Cap 4: Casa Lazarescu

BRUNO: Nos divorciaremos, Ariel firma de una vez.

OSWALDO:  Está bien, divorciense. Pero mañana me entregas la presidencia de la empresa.

TAMARA:  Si te divorcias, yo no te reconoceré como mi hijo.

ARIEL: Señores Lazarescu, no se preocupen si se porta así conmigo sabiendo que perdí la memoria, no me imagino que tan cruel debió ser conmigo antes.

BRUNO: No te victimices, que ni tu ni yo queríamos este matrimonio, tú querías casarte con Fausto y por él hiciste de todo. Yo solo me casé para complacer al abuelo.

ARIEL: Compadezco a quien sea tu esposa en el futuro.

TAMARA: Vámonos Ariel, Oswaldo llévanos a casa, Ariel debe descansar.

Los tres salieron del juzgado dejando a Bruno furioso, quería divorciarse lo antes posible de Ariel, no soportaba vivir bajo el mismo techo que ese Omega  que solo le ha traído dolor de cabeza defendiendo su amor por su hermano Fausto, sin darle ni siquiera la oportunidad para que su matrimonio funcionara y lo peor que hizo fue lanzarse por las escaleras para asesinar a su hijo no nacido. Sin más opción, Bruno fue a casa y, al llegar, encontró a Ariel sentado en el comedor comiendo un postre de chocolate.

BRUNO: tan pronto el abuelo se recupere nos divorciaremos._(expresó sentándose frente a este)

ARIEL: Si, si, como digas,  déjame comer tranquilo, no estoy de humor para soportar tus estupideces.

BRUNO:  Espero que mientras sigamos casados, te mantengas lejos de Fausto.

ARIEL: A fuerza te soporto a ti, ahora voy a soportar a otro idiota…. Por cierto ¿quién es ese tal Fausto que tanto mencionas?

BRUNO: Deja de fingir, en esta sala solo estamos tú y yo.

ARIEL: Bien no me digas, investigaré yo mismo… por otro lado, creo que debes darme dinero para comprar ropa, la que está en el closet no me gusta, es muy femenino.

BRUNO: Si te doy dinero, lo descontaré del dinero que te corresponde por el divorcio._(dijo levantándose de la mesa)

ARIEL: Entonces le diré a tu madre que me dé el dinero. Tal vez con eso tu padre te bote del trabajo y te deje en la ruina.

BRUNO: No me amenaces con mis padres, ellos no pueden interferir en mi vida.

ARIEL: Cómo sea, en un mes nos divorciaremos quiero estar lo más lejos posible de un imbécil como tú._(dijo para levantarse de la mesa parandose frente a Bruno)

BRUNO: Entonces tendrás que decirle a Fausto que te lleve a vivir a otro lugar cuando estén casados.

ARIEL: No sé quién diablos sea ese imbécil que tanto mencionas, pero si es igual que tú, le rompo la cara y a ti también.

BRUNO: ¿En verdad has perdido la memoria?_(dijo sosteniendo lo de las mejillas)

ARIEL: Ya te dije que sí, no sé quién diablos eres tú, tus padres o ese tal Fausto que tanto mencionas. Yo no soy Ariel, yo soy Iker Durango.

BRUNO: con que te llamas Iker, entonces tendré que hacerte saber que tipo de relación teníamos._(dijo sosteniendolo de la cintura para acercarlo más a él, mientras que con su otra mano sostenía sus mejillas)

ARIEL: No me interesa saber que tipo de relación llevabas con ese tal Ariel, lo único que me interesa es divorciarme de ti._(dijo tratando de alejarse del agarre del alfa)

BRUNO: Claro que debes saber, si no eres él, no podrás desempeñar bien tu papel._(dijo para darle un beso en los labios)

ARIEL: No seas asqueroso._(dijo empujándolo con fuerza)

BRUNO: Veo que eres el mismo Ariel, nada de ti ha cambiado, así que no le hagas shows a mis padres._(expresó limpiándose la boca)

ARIEL: Eres un maldito ¿Acaso quieres morir?_(expresó alejándose de él)

BRUNO: Somos esposos, así que mientras no estemos divorciados, puedo hacer contigo lo que quiera.

ARIEL: Entonces yo te haré un cadáver y así quedaré viudo._(dijo para irse del lugar)

Después que Ariel salió del lugar, el secretario de Bruno entró.

BRUNO: ¿Pudiste averiguar algo sobre ese tal Iker Durango?

Secretario: No señor, no encontré a nadie con ese nombre.

BRUNO: Haz que alguien vigilé a Ariel, no creo que en verdad haya perdido la memoria.

Secretario: ¿cree que esté planeando algo en su contra?

BRUNO: tal vez, no me debo confíar de él.

Mientras  Bruno hablaba con su secretario, Ariel recorría la casa mientras hablaba con una que otra empleada para sacar algo de información. Después de su recorrido, volvió a su habitación fijándose en la foto de boda que estaba sobre la mesa de noche.

ARIEL: (( Se nota que ambos están obligados a ese matrimonio… si no querían casarse debieron oponerse, ahora la víctima de todo esto es ese bebé dentro de mí.)) 

Unos minutos después, una empleada fue por Ariel para que bajara a cenar junto a la familia Lazarescu. Ariel agradeció y bajó encontrando en la mesa a los padres de Bruno, el abuelo, Bruno y Fausto.

ABUELO PEDRO: Ariel, cómo te ha ido muchacho.

ARIEL: Muy bien abuelo, recuperándome satisfactoriamente de ese pequeño accidente.

FAUSTO: Lamento tu pérdida Ari.

ARIEL: Yo también lo lamento…. le agradecería que me llame correctamente, no somos tan cercanos para que me llame de esa forma tan estúpida.

TAMARA: Fausto respeta a tu cuñado y a tu hermano no seas igualado.

OSWALDO: Te he dicho que te dirijas a Ariel de forma correcta.

BRUNO: Cenemos, no perdamos el tiempo en tonterías.

ABUELO PEDRO: Y díganme muchachos, ¿cuando planean encargar otro hijo?

ARIEL:  No es el momento de hablar de eso, abuelo Pedro, apenas estoy superando la pérdida del bebé.

ABUELO PEDRO: Perdón por la indiscreción, no quise hacerte sentir mal.

BRUNO: No pienso tener hijos con él, abuelo.

TAMARA: Bruno!!!

ARIEL: (( quien quiera tener hijos con un maldito enfermo… por lo menos no sabe la existencia de este bebé, de saberlo es capaz de encerrarme hasta que lo tenga o hacer que lo aborte para no tener nada que ver con este cuerpo…. Debo solucionar todo cuánto antes, tratar que el alma de ese tal Ariel vuelva lo más rápido que pueda, o divorciarme, irme de este lugar de locos y ver que hago con este mocoso))

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