tu actitud, te llevaste por delante a Briseida, ella no tiene ninguna culpa.

Lo que deseo es que aceptes mi disculpa.

Lo único que yo espero, es que no vengas a disculparte por la exigencia de Regina.

La verdad, si fué una condición que me puso Regina. Pero no quiere decir que sea falsa, si deseo que me brindes tu perdón.

No Damián, si lo tuyo fuera espontáneo, sería sincero. Pero lo haces por conveniencia. Es decir, para reconquistar a mi hermana. Con permiso, tengo que atender a Briseida. Hasta pronto.

Damián se quedó ofuscado, bueno, qué es lo que quieren que haga?.

Que seas honesto, Damián. Solo eso.

Al entrar, Regina casi choca con su hermana: Qué pasó?.

Ten cuidado Hermana, Damián no es sincero, se disculpó por que tú se lo exigiste. Eso no es ser honesto.

Gracias por la advertencia, Myriam. No se que le pasó.

Lo siento por el. No puedo creer que sea tan falto de tacto.

Bueno, voy a hablar con el.

Regina salió, y encontró a Damián con una sonrisa. Damián, yo creí que tenías sentido común, pero veo que no. Hubiera sido muy diferente si tus disculpas fueran sinceras, pero lo primero que haces es decirle a mi hermana que le pides disculpas por exigencia mía. Por favor Damián, en que cabeza cabe. Con permiso, tengo mucho que hacer. Adiós Damián.

Regina volvió a casa, bastante molesta, al entrar, la recibió su Mamá. Todo bien Regina?.

Si, o mejor dicho, no. Damián de repente comenzó a caminar hacia atrás y su retroceso no parece tener fin.

Pues piénsalo muy bien, Regina, en esas circunstancias, no tienes futuro al lado de ese muchacho.

No hay reconciliación, Mamá, no mientras no recupere la cordura.

Haces bien, hija. Lo primero es el apoyo entre hermanas. Me da mucho gusto que hayas aceptado desde el primer momento a Myriam, a pesar de las circunstancias.

Qué nos pasó, Mamá?. En qué nos equivocamos?.

Eso se lo debes preguntar a Damián.

No se si vuelva a tener oportunidad de hacerlo, lo acabo de despedir allá afuera.

Creo que eres demasiado dura con él.

Mamá, ni siquiera se ha disculpado con mi hermana, mientras no lo haga, no hay nada conmigo.

Juliana, fué a buscar a Briseida. Haber, pequeña, tienes que dejar que Myriam haga su tarea escolar, vamos a mi habitación.

Gracias Mamá. Eres la mejor.

Vamos hija, no es para tanto. Solo trato de que las cosas sean más fáciles para ti.

Regina llegó a la habitación de Myriam, hermana, tenemos mucha tarea. Que tal si vamos a la mesa del comedor. Claro, voy a preparar mis cosas.

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