Eliza y Eduardo ya han conversado nuevamente con la directora de la casa hogar, para iniciar el proceso de adopción. Así que se prepararon para conocer al pequeño Miguel, cuando la trabajadora social lo disponga.
La pareja luego de conversar con la directora de la casa hogar, buscaron asesoría legal para obtener los documentos iniciales para poder ser un hogar temporal. Ese sería el primer paso para una adopción definitiva. También hablaron con la trabajadora social porque querian conocer al pequeño Miguel, ya que a Elisa le había parecido un niño muy tierno.
Así que quedaron de acuerdo en que la asistente de la directora en la casa hogar, les avisaría para cuando se agendará la cita para que puedan conocer al pequeño niño.
La primera fase para una adopción simple es ser un hogar temporal. Durante el tiempo que ellos estén bajo la figura de hogar temporal, serían visitados con regularidad por la asistente social y los mantendrían bajo supervisión estricta, para controlar que todo estuviera bien con el niño y el entorno donde se desenvolveria. Era primordial que los niños fueran entregados a personas idóneas, estables económicamente, y con buena salud mental y física, para que pudieran proveerles de estabilidad emocional y salud integral en su vida cotidiana como familia.
Está primera evaluación a la pareja solicitante, se realiza a través de entrevistas y de la verificación de los documentos legales que ellos entregan, y luego al ser hogar temporal, se evalúan otros aspectos como posibles padres adoptivos permanentes del niño o niña.
Luego de las conversaciones entre la pareja y la directora de la institución, así como con la trabajadora social, y de entregar los documentos requeridos, la trabajadora social que tenía asignado el caso del pequeño Miguel, le correspondia hablar con el niño. Así que ese día, lo sacaron de su salón de clases para llevarlo a la oficina de la asistente social. Miguel extrañado se dejó guiar por la secretaria a la oficina de la señora mayor. Al estar sentada frente a ella, está le contó que una pareja esta interesada en adoptarlo y que probablemente, esta vez, sí pudiera tener la familia tan deseada por él. El pequeño miró dudoso, a la mujer mayor.
- ¿Está segura, señora? ¿no va a suceder como las veces anteriores? - pregunto Miguel con incertidumbre.
Miguel miraba a la señora con sus ojitos lleno de dudas pero con un dejo de esperanza.
-Miguel hemos hablado con la pareja, dos veces, diciéndole que estén seguros que quieren iniciar el proceso de adopción y de que estén seguro que quieren que tú seas su hijo adoptivo. Ambos lo pensaron y si están de acuerdo en que te quieren adoptar. Y para eso quieren hablar contigo conocerte y que tú estés de acuerdo en que ellos sean tus padres adoptivos. - explico la mujer al niño.
Miguel sonrió emocionado.
"Es posible que ahora sí tendré la familia que pedí?" pensó esperanzado el pequeño.
El niño le sonrió a la señora, con esperanza y confianza en que está vez sí sería adoptado.
**********
Ya iniciaba un nuevo mes. Las decoraciones navideñas estaban por doquier.
Eliza salía de su jornada de trabajo y estaba afuera de la empresa esperando a su esposo. Ese día se había sentido un poco mal, aún cuando no había querido decirle nada a Eduardo, si le pidió que la llevara al trabajo y la buscará. Le dio cualquier excusa para eso. En este momento no recordaba cuál.
-Hola, princesa. ¿Cómo te fue hoy? - le preguntó Eduardo sonriendo, viendo cómo ella subía al asiento del copiloto de su auto
-Bien, mi príncipe. La misma jornada de siempre. Nada fuera de lo normal. Así que estuvo tranquilo. - respondió Eliza con una sonrisa. Sin embargo, sentía que el estómago le daba vueltas.
-¿Quieres que vayamos a cenar? - pregunto Eduardo concentrado en manejar, sin darse cuenta de la incomodidad de su esposa. - Aquí cerca hay un restaurante nuevo. De seguro la comida será de tu agrado - le propuso, sonriendo. Hoy era el día que les tocaba su cita semanal.
Claro que salían otros días, pero en este día era obligatorio que debían escoger un lugar que fuera del agrado de ambos, y salir a hacer actividades de pareja. Un tiempo solo para los dos.
Eliza escucho atenta su propuesta. Pero al saber que era para comer, tuvo una extraña sensación de que tenía el estómago lleno.
"¿Que me pasa? Seguro es estrés." Pensó Eliza. Sentía que no podía comer más. Aún no sabía porque, si no había comido nada desde mediodía y eran las seis de la tarde.
-No, amor. No tengo hambre. - se quedó pensativa - ¿por qué no hacemos otra cosa? Puede ser algo que te guste a ti. - dijo Eliza haciendo una nueva propuesta.
Eduardo la miró por el rabillo del ojo, ya que iba manejando.
-¿En serio, no tienes hambre, Eliza? - le preguntó preocupado de que volviera a caer en la tristeza de meses antes. - podemos ir a otro lado a comer - sugirió Eduardo.
-En serio, amor. - confirmó Eliza - Vayamos al cine a ver esa película de acción que querías ver hace unas semanas. ¿Recuerdas?- le propuso Eliza con una sonrisa.
Eduardo al no ver alguna reacción extraña en su esposa, le dio una sonrisa.
-Esta bien. Vamos al cine. Podemos elegir alguna otra película, si esa no está en cartelera - respondió Eduardo.
Así quedaron de acuerdo, en ir al cine. De esa manera olvidaban un poco el estrés cotidiano, el proceso de adopción que habían iniciado, entre otras cosas. Lo más importante es que tuvieran un momento juntos para ellos dos. Solos, como pareja, y así reforzar y mejorar su relación.
**********
Al día siguiente, Eliza y Eduardo desayunaban. Y ella recibió una llamada de la casa hogar. Les avisaron que en unos días tendrían la entrevista con el pequeño Miguel.
Eliza emocionada, luego de colgar la llamada, se lanzó a abrazar a su esposo.
- ¿Qué sucedió? ¿Qué te dijeron? - pregunto Eduardo sorprendido, correspondiendo el abrazo.
- Podemos conocer a Miguel la próxima semana. Me avisaron de la cita agendada. - dijo sonriendo.
- Que bueno, princesa. Pero ten en cuenta que es solo una entrevista con el niño. - le recordó Eduardo, de manera conciliadora.
- Lo sé, mi príncipe. Pero aún así estoy emocionada. Podemos conocerlo de manera formal. - explico Eliza sonriendole a su esposo.
El correspondió su sonrisa y la abrazó dándole un beso en su frente.
"Espero que esto no sea una decepción para ti, mi princesa" pensó Eduardo con ternura, deseando que todo saliera bien.
Miró a través de la ventana las luces navideñas, que a pesar de ser de mañana aún estaban encendidas, titilando con los hermosos colores, rojo y verde, propios de la navidad.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 26 Episodes
Comments