Capitulo 7

Laura:

Abrí mis ojos lentamente pasando mi brazo hacia un lado mío, giré un poco el cuerpo mirando que Dan ya no estaba a mi lado, me levanté con un poco de trabajo, aun no me despertaba por completo, pasé la mirada hacia alrededor mío, había ropa en uno de los sillones, no veía mi vestido ni nada de lo que había traído puesto, jalé la sabana cubriendo mi cuerpo aun desnudo… sonreí avergonzada con lo sucedido… bajé de la cama sin soltar la sabana… fui directo hacia el gran ventanal, removí las persianas que cubrían el ventanal dejando ver que ya no había ni un solo auto aparcado, no tenía idea de la hora que sería. Respiré profundamente soltando la persiana, se veía toda la habitación completamente ordenada, como si no hubiera pasado nada durante la noche… solté la sabana dejando caer en el piso, miraba fijamente el espejo, pasé mis dedos suavemente a cada una de las marcas que tenía de los besos y los mordiscos que me había dejado, negué con la cabeza, tenía que darme una buena ducha, aunque no me sentía segura de hacerlo en este lugar que no lo conocía.

Laura: Mejor cuando llegue a casa.

Tomé la tanga de encaje, lo bueno es que estaban nuevas, arranqué la etiqueta mirando el precio…

Laura: Santos cielos, tanto por una tanga…

La extendí en el aire viendo que solo era encajito, no tenía en lo particular, no me quedaba de otra más que ponerla. Lo mismo con el sujetador a juego, parecía que este hombre si tenía conocimiento de lo que usa una mujer… reí un poco como tonta, terminé de ponerme la playera corta y los jeans, hasta había unos flats que hacía juego con la playerita amarilla pastel. Fui directo al espejo.

Laura: Todo parece nuevo…

Sostuve el cepillo pasando sobre mi cabello, seguro que en alguna parte de esta mansión me estaba esperando, tenía que apresurarme… dejé el cepillo sobre el tocador, di varios pasos hacia atrás mirándome por el espejo, me miraba bien, ropa nueva de un desconocido, hasta la talla era perfecta para mi.

Suspiré queriendo saber un poco más de Dan, había sido algo que nunca había pasado por mi mente en hacer el amor con un completo desconocido.

Laura: Ahora ya sé que se siente hacerlo en una noche de copas.

Negué con la cabeza, me acerqué a la puerta sujetando con fuerza la perilla, pasé la mirada por un momento más en esta habitación tan preciosa, abrí con mucho cuidado de no hacer ruido, no quería que descubra que me haya levantado. Abrí asechando hacia afuera, no se escuchaba ni un solo ruido, no había nada por alrededor. Salí por completo cerrando la puerta… reposé mi mano en mi pecho, latía mi corazón tan fuerte, no tenía idea de como me vería en este momento, pensará que loca chica que a la primera se acuesta con un desconocido. Tampoco quería que pensara eso de mí, tenía que aclarar las cosas y explicarle al menos a él por que lo había hecho.

Caminé por el pasillo, me detuve al principio de las escaleras.

- Todo lo dejó en orden.

- Si, ya hice lo que dijo…

Bajé un escalón teniendo la mirada de la mujer con uniforme de servicio doméstico, colgó el auricular caminando hacia el primer escalón. Bajaba con mucha pena, esta mujer estaba en conocimiento que es lo que había pasado, tenía en su mano una charolita con un vaso de agua, un sobre y una pastilla encima de un plato pequeño… llegué frente a ella sonriendo.

Laura: Buenos días.

Mujer: Buen día señorita, el auto la espera para llevarla donde usted guste.

Laura: ¿Dan?

Mujer: ¿Disculpe?

Laura: el señor Dan… el hombre que anoche…

La mujer me miraba confusa, negó con la cabeza tomando el sobre,  reí un poco nerviosa sin entender.

Mujer: el señor dejó instrucciones precisas.

Laura: Dan… así se llama ¿No?

Mujer: Lo siento, pero aquí nadie vive con ese nombre.

Laura: ¿Cómo?

Mujer: el señor le dejó esté sobre y por favor, dejó estrictamente dicho que se tomara esta pastilla. El auto la llevará en su casa o donde guste.

No, no estaba procesando nada de lo que la mujer decía, ¿Cómo Dan no vive aquí? Pues casa de quien era… suspiré tomando el sobre… lo abrí sacando una nota la abrí empezando a leer.

Nota:

“si estás leyendo esta carta, es por que es hora de agradecerte por la excelente noche que me hiciste pasar, entiendo que no esperabas ver la cama vacía, pero la vida es así, agradezco que te hayas cruzado en mi camino, me hacía falta darme cuenta de lo que pasa en mi vida… Laura, espero que no sigas en ese oficio de la vida fácil, no eres para tener que estar vendiéndote ante ningún hombre, vales mucho y eres hermosa, espero tomes en cuenta mis palabras, hiciste un excelente trabajo. Ser dama de compañía no es para ti…”

Laura: ¿Qué cosa? Pero de coños habla este idiota.

Levanté la mirada hacia la mujer que no apartaba la mirada de mi al escuchar lo que estaba diciendo.

Laura: ¿Cómo se atreve?

“Estas a tiempo de enmendar tu camino, no vale la pena que pases con varios hombres por dinero, hoy uno, mañana otro, no lo digo por querer que pienses que debo tomar decisiones por ti, pero trabajar dignamente es lo que una mujer como tú debes hacer, te dejo tu pago dentro del sobre”

Arrugué la nota arrojando con fuerza, la mujer miró hacia donde había caído la hoja hecha bolita…

Laura: MAL NACIDO… ¿Dónde ESTÁ LA PERSONA QUE LE DEJÓ ESTE SOBRE?

Mujer: Se ha marchado señorita.

Laura: MALDITO MISERABLE, MALDITO HIJO DE PUTA, POR MI SE PUEDE MORIR SI QUIERE… ¿Cómo SE ATREVE A PENSAR QUE ERA DAMA DE COMPAÑÍA?

Mujer: Lo siento señorita, pero no la entiendo.

Metí mi mano en el sobre sacando un cheque, me quedé helada al ver la cantidad que estaba escrita… lo arrugué…

Laura: 50 mil dólares… ¿esta enfermo o que?

Mujer: Señorita… su pas…

Laura: DÉJEME EN PAZ…

Caminé hacia la salida de la casa, no tenía nada que hacer en este maldito lugar, tampoco tenía en claro como pudo pensar que era dama de compañía, solo por que lo conocí en un antro… si lo fuera tendría un patrocinador cosa que nunca he tenido ni tendría…

Abrí la puerta dejando que golpeara la pared de un fuerte sonido, el hombre que reposaba a un costado de la camioneta, se incorporó abriendo la puerta…

Mujer: señorita… tome su pas…

Laura: ALÉJESE DE MI, TODOS LAS PERSONAS QUE TIENEN DINERO PIENSAN LO PEOR DE OTRAS SIN CONOCERLA… MALDIGO EL DIA EN QUE ESE MISERABLE DAN APARECIÓ EN MI VIDA…

Chofer: Señorita… por favor.

Laura: ME LARGO DE ESTE LUGAR… DÍGALE A DAN QUE ESPERO QUE SE MUERA IGUAL QUE SUS MALDITAS IDEAS DE MÍ…

Pasé de largo del chofer, no iba a permitir que me confunda con una cualquiera, ¿Quién demonios se creía? Sin conocerme me está juzgando… negué con la cabeza, caminaba desesperada y rápido queriendo llegar a la entrada que se veía algo lejos, pero prefería caminar antes de subir a esa camioneta… llegué al rejado viendo que estaba cerrado…

Laura: ABRA LA MALDITA REJA.

Seguridad: ¿Disculpe señorita?

Laura: POR UN DEMONIO QUE ABRA O TIRO LA REJA.

El hombre que custodiaba la caseta me miraba extrañado, no me quedó de otra, sostuve el rejado sacudiendo con fuerza.

Laura: AYUDAAA… AYUDA… ME TIENEN SECUETRADA… ME QUIERO LARGAR DE ESTE LUGAR PERO ME TIENEN SECUESTRADA.

El rechinar de unas llantas se escucharon, di la media vuelta viendo al chofer que se bajaba, parecía que no estaban entendiendo lo que estaba pasando, solo lo que ese miserable había dicho. Señalé el rejado…

Laura: Abra la reja.

Chofer: Señorita calmese… la llevo.

Laura: NO HACE FALTA, ME LARGO CAMINANDO.

Chofer: Aquí no pasan autos ni menos taxis.. si gusta la puedo acercar y me dice donde quiere que la deje, pero el señor dijo que no la dejemos ir sola.

Laura: el señor, el señor… EL SEÑOR ESTÁ EN LOS CIELOS, NO CONOZCO OTRO…ABRAAAA LA MALDITA REJA O SALTO.

Mis ojos se empezaban a llenar de lagrimas, no tanto por no dejarme salir, sino la manera tan cobarde de hacerme saber que todo este tiempo él maldito Dan estuvo pensando que era una prostituta…

Di la media vuelta, di dos pasos hacia atrás, metí el maldito cheque en el bolsillo de los jeans, viendo la altura de la reja… corrí lanzándome, me sostuve de los barrotes de la reja pisando uno de los adornos.

Seguridad- chofer: Señorita…

Chofer: Abre la reja…

El de seguridad corrió hacia la caseta, pero eso a mí no me importaba subía con todas mis fuerzas sintiendo que se iba abriendo, pero no era abrirse al frente, se iba abriendo metiendo hacia la pared.

Laura: RAYOS… RAYOOOS.

Ya había subido demasiado, negué con la cabeza soltándome antes que me machucara al ir abriéndose…

Laura: aaaaaayyyy…

El chofer se apresuró sosteniéndome con fuerza evitando que cayera al piso…

Chofer: La tengo… calmese…

Removía mi cuerpo y mis manos evitando que alguno de este lugar me pusiera las manos encima, le daba con ganas de manotazos. Él levantó las manos en señal de rendimiento. Se apartó mirándome, los dos estaban tan confundidos como yo… tragué saliva dejando caer mis lagrimas, me sentía humillada, me sentía peor a cuando vi a Erick en la cama con otra mujer.

Chofer: solo hacemos nuestro trabajo… la ciudad está demasiado lejos, puedo perder mi empleo si no sigo las ordenes del señor. Por favor, deje que la acerque… prometo que la dejo donde usted guste.

El pobre hombre se veía preocupado, tal parecía que ese mal hombre les daba miedo, quizá sea cierto lo que dice y que por mi culpa pudiera perder su empleo, eso no me lo perdonaría, como dice este hombre solo quiere cumplir con su trabajo. Tragué saliva caminando hacia la camioneta, él se apresuró en abrir la puerta de copiloto, pero abrí la puerta de la parte de atrás, no quería que nadie me viera ni que pensaran algo que no es… subí cerrando la puerta, miré hacia la ventana hasta que escuché cerrar la puerta.

Chofer: ¿Dónde gusta que la lleve?

Laura: acérqueme a Sandtown…

Chofer: ¿Tan lejos?

Miré al hombre por el retrovisor aun con lagrimas en los ojos, él asintió con la cabeza acelerando… solo sería acercarme, tampoco quería que me dejara en casa, no estaba para hablar… prefería guardar silencio en todo el trayecto.

Miraba el camino, en verdad no había ni una sola propiedad por este alrededor, ¿Cómo iba vivir alguien? Desde que vi lo que había en la mesa para que se diviertan, debí… entreabrí mis labios, a mi mente se venía las palabras de que Dan decía…

“¿Entonces sabes a lo que se dedica este lugar?

“Claro, a veces el empleo tiene que ser así.”

Negué con la cabeza apartando mis lagrimas, era un real imbécil, ¿Qué pudo hacer que pensara que me dedico a la mala vida? Si tanto le preocupaba por que no me lo hizo saber y se lo hubiera aclarado, ahora él idiota pensó todo este tiempo que me acuesto con hombres por dinero.

No había salido de uno para meterme con otro peor… solo a mí me pasan estas cosas, tampoco podía ir a casa de Ceci, mis padres deben estar preocupados sino es que ya le marcaron, esperaba que dijera que estaba con ella, tampoco sé que pasó con ella. Aquí solo soy la única que se tiene la culpa por pensar que era fácil acostarse con un desconocido todo para vengarme de Erick… aparté mis lagrimas, en verdad que no me merecía este trato, no era justo…

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Laura

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