EL ORGULLO DE CLARISSA

Clarissa no ha utilizado su teléfono, lo mantiene apagado hasta que llega al aeropuerto, cuando lo prende, ve varios mensajes y llamadas de Lauren, Amelia y Rubén, no contesta ninguno, aún se encuentra en shock por lo sucedido, llega a la sala de pre embarque y a lo lejos ve a Lauren sentado esperando, tiene el anillo en sus manos, no se hablan, sólo cruzan miradas un par de veces, ambos parecen devastados, pero su orgullo es tan grande, que los contiene de cualquier posibilidad de contacto… Ambos están convencidos que el otro es quién debe disculparse por sus actos…

Llaman a embarcar el vuelo de Clarissa, Lauren tiende a levantarse mientras la mira, ella lo nota y mira hacia otro lado, apaga su teléfono, embarca y se va…

Al llegar a destino, Amelia está esperándola en el aeropuerto, preocupada porque no le ha contestado sus mensajes ni llamadas, pero al verla venir, su mirada le confirma que algo anda muy mal… Clarissa la ve, corre hacia ella, la abraza y rompe en un llanto tan profundo, que solo los brazos de una amiga pueden contener. Amelia se queda en silencio y la abraza.

Amelia la lleva a su departamento, mientras maneja, Clarissa llora en silencio todo el camino mirando por la ventanilla, necesita llorar toda su pena y angustia, antes de poder pensar o hablar de lo sucedido. Amelia se contiene y no le pregunta nada, ya tendrán tiempo, mientras tanto, solo piensa en las mil maneras en que haría sufrir a Lauren por causarle tanto dolor a su amiga, aunque no sabe lo que ha pasado, siente que él no merece ni una de sus lágrimas.

Amelia llega, prepara café, Clarissa se sienta en el sillón con la mirada perdida. Al fin, con una taza en la mano cada una, Clarissa suspira profundo y habla, le cuenta a su amiga cada detalle de lo ocurrido en París, lo maravilloso y a la vez lo horrible que fue, se abrazan, lloran… pasan algunas horas…

Amelia: Entonces… tú le mentiste… y él te mintió…

Clarissa: (la mira)  ¿Que dices? Él es un ser despreciable…

Amelia: Si… y lo odiamos por eso y queremos que sufra… pero… ¿No crees que tu también estuviste mal? Amiga… desde el principio lo de ustedes no fue algo consentido, algo que planearon como cualquier pareja, con la ilusión de compartir una vida juntos… sus familias arreglaron todo y ustedes aceptaron por diferentes motivos… tu decidiste sacrificarte por Marie… lo que sabes que me pareció una locura, no hay garantías de que tus padres cumplan con ese acuerdo una vez que te cases…

Clarissa: Es que estaba tan abrumada, tan presionada, que no lo había pensado así…

Amelia: Y después… te diste cuenta que debías renunciar a todo por lo que has trabajado, tu profesión, tu carrera, tus sueños… por un amor que no sentías… Fuiste hostil e inmadura con él… lo culpaste por una decisión que tú tomaste… y le mentiste y lo engañaste también…

Clarissa: Bueno… menos mal que dices que eres mi amiga…

Amelia: (Sonrie y la abraza) Sabes que te quiero como a una hermana y que vamos a odiarlo juntas todo lo que sea necesario, pero quiero que veas las cosas desde otra perspectiva… y hay algo más, que aún no te has dado cuenta…

Clarissa: Si… que me acosté con él….

Amelia: ¡Ja! Si sólo te hubieras acostado con él, no sería un problema…

Clarissa: Entonces… ¿Que mas?

Amelia: Te has enamorado de él…

Clarissa se queda en silencio, lo que su amiga le dice lo siente como una revelación y la deja en shock, en segundos repasa cada momento vivido y se da cuenta de que es cierto, que su odio y su dolor en realidad tienen origen en un amor, un amor que fue surgiendo casi sin darse cuenta, que con la presión de su familia y la angustia por ver escapar su sueño, no pudo percibir, pero en París, al despojarse de lo correcto e incorrecto, lejos de las presiones, ambos lo dejaron fluir y los conectó, los unió, los hizo uno desde lo mas profundo…

Amelia: Tengo razón… ¿Verdad?

Clarissa: Creo que si…

Amelia: De todos modos… estoy segura que él también se ha enamorado… es solo que…

Clarissa: Que…

Amelia: El orgullo… van a tener que luchar contra su orgullo para que esto funcione…

Clarissa sigue en silencio… hay tanto que procesar que se siente agobiada, Amelia le dice que descanse, que le hace falta y que luego verá todo con mas claridad. Se recuesta en el sillón y a solas con sus pensamientos se queda dormida.

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