Fuego y humo.

Alejandro.

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_ No te acostumbres tanto aquí, mamá, algún día no muy lejano tendrás tu propia casa, una grande, hermosa, con un precioso jardín, lleno de muchas flores. _ le digo a mi madre mientras riega el pequeño jardín de nuestra nueva casa.

Hace dos semanas el señor Arturo nos hizo a entre nuestras nuevas viviendas, no son unas cada gigantes, pero si modestas y cómodas, son frescas, con paredes de madera, techo de palmas y pido de cemento, cuentan con dos habitaciones, un baño, una sala_comedor , cocina, un patio trasero y uno delantero en dónde mamá y yo ya plantamos algunas plantas.

Mamá detiene su tarea y mira con cariño.

_ Yo seré feliz teniéndote conmigo a mi lado siempre, viendo que tú eres feliz, viéndote crecer, progresar, siendo un profesional y un buen hombre.

_ Así será, mamá. _ le sonrió, mi mayor meta es ver a mi madre orgullosa de mi y verla feliz.

_ ¿Estás listo para la fiesta de esta noche? _ me pregunta y yo me encojo de hombros.

_ Qué más da, ya le dí mi palabra a Guadalupe y a Petra, seré el chambelán de Guadalupe esta noche.

Hoy es el cumpleaños de Guadalupe, hubiese querido que este día nunca llegara, en estos días mientras estuve practicando el baile de esta noche con Guadalupe, noté que ella me miro de una manera que no me gustó, no quiero que ella se haga ideas erradas, yo amo a Luciana y solo tengo ojos para ella, prometí esperarla y lo haré sin faltarle nunca, por eso creo que después de esta noche lo mejor será que me aleje de Guadalupe, yo la veo como mi amiga, pero ella no ve solo como su amigo, ya los hijos de los otros empleados me lo han hecho saber.

...

La banda sonora toca sus instrumentos musicales, inundando el lugar con la rica melodía de la música mexicana, todo está perfectamente decorado, no es una fiesta como las que hacen los ricos, pero todo se ve muy bonito y organizado, la fiesta es nuestra nueva colonia, están todos los empleados de la hacienda y sus hijos, Guadalupe se ve feliz, ha recibido varios detalles.

Todos comparten y disfrutan del ambiente y de la buena comida mexicana que prepararon, Petra, Juana y mi mamá.

Aunque están aquí los hijos de los demás empleados y me las llevo bien con todos ellos, no puedo evitar sentir que me gustaría que Luciana, Sergio y Leticia estuvieran aquí también, pero no lo están, no me queda más que disfrutar de la fiesta.

La hora de bailar llega y Guadalupe y yo abrimos la pista bailando el vals tradicional para las quinceañeras, junto a varias parejas más, hacemos una coreografía como lo habíamos practicado días antes, mi mente vuela al día que mi mariposa cumplió sus quince, me hubiera encantado haber podido bailar con ella, pero no se pudo, su madre nunca hubiera permitido eso.

Luego de eso, Guadalupe baila con su padre, y luego con otros chicos, me alejo de la pista buscando algo que comer, de pronto observó hacia al rededor y me doy cuenta de que los señores de la Vega están también en la fiesta, me pregunto, de qué lado dormiría la señora Alfonsina para venir a un evento como este, esto se me hace muy raro.

Un par de horas después me siento algo aburrido y con ganas de irme a dormir, estoy por ir a avisarle a mamá que regresaré a nuestras casa cuando de pronto se me acerca Guadalupe con un pequeño plato con algunos aperitivos.

_ Están muy ricos, me gustaría que los pruebes. _ me entrega el plato.

_ Gracias. _ digo metiendo uno a mi boca. Ella sonríe.

_ Estás muy guapo está noche. _ siento que me atraganto, no por lo que dice si no por el tono de su voz. _ Me gustó mucho bailar contigo. ¿Podrías por favor regalarme otro baile antes de que acabe e la fiesta?

_ Ya tengo sueño, la verdad me gustaría irme a casa ya.

_ Como si estuvieras a dos kilómetros de tu casa, desde aquí la puedo ver, _ se ríe. _ Ven, vamos a bailar una canción y luego te vas. _ toma el plato y coloca en una mesa y luego me jala hasta la pista de baile nuevamente.

Bailo con ella y está vez la siento diferente a la primera vez, me alegra cuando la canción está por terminar, pero el que de un momento a otro, Guadalupe tome su rostro entre sus manos y me plante un beso en la boca me deja perplejo, abro los ojos con fuerza, Guadalupe se aleja de mí cuando no le correspondo al beso, pero lo que más me asusta es cuando volteó hacia un lado y noto como los señores de la Vega nos están mirando y sobre todo la señora Alfonsina tiene su teléfono en alto. Oh, no ¡A tomado una foto! Fotografió el momento en el que Guadalupe me besó, presiento que esto me causará problemas con Luciana.

Pero todo eso queda atrás cuando veo fuego y humo, se está iniciando un incendio y es mi casa, las cosas de mi madre se están quemando, todo se vuelve un caos, todos comenzamos a correr de un lado otro intentando apagar las llamas, mamá intenta detenerme para que no me acerque, pero no le hago caso, hay están nuestras cosas, todo lo nuestro está allí, y lo que más me preocupa es que dentro de la casa están las alcancías que que tanto esfuerzo logramos juntar lucía y yo para nuestra boda, también está la alcancía para la casa de mamá, mis cosas escolares, todo, todo lo nuestro está allí y se está quemando.

Al ser las viviendas de madera y techos de palmas, las llamas se propagan rápido y prontamente el incendio a alcanzado a dos casa más, los mayores corren en busca de agua y tierra para tratar de apagar las llamas, yo también busco agua, pero no hay nada que hacer, mamá y yo nos hemos quedado solo con lo tenemos puesto.

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