Capitulo 8: El Llanto Del Cachorro Abandonado

Han pasado al rededor de siete meses desde que comencé a cultivar la inmoralidad.

Hoy el maestro dijo que me enseñaría a manejar la espalda, así que me e levantado muy temprano para practicar. Pero el maestro se levantó un poco mas tarde pareciendo mas sombrío.

Al verlo tan decaído pregunto con curiosidad, —Maestro, ¿Si su señoría vino de nuevo en la noche, es porque lo extraña?

A menudo, cuando las personas extrañan a otras en las historias que lee el maestro, siempre las visitan cuando estas no las ven, como su señoría, que no me deja dormir cuando viene a mitad de la noche y se queda fuera durante mucho tiempo.

¿Acaso sabe que tan obvia es su energía demoniaca? Si fuera un inmortal huiría rápidamente al sentirla.

Él maestro me mira sorprendido y me pregunta asustado mientras me levanto y giro revisando qué no tuviera una herida, —¿La miraste? ¿Te hizo algo?

Al verlo tan preocupado respondo con duda, —La escuché, solo su señoría tiene una presencia tan imponente, así que escondí mi presencia como lo dijo maestro.

Mirar al maestro tan sorprendido solo me hace pensar que es realmente despistado, ya que es el único que pareció no darse cuenta de nada. ¿Acaso no sintió la mirada de la persona que parecía capaz de traspasar la puerta de su cuarto?

Si hubiera sido un asesino, el maestro habría tenido un mal día. No, hubiera sido una mala noche.

—Qian Rong, ¿Como aprendiste a esconder tu presencia? ¿En que nivel estas?, —Puedo escuchar el leve jadeo del maestro mientras preguntaba sorprendido.

“¿No fue él quien me enseñó? Él fue quien me explicó cómo hacerlo. ¿Tal vez no lo recuerda? Bien, no importa, ¿la paciencia no es una virtud? Le responderé.

—Maestro, usted me dijo como hacerlo. Fue... fue cuando pelo las mandarinas. —Después de no escuchar su voz, levantó la mirada con duda y descubro que me mira con asombro, como en las imágenes que me mostró de las expresiones.

¿Acaso dije algo raro?

—Qian Rong, esa solo fue una forma vaga de explicarlo, ¿Leíste algo más? —Me pregunto incrédulo el maestro.

Parece que no me cree, así que respondo con duda, —¿Leer algo más? Yo solo seguí las indicaciones, dijo que cuando ascendiera a erudito de primer grado podría hacerlo, ahora soy erudita de segundo grado, nivel intermedio.

—El cultivo se divide en nueve reinos, estos nueve reinos se divide en cuatro niveles, principiantes, intermedio, alto y picó, los reinos son Refinación de energía, Fundación, Erudito, Maestro, Gran maestro, Anciano, Ancestro, Ser Sagrado e Inmortal. No e dicho nada mal, es lo que e memorizado toda mi vida. —Susurro el maestro.

Mirando a su alrededor, él parece pensativo, susurrando para sí mismo: —Estamos en el reino demoníaco, es imposible que su cultivación sea tan alta, incluso debería ser inferior. ¡No, no puede ser inferior porque estamos justo sobre una veta de energía divina!

Girándose para mirarme, el maestro me pregunta con incredulidad, —¿Has estado practicando sin parar?

No era como si hubiera algo mejor que hace, además era muy fácil cultivar mientras hacía otras cosas, el maestro lo había dicho.

Tratando de ser educada, asiento rápidamente y respondo: —Sí, ¿no dijo el maestro que era fácil cultivar mientras se hacían más cosas?

Los libros dicen que en ocasiones como esta se debe ser humilde y no engreído.

Tal vez mi explicación fue demasiado vaga pero el maestro me miró sorprendido, el dio un paso atrás y tropezó aturdido comenzando a decir palabras sin sentido.

Cuando el maestro pareció despertar de su trance se giro para mirarme y dijo dudoso, —Qian Rong, quiero ver tu nivel de cultivo, pero suprimelo para que otros no lo noten.

Sin dudarlo sigo las instrucciones del maestro que cubre su boca de nuevo y pregunta aturdido, —¿Cuanto...? ¿Cuanto tiempo cultivaste? ¿Como es posible? Solo has cultivado seis meses.

La mirada del maestro parece cada vez desenfocada hasta que cae en el piso.

¿Que sucede?, por que el maestro cayó al suelo de esa manera, ¿Está muerto?

¿Es mi culpa? ¿Por mi culpa el maestro morirá como todos y me dejara sola?

—¡Maestro! ¡Maestro! —Mi cuerpo tiembla inconscientemente, incapaz de poder despertarlo.

—¡Alguien! ¡POR FAVOR AYUDE AL MAESTRO! ¡ALGUIEN! —Se que el maestro dijo que nunca debería hablar con otras personas, por que me podrían hacer daño, pero si no lo hago ¡¿Quien salvará al maestro?! ¡No importa cuanto llame, nadie responde!

¡Qiang Rong debes manter la calma!

¡Cierto!

Debo hacer lo que dice el libro de medicina, primero... primero de llevar el cuerpo del maestro a su habitación, pero es mas grande que yo lo que me dificulta cargarlo, ¿Que pasa si no despierta el maestro? ¿Me quedaré sola de nuevo? ¿Volveré a ese silencioso mundo que parece tan aterrador?

¡No quiero! ¡Quiero estar donde esta el maestro!

Mientras arrastró al maestro puedo sentír algo cálido correr por mis mejillas, creo que son las lágrimas de las que hablan en los libros.

¿Estoy llorando?

Después de dejar al maestro en su cuarto busco entre los libros algo que pueda servirle al maestro. ¿Debería usar acupuntura? Dice que debe ser hecho con precisión y al mismo tiempo en puntos específicos, pero mis manos no dejan de temblar.

¿Que hago? ¡Esto es mi culpa! Nunca debí cultivar la inmortalidad.

—¡Rong'er! ¡¿Que estas asiendo?!

Una voz familiar interrumpe mis pensamientos haciendo que me gire hacia el lugar de donde proviene.

—Maestro, no se despertaba, así así, así que... yo-yo, ugh, lo lamento, no lo volveré a hacer, no volveré a cultivar. —No puedo evitar tartamudear, ya que es la primera vez que me sucede esto.

Mientras aprieto mi puño, el ligero temblor en mi voz se vuelve más evidente.

Las lágrimas no dejan de caer... estaba tan asustada.

—Rong'er, solo me desmaye, ¡Es porque mi pequeña Rong'er es tan genial! Si Rong'er sigue cultivando sin duda sera muy poderosa en unos años.

Era la primera vez que miraba al maestro sonreír así, ¿realmente era tan impresionante?

Quizás por que esta feliz me siento tranquila, pero las lágrimas no dejan de salir.

—Ugh, ¡Waaaa!

—¡¿Rong'er?! ¡Esta bien! ¡Estoy bien! ¡Mira puedo saltar!

¡Odio al maestro! ¿Acaso así es sentirse triste y preocupada?

Una vez las lágrimas cesaron, el maestro dijo dándome unas palmaditas, —No me equivoque, Rong'er es una niña con un gran corazón.

Solo el tonto de mi maestro podría sonreír después de fingir su muerte. ¿Es acaso algo normal de los inmortales?

Odio llorar.

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