18 años

La muerte de Juan y Socorro pasó sin pena ni gloria, como todo un misterio. Ni el mejor detective del mundo podría sacar ninguna conclusión.

Todo era muy extraño porque ni siquiera tenían ninguna herida.

La policía decidió cerrar el caso dado que no habían encontrado ninguna explicación satisfactoria.

Josefina, ¿de verdad que no sabes nada de la muerte de esos dos?

No, yo me fui a dormir y después ya no supe. Ellos andaban haciendo sus cosas y no sé qué pasó después, hasta que oí los gritos de Socorro. Tengo miedo de que algo malo me va a pasar.

No debes temer, conmigo nada te pasrá.

Los años fueron pasando, Josefina cumplió la mayoría de edad.

En casa de Marlene se celebraba una fiesta en su honor.

Las amigas más allegadas de la prepa estaban ahí.

La diversión era absoluta.

La fiesta estaba en su apogeo cuando escucharon gritos afuera de la casa de enfrente.

¿Qué fue eso?, se preguntaron.

Parece que fue en la casa de enfrente.

Quédate aquí, yo iré a ver, le dijo Marlene a Josefina.

Está bien, mamá.

Marlene se quedó asombrada de ver a Isabel afuera de la casa, queriendo abrir la reja sin resultados favorecedores.

¿Isabel?

Sí, soy yo, ¿quién le cambió la chapa a la reja?, no puedo entrar.

Cálmate, ven a mi casa.

Está bien.

Josefina se quedó helada al ver a Isabel entrando con Marlene.

Hola, Josefina, ¿qué están festejando?

¡Mamá!

Sí, soy tu madre, a la que no has ido a visitar nunca a ese maldito hospital.

Es un hospital privado, no dejaban entrar a nadie.

Pues ya estoy de regreso, lo malo es que no puedo entrar a mi casa.

Mamá, la casa se vendió, yo vivo con Marlene ella ha sido una verdadera para mí.

Y, ¿dónde está el dinero de la venta?

En el banco, lo estoy usando para mis estudios.

Pero, ¿quién te dijo que usaras ese dinero?, tendrás que dármelo, es mío, la casa también era mía.

Mi padre me dejó como única heredera, lo siento.

Él iba a cambiar el testamento, nunca te quiso, no sé por que te heredó.

Tal vez se arrepintió en el último momento.

Pues no estoy de acuerdo, me tienes que regresar todo lo que es mío.

Mamá, por favor, puedes quedarte a vivir con nosotras.

¿Piensas que voy a vivir de arrimada?

Mamá, es mi fiesta de cumpleaños, ¿podríamos hablar más tarde?

¿Y a mí qué me importa tu &#%@-# fiesta?

Todos los presentes se quedaron admirados del vocabulario tan fluido que tenía "la doña".

Marlene tratando de salvar la situación se llevó a Isabel a uno de los cuartos de huéspedes.

Descansa en lo que acaba la fiesta de Josefina, más tarde hablamos.

No me interesa hablar contigo. Yo solo quiero que me devuelvan lo mío.

Nada es tuyo, Juan le dejó todo a Josefina. Es la única heredera. Además, supe que ustedes no estaban casados. Así que no hay nada qué reclamar.

Te crees muy lista, ¿no?, siempre supe que me tenías envidia porque jamás tuviste un hombre a tu lado.

¿Eso qué tiene que ver?

Todo, si hubieras tenido un marido o una hija, jamás te hubieras fijado en mi hija.

Estás mal, la mayor parte del tiempo estabas borracha, Josefina necesitaba apoyo, yo siempre estuve ahí con ella. Soy más madre de Josefina que tú, incluso que Mireya.

¿Quién es Mireya?

Marlene abrió muchos los ojos, ¿acaso no lo sabes?

¿Tú crees que si lo supiera te preguntaría?

Mireya es la madre biológica de Josefina.

¿Tú la conoces, la has visto?

No y no, jamás la he visto en persona, solo sé que se llama Mireya, pero parece que se la ha tragado la tierra. A estas alturas ya no creo que a Josefina le interese encontrar a Mireya.

Ella es feliz, continuó diciendo Marlene, va a estudiar leyes, ya está por presentar el examen de admisión. De verdad, Isabel, ella se ha superado, yo siempre estuve con ella. La ayudé a sobresalir, estaba muy desorientada porque sus padres no le hacían caso, incluso Juan la trataba como la sirvienta. No sé que pasó, pero ellos amanecieron muertos, nunca se aclaró nada sobre su muerte.

Pues a mí se me hace muy raro eso, no es posible que se hayan muerto solamente así como si nada, algo debió haber pasado.

Aquí no importa lo que tú creas, es lo que dijo la policía. Además, la policía ya cerró el caso será mejor que dejes las cosas así como están. No hay nada que aclarar.

Está bien, haré como tú dices, de todos modos, no pienso quedarme en esta casa.

Está bien, veremos cómo se resuelven las cosas, por lo pronto, deja que se termine la fiesta de tu hija. Y, por favor, quédate tranquila.

Marlene bajó, la fiesta estaba muy animada.

Nunca había visto a Josefina tan feliz como ahora.

Ella y sus amigos disfrutaban la fiesta, Marlene la había dejado tomar, pero con moderación.

¿Entonces, cuándo vas a ir a presentar el examen?, le preguntó una de sus amigas.

El próximo lunes.

¿Te puedo acompañar?, yo no voy a estudiar. Pienso ir hasta el próximo semestre.

Está bien, si quieres, pero me va a llevar mi mamá.

No hay problema.

Bueno, nos vemos el lunes, me tengo que ir, el papá de Rosa nos va a llevar a nuestra casa.

Ok, cuando llegues me mandas un mensaje, solo para saber que estás bien.