Capitulo 12

Laura:

Ceci me miraba por el espejo esperando saber por mi misma lo que había sucedido realmente, acaba de terminar de darme la ducha después de pasar con mi abuela y asegurarme que ella ya estaba descansando.

Ceci: Laura… ¿Qué sucedió realmente cuando subiste al departamento de Erick?

Cerré los ojos negando con la cabeza, los abrí ahora húmedos de las lagrimas contenidas, me levanté sin dejar que termine de cepillar mi cabello, subí a la cama como una niña pequeña que se sentía castigada después de hacer todo mal. Levanté mis piernas abrazando dejando caer mis lagrimas. Ella sin perder el interés se acercó sentandose sobre la cama, reposó su mano en mi rodilla acariciando donde tenía las marcas del cinturón que mi papá había alcanzado de darme.

Ceci: Tu papá siempre es injusto contigo. ¿Por qué no le dijiste?

Laura: ¿Para que? Tiene a Erick como un Dios, todo lo que él hace está bien, todo lo que él dice, es perfecto… soy la mala del cuento y quiero que así se piense.

Ceci: No Laura, no eres mala, no dejes que los otros piensen que fallaste… ¿Qué sucedió Laura?

Bajé la mirada, apreté con fuerza mis piernas dejando recorrer mis lagrimas, tragué saliva…

Laura: Erick se enteró como te dije lo de don Elías, me llamó para decirme de cosas que soy una interesada y muchas ofensas horribles como de costumbre, le dije que no lo había aceptado, me dijo que no quería verme en la noche, pero te consta, te consta que nunca acepté la propuesta de don Elías por respeto a Erick y a Nubia que no… no me gustaría que pensara que su padre tiene algún interés por mi. La verdad no quería que se molestara, quería que Erick celebrara conmigo mi titulación, que le diera el valor que le di cuando él recibió su titulación, por eso te pedí que me llevaras a su apartamento.

(Escuchen: In the Arms of the Angel, Sarah Mclean)

Aparté mis lagrimas tomando la mano de Ceci que buscaba la mía, apretó con fuerza.

Laura: cuando nos aparcamos me sentí emocionada por que le daría la sorpresa que estaba allí, subí tanto que necesitaba verlo, abrazarlo decirle que se calmara, abrí la puerta con mucho cuidado cuando vi en la mesa que había velas aromáticas que tanto odia, dos platillos y dos copas, fui hacia el área de las habitaciones donde… aayy… ayyy amiga… escuchaba los gemidos de otra mujer pidiendo que se lo hiciera como a ella le gusta, él le contestaba que si quería duro… No aguanté mas, arrojé la llave de su departamento y salí corriendo, por eso cuando te vi quería irme de inmediato, en todo el camino estuve pensando en la manera de como me las tendría que pagar, claro… estaba dolida, desesperada en saber que Erick me engañó como un vil cobarde.

Ceci: Erick no te merecía… nunca te mereció…

Me soltó de la mano levantándose, sostuvo su celular buscando algo, lo giró mostrándome imagen de Erick con la mujer, la misma que había visto.

Ceci: ¿Con ella lo viste?

Asentí con la cabeza. Tampoco podía mentir cuando Ceci ya sabía la verdad.

Laura: ¿Dónde… las…

Ceci: Mi nana los vio, apenas hoy que vino Erick a gritarme de lo que habías hecho me lo contó, pedí que me mandara las fotos, cuando las vi, no lo podía creer, pero quería saber que tú ya lo sabías antes de decirte. No me gusta verte de esta manera y menos por Erick que no lo vale.

Se acomodó en la cama dejando su celular en la cama, bajé mis piernas cruzando, tomé su móvil mirando cada una de las fotos, donde no eran la traición que me dolía, sino que se trataban de estas dos personas.

Ceci: Laura… ¿Qué pasó con Dan?

Rodé los ojos dejando el celular encima de la cama, bajé dando pequeños brincos hasta que mis pies tocaron el piso… negué con la cabeza, dejé reposar mi cuerpo cerca de la venta, Ceci se levantó dando pasos rápidos, abrió las ventanas saliendo al balcón… reposé mis manos en el barandal sintiéndome peor de lo que Erick me había hecho.

Ceci: ¿Lauriiis?

Laura: Resultó tremendo patán.

Ceci: Lo vi muy atento.

Asentí con la cabeza respirando profundamente, la miré fijamente a los ojos, al menos que mi mejor amiga supiera la verdad.

Laura: Me acosté con él.

Ceci: aaaahhhhhhhh…

Levantó sus manos abrazando con fuerza como si lo que hubiera hecho estuvo bien…

Ceci: al menos no te quedaste con las ganas, cuéntame… cuéntame…

Negué con la cabeza con una sonrisita divertida, apartaba mis lagrimas, se sentó en una de las sillas del balcón…

Ceci: quiero saber todo… ¿Cómo fue?

Laura: fue muy considerado, todo, estuvo bien, claro que tenía nervios, era la primera vez que hacía el amor con un desconocido.

Ceci: ¿Qué importa eso? Dan estaba como quiere una.

Laura: Fue tierno, todo un caballero y besa… como los dioses. El único detalle.

Ceci: No me digas, ¿es casado?

Laura: No lo sé, pregunté si tenía novia y me dijo que no…

Ceci: Entonces vamos a volver a verlos en el mismo antro.

Laura: No, claro que no… al final cuando desperté me dejó esto.

Entré a la habitación, tomé mi jeans sacando la carta y el cheque de mi bolsillo. Salí al balcón viendo lo intrigada que estaba Ceci… Se lo entregué, ella abrió el cheque que al ver la cantidad se quedó boca abierta tan lela como yo.

Ceci: 50 mil dólares. ¿Por qué?

Laura: lee la carta.

La abrió desesperadamente… tragó saliva empezando a leerla

Carta:

“Si estás leyendo esta carta, es por que es hora de agradecerte por la excelente noche que me hiciste pasar, entiendo que no esperabas ver la cama vacía, pero la vida es así, agradezco que te hayas cruzado en mi camino, me hacía falta darme cuenta de lo que pasa en mi vida… Laura, espero que no sigas en ese oficio de la vida fácil, no eres para tener que estar vendiéndote ante ningún hombre, vales mucho y eres hermosa, espero tomes en cuenta mis palabras, hiciste un excelente trabajo. Ser dama de compañía no es para ti… Estas a tiempo de enmendar tu camino, no vale la pena que pases con varios hombres por dinero, hoy uno, mañana otro, no lo digo por querer que pienses que debo tomar decisiones por ti, pero trabajar dignamente es lo que una mujer como tú debes hacer, te dejo tu pago dentro del sobre”

Ceci: Pero que idiota miserable… ¿dama de compañía nosotras?

Levanté los hombros sentándome junto a ella, la miré levantando una ceja.

Laura: él pensó que al estar en ese antro, éramos dama de compañía. Ahora que recuerdo Ceci, habían parejas besándose por todas partes, otros contra otros y se tocaban de manera terrible.

Ceci: ¿Qué tratas de decir?

Laura: No lo tengo aun claro, pero ese lugar no era un simple antro para bailar.

Ceci se levantó de un tremendo salto, tomó mi mano corriendo entrando a la habitación, salimos corriendo hacia la suya que abrió de un fuerte empujón la puerta, se fue a su escritorio tomando su portátil, la dejó sobre la cama y las dos nos quedamos de rodillas mientras Ceci buscaba el nombre del antro.

Ceci: Nesser… aquí está.

Las dos nos acercamos más leyendo toda la información que tenía del antro, tal cual, se decía que había sido inaugurado hace 3 semanas bajo el mando de unos hombres que no tenía nombre, las dos llevamos la mano hacia nuestros labios al leer lo que decía:

“Antro Nesser, mejor conocido por una vida nocturna donde las mujeres de compañía se han manifestado de manera clara y segura para caballeros que buscan compañía donde solo se puede llegar por invitación, la paga para las chicas van arriba de los 5 mil dólares por noche, una manera elegante de ejercer la profesión más antigua de todos los tiempos”

Bajó lentamente la tapa.

Laura: Estuvimos en un lugar indecente sin saberlo.

Ceci: No se puede entrar sin invitación, Nubia nos dio la invitación y claro ella nunca llegó.

Laura: No creo que sepa.

Ceci: Por favor, cuando le pregunté sobre por que no acudió me dijo que era por una fiesta de negocios de su padre y ella tuvo que acudir, pero creo que no es así. Nos mandó a ese lugar sin importarle nuestra seguridad.

Laura: Igual lo estuve pensando.

Ceci: NO LO PUEDO CREER.

Me puse de pie cubriendo su boca, no quería que despertara a su nana y menos a mi abuelita.

Laura: Baja la voz.

Ceci: Es que si no lo saco, reviento… claro, por eso esos hombres fueron lindos en todo momento con nosotras, recuerdas que Dan y su amigo estaban buscando mujeres de la parte de arriba.

Ahora que lo recuerdo Ceci tenía toda la razón, su amigo nos mandó bebidas pero Dan se veía demasiado serio. Dejé caer mi cuerpo sobre la cama, ahora era lo que menos tenía que pensar, ya no valía nada de eso la pena… Ceci dejó caer su cuerpo a mi lado juntando su cabeza con la mía.

Ceci: Nos toca haber aprendido de esta manera.

Laura: Ceci…

Ceci: ¿si?

Laura: Quiero hablar con don Elías, no puedo quedarme sin esa oportunidad, quiero llevarme lejos a mi abuelita, que esté por todos lados conmigo.

Ceci: No es mala idea… pero hay que aclarar muchas cosas… ¿No crees?

Laura: lo de Erick prefiero dejarlo por la paz, no pienso regresar con él, menos ahora que si quiero tomar la oferta de don Elías.

Ceci: Si, Erick dice algo. Todo para perjudicarte.

Laura: Se le olvida a Erick que gracias a mi tiene ese empleo, además no puedo depender todo el tiempo de mi abuelita, ella necesita estar tranquila.

Levantó su mano al aire, entrelacé mis dedos con los de ella, riendo un poco, después de sentirme morir, Ceci estaba a mi lado.

Ceci: También hay que dar con Dan y su amigo, sería padre saber un poco de esos hombres.

Laura: Nunca aparecerán, es más sus empleados de la casa, me dijeron que se fueron. Todo lo ven a través de sus empleados.

Ceci: Amiga… amiga, te falta conocer más mundo. Podemos dar con él. Para eso están los detectives o lo que sea… ¿Además como va a pensar el idiota que eres dama de compañía?

Laura: Estábamos en un lugar de esos, es normal.

Ceci: No importa desde mañana empezamos a formar nuestras vidas, jajaja, tenemos que salir de esta, además yo tendré que estudiar mi especialidad sola, no, quiero que también tengas esa oportunidad, si don Elías se arrepiente, sabes que mis papás igual estaban dispuestos para ayudarte en la beca de especialidad.

Prefería aceptar la ayuda de Ceci, pero en este momento, sentía ganas de demostrarle a Erick que su pensar de mi, no me importaba, así que la ayuda de mis estudios vino del mismo Don Elías y con él lo veré, además es mejor para demostrar que no hay ningún interés más que superarme, no me importa si le parece o no. Se hará a mi manera.

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Laura

Ceci

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