Boda

Ya en el despacho del Barón saca una bolsa con varias cartas y las coloca en la mesa.

- William: son todas propuestas de matrimonio enviadas para Paula, escoge la que gustes así veras que la han pedido en matrimonio, varios nobles. En cambio, no tengo ni una dirigida a Julia – incrédula Martina lee varias cartas y se convence de lo dicho.

- Martina: ¿Qué hiciste? – mira molesta a Paula -, te acostaste con todos ellos, les prometiste tu virginidad o les diste dinero. No creo que alguien como tú logre tener siquiera un buen partido.

- Paula: no necesito recurrir a artimañas, que he hecho, ser agradable con las señoritas de mi edad, comportarme de forma adecuada ante las damas de la nobleza, estudiar logrando destacar en ello, tal vez influyo la amistad que tengo con los príncipes herederos. Hacer lo que su hija no quiso asistir a la academia donde logre relacionarme con hijas de nobles de distintos estatus, crear conexiones.

- Martina: ahora lo entiendo todo, lograste excluir de todos los círculos sociales a mi hija.

- Paula: no es necesario que intervenga en ese aspecto. Como espera que estando lejos de casa pueda inmiscuirme en sus asuntos…, ni estando aquí lo he hecho.

- Julia: mientes, de seguro le dijiste a las señoritas cosas horribles de mí.

- Paula: no tengo razones para hacerlo, no quiero que me relacionen contigo, ni siquiera he dicho tu nombre frente a ellas.

- Martina: como te atreves hablarle de ese modo a mi hija, pídele disculpas.

- William: mi hija no ha dicho nada que no sea verdad, si sigue de esa manera Julia dejara de llevar mi apellido, acaso no entiendes lo que te digo porque siguen provocándome, Martina, Julia ahora retírense.

- Julia: no, no por favor, no puede hacer esto. También soy su hija – se pone de rodillas.

- William: entonces aprende a comportarte, hasta ahora te he dado las mismas oportunidades que Paula, incluso en contra de mi voluntad te dejé quedarte y te puse maestros privados, ahora entiendes porque era necesario que vayas a la academia.

- Martina: Julia ponte de pie – la jala, pero Julia se resiste enojada y se abalanza contra Paula.

Enseguida el Barón llama al mayordomo, mientras aparta a Julia de su hija, molesto la manda encerrar en su habitación, mientras que el ayuda a Paula a incorporarse, el Barón le informa a Martina que Julia seria castigada severamente, además permanecerán encerradas en su habitación, no podrá asistir a ningún evento por 2 meses, no quiere verla en la boda de Paula, al escuchar su decisión Martina se retira molesta.

- Barón puedo preguntar ¿Por qué tomo esa decisión?

- Vas a defenderlas …

- No podría ir en contra de sus decisiones. Me parece curioso que durante varios años decidió encubrir ciertos errores que tenía Julia y ahora desee quitarle su apellido, ya que ante la sociedad ella se encuentra relacionada con la familia.

- Entonces habla que anunciarlo, la encubría porque no quedaba en mal solo ella, nosotros nos veíamos afectados por sus acciones, su reputación es la nuestra, pero no puedo más, ni siquiera hay un hombre que desee contraer matrimonio con ella, sabes lo que significa … Siempre seremos mal vistos ante la sociedad y no puedo permitirlo.  Paula estas molesta conmigo porque te casaras en dos días y no pregunte tu opinión verdad…

- Barón si usted considera que es la mejor opción, haré lo que desee.

-Me llamas Barón y no padre, siéntate Paula te explicaré lo que sucede – Paula se sienta frente a su padre.

- Sabes que siempre tuve una relación cercana con los difuntos Duques de Frost, Ethan fue mi mejor amigo, cuando el me propuso un compromiso entre nuestros hijos lo acepté, porque siempre fue un buen hombre, por lo que, confió en que su hijo también lo es, de esa manera no te expondrás a tener un mal marido, que te trate mal o te engañe, es mi forma de protegerte, pensábamos presentarlos cuando volvieras de vacaciones y que se casaran cuando cumplas 18 años, no salió como lo planeamos, el joven Álvaro ahora es responsable del Ducado necesita ayuda y sé que eres joven y tal vez llevar esa responsabilidad a los 16 te asuste, conozco tus capacidades no tendrás dificultad para ayudar en las finanzas, no te pedimos que te conviertas en la madre de las niñas, si no que te asegures de contratar buenos profesores o si lo consideran apropiado mandarlas a la academia, para que en un futuro puedan conseguir un buen esposo.

- Padre lo entiendo, y no pienso defraudar la confianza que han depositado en mí.

- No te agrada la idea, o tienes otro motivo para estar triste…

- No nada.

- Puedes retirarte.

- Gracias, permiso.

Paula tras retirarse va a su habitación donde se acuesta en la cama y comienza a llorar, Ana al tener el permiso de ingresar, ve el estado en el que se encuentra su señorita, de inmediato la abraza.

- Me entere que se casara, llora porque ya no podrá estar con el príncipe Diego, tal vez si habla con su padre el compromiso pueda cancelarse, un príncipe es mejor que un Duque...

- No, no Ana el príncipe no me quiere, solo me utilizaba, si mi padre no me sacaba de la academia estaría en graves problemas en este momento, estaba dispuesta a perder mi virtud con Diego. Cuando el Duque se hubiera enterado, me habría devuelto y de seguro me sacarían de la familia, creí en sus palabras, que tonta fui.

- ¿Qué sucedió? ¿Por qué dice eso?

- Me engaño, estaba con otra Ana, con otra.

- Entonces no derrame más lagrimas por él, no se las merece, usted se convertirá en una gran Duquesa.

- Tienes razón, aunque seamos sinceras, si me opusiera a este compromiso, mi opinión no importaría, para mi padre es más importante cumplir con su palabra que los sentimientos de sus hijos.

Paula se tranquilizó y aún que intentaba no pensar en Diego su mente la traicionaba y recordaba los momentos vividos, cuando le informaron que tenía una carta de Diana, ella decidió no abrirla, en ese momento no deseaba enterarse de nada, ni hablar con nadie, dos días pasaron de forma rápida, ella se encontraba arreglándose para su boda, Ana junto a otras sirvientas se esmeraron para que luzca hermosa, recogieron en un moño su cabello rojo y el maquillaje resaltaba sus hermosos ojos verdes, cuando estuvo lista su padre apareció para llevarla hasta el altar donde Álvaro ya la esperaba, tras dar sus votos matrimoniales, y colocarse los anillos, Álvaro alzo su velo y le dio un beso en la frente, marcando de este modo el inicio de su vida matrimonial, tras la celebración Álvaro partió junto a Paula al Ducado Frost donde vivirían, Martina al enterarse del suceso se molestó, como estuvo encerrada no había podido orquestar un plan para detener ese matrimonio.

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