Frederick

           ༺Narra : Frederick༻

Regresé a la mesa sintiendo una mezcla de desagrado y frustración. No podía creer la osadía de Giselle al dirigirse a mí de esa forma. ¿Quién se creía que era? ¿Cómo se atrevía a amenazarme de esa manera?

Decidí tomar asiento y actuar con normalidad. No deseaba que nadie sospechara lo que había ocurrido entre Giselle y yo. Me senté con calma y me integré en la conversación como si nada hubiera sucedido.

Hice un esfuerzo por centrarme en el relato que mi padre compartía, pero mi mente no lograba escapar de la confrontación que había tenido con Giselle. Cada una de sus palabras retumbaba en mi cabeza, y me resultaba difícil mantener la serenidad. De repente, percibí una presencia familiar. Giselle había regresado y se acomodó en su sitio, justo enfrente de mí. Dirigió su mirada hacia mí con una sonrisa que no llegaba a iluminar sus ojos, y, a su vez, yo le devolví la mirada, esforzándome por ocultar cualquier emoción que pudiera traicionar mis verdaderos sentimientos.

El transcurso del resto de la cena fue completamente tranquilo y sin contratiempos. Todos los presentes parecían deleitarse tanto con los platillos servidos como con la agradable compañía que compartían en la mesa. Sin embargo, yo me encontraba en una situación diferente; contaba los minutos que quedaban para que la velada llegara a su fin, deseando que el momento de despedirnos llegara lo antes posible. Finalmente, el instante tan esperado llegó, y nos preparamos para decir adiós.

Mi padre y el señor Leopoldo se acercaron el uno al otro y se fundieron en un cálido abrazo, marcando el cierre de una noche que, aunque placentera para algunos, para mí había sido un tanto tediosa.

Cuando llegó el turno de Isabel, me acerqué a ella con precaución.

—Buenas noches, hermosa —comenté; al acercarme, noté la mirada de Alejandro sobre mí, incisiva como una estaca a punto de clavarme.

—Buenas noches, Frederick —respondió ella con una sonrisa.

—Buenas noches —pronunció ella, mirando a Alejandro, pero él, en lugar de responder verbalmente, simplemente asintió con la cabeza.

Con la intención de regresar a casa, comenzamos a acercarnos al vehículo. El chofer se acercó y abrió la puerta del auto, permitiendo que mi padre y yo subiésemos primero. Antes de que nosotros entráramos, se tomó un momento para ayudar a mi hermano, quien se encontraba en su silla de ruedas. Con sumo cuidado, el chofer lo levantó y, tras asegurarse de que estuviera cómodo, lo acomodó en el asiento del auto, mientras colocaba la silla de ruedas en el maletero. Al final, una vez que todos estuvimos bien instalados, comenzamos nuestro trayecto de regreso a casa.

Mientras avanzábamos en el viaje en automóvil, con el murmullo del motor de fondo, papá decidió romper el silencio que reinaba en el interior del vehículo.

—¿Cómo les pareció la cena? —preguntó, dirigiendo su mirada hacia Alejandro y hacia mí.—¿Isabel les agradó?

—Estuvo bien, y creo que es bastante interesante —respondí, tratando de ser amable.

No obstante, Alejandro continuó en silencio, con la vista fija en el paisaje que se extendía más allá de la ventana. Papá, al darse cuenta de la falta de respuesta, decidió hacer un esfuerzo por involucrarlo en la conversación.

—¿Y tú, Alejandro? ¿Qué opinas?

Alejandro giró lentamente su rostro hacia nosotros, sus facciones mostraban una expresión difícil de interpretar.

—Solo es una chica común, como cualquier otra —replicó con un tono de voz que reflejaba desinterés.

—No tengo la sensación de que sea como las demás. Hay algo en ella que me genera la impresión de que puede sorprendernos de verdad. Además, es bastante hermosa.

Alejandro me dirigió una mirada que combinaba incredulidad y desprecio.

—¿Ya te has cansado de Giselle? —inquirió, esbozando una sonrisa llena de sarcasmo.

La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Papá nos observaba con una expresión de preocupación, consciente de la fricción que siempre había existido entre Alejandro y yo.

—No es eso —respondí, tratando de aclarar mi punto de vista—. Simplemente tengo la convicción de que Isabel tiene algo especial, una cualidad única que la distingue.

Alejandro soltó una risa áspera, que resonó en el ambiente como una puntada de ironía.

—Claro, Frederick. Como si no supiera cuáles son tus verdaderas intenciones, —replicó con desdén.

Fue en ese momento cuando papá decidió intervenir, buscando suavizar la tensión que había surgido entre nosotros.

—Chicos, por favor, —dijo con un tono de autoridad, intentando poner fin a la discusión.

A partir de ahí, el resto del viaje se desarrolló en un silencio incómodo, donde cada uno de nosotros se sumió en sus propios pensamientos, evitando cualquier conversación que pudiera encender de nuevo el conflicto. La atmósfera estaba pesada, como si cada uno cargara con sus propias preocupaciones, sin atreverse a compartirlas.

Cuando finalmente llegamos a casa, el chofer saltó del vehículo con rapidez para abrirnos la puerta. Yo permanecí afuera, observando cuidadosamente cómo Oliver, el asistente de Alejandro, se acercaba con su característica eficiencia. Con una actitud cortés, nos saludó antes de ayudar a mi hermano a descender del coche. Mientras el chofer se ocupaba de bajar la silla de ruedas, Oliver se movió con agilidad para acomodar a Alejandro en ella.

—Llévame a mi recámara —ordenó Alejandro, utilizando un tono de voz que denotaba su cansancio.

Observé la escena en silencio, mientras una maraña de pensamientos se entrelazaba en mi mente.

—Ay, hermanito, veremos cuánto tiempo más lograrás aguantar en esta situación.— murmuré en voz baja como un susurro al viento.

Papá y yo entramos en la casa, dejando atrás el bullicio y la agitación de la noche. El vestíbulo nos recibió con una suave iluminación que emanaba de una lámpara de pie, produciendo una atmósfera serena y acogedora. Todo parecía en calma, como si el mundo exterior estuviera muy lejos. Papá se dio la vuelta hacia mí, y en su rostro se podía leer una profunda expresión de cansancio, como si las preocupaciones del día lo hubieran pesado más de lo habitual.

—Buenas noches, hijo. Ha sido un día largo. Nos vemos mañana —comentó, dándome una suave palmada en el hombro antes de dirigirse a su habitación.

—Buenas noches, papá —respondí, mientras lo observaba alejarse por el pasillo.

Permanezco un momento en el vestíbulo, atento a los sonidos de la casa mientras Oliver conducia la silla de ruedas de Alejandro hacia su habitación. Decido seguirlos, manteniendo una distancia apropiada.

—¿Requiere algo más, señor? —preguntó Oliver, siempre atento a las necesidades de mi hermano.

—No, eso es todo por hoy. Gracias, Oliver —respondió Alejandro.

Me acerqué un poco más, lo suficiente para escuchar la conversación con claridad, sin ser intrusivo.

Observé cómo Oliver asistía a Alejandro para acomodarse en su cama, garantizando que todo estuviera en orden antes de marcharse.

—Frederick, ¿qué haces ahí parado? —preguntó al percatarse de mi presencia.

—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien —respondí al entrar finalmente en la habitación.

Alejandro me observó con recelo.

—Estoy bien. No tienes por qué preocuparte por mí —afirmó en un tono decisivo.

—Lo sé, pero aun así… eres mi hermano, así que debería implicarme más en tus asuntos —respondí.

Alejandro suspiró y se reclinó en su cama, cerrando los ojos.

—Buenas noches, Frederick —dijo, dando por concluida la conversación.

—Hasta luego, hermano—respondí, mientras salía de la habitación y cerraba la puerta tras de mí.

Me encaminé hacia mi recámara, sintiendo el peso de la noche sobre mis hombros. Mientras me preparaba para dormir, me recosté en la cama, permitiendo que mis pensamientos se desvanecieran poco a poco mientras el sueño me envolvía. Mañana sería un nuevo día, lleno de desafíos y oportunidades. Pero por ahora, solo deseaba descansar y dejar atrás las inquietudes del día.

༺Frederick Williams 27 años ༻

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Comments

Oralia Meza Rivera

Oralia Meza Rivera

es guapo pero hay veses que las personas ya traen la maldad porque su padre les a dado a sus hijos por igual el no valora lo que tiene 🤷

2025-04-15

0

Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴

Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴

Se ve más viejo que Alejandro. 🤔🇨🇴

2025-03-02

0

Maria Rincon

Maria Rincon

Es perverso y ambicioco, resentido ....

2025-02-14

0

Total
Capítulos
1 El hotel
2 Lobas disfrazadas
3 Objeto sexual
4 Boda cancelada
5 ¡Hija ingrata!
6 El regreso de Isabel
7 Isabel del castillo
8 ¿ Porque me odias?
9 ¡Un idiota!
10 ¿ Porque él?, ¿Porque ella?
11 Frederick
12 Definitivamente ¡No!
13 El regalo
14 El trato
15 Sin sentimientos de por medio
16 Comprometidos
17 Los frenos
18 Mamá
19 El accidente
20 Estoy bien
21 Demasiado tarde
22 Lo que sea
23 Aprobada
24 Te ayudaré
25 Preparativos
26 El vestido
27 Pesadillas
28 ¿Qué ocultan ?
29 Primera impresión
30 Lección de humildad
31 Día decisivo
32 La mancha roja
33 La boda
34 Sola
35 Al mando
36 ¿Atracción?
37 Muestra de afecto
38 Conspiración
39 Culpabilidad
40 ¿Puedes caminar?
41 Deseo latente
42 ¿Alex?
43 Miradas que hablan
44 Momentos compartidos
45 “Cruella de vil ”
46 Cuidado y protección
47 La dualidad del corazón
48 Malentendido en el baño
49 Desprecio
50 En la mirilla
51 Con indiferencia
52 A propósito
53 Cicatrices del pasado
54 Detalle
55 Abrazó nocturno
56 La desesperación de Alex
57 Ultimátum
58 Ingenió y agilidad
59 Éxito
60 Bajo el agua
61 La hora de la verdad
62 Exponiendo a Frederick
63 Esencia eterna
64 Heridas invisibles
65 El peso de la culpa
66 Advertencia
67 Precauciones
68 Persecución fallida
69 Plan de huída
70 La caza comienza
71 Cautiva
72 En urgencias
73 Negociación
74 Desenlace fatal
75 El llegar del karma
76 Aflicción
77 La visita al hospital
78 Encanto y rubores
79 Tiempo juntos
80 Renovar nuestros votos
81 “Un hasta luego”
82 Irremplazable
83 Reencuentro
84 Compromiso
85 Sorpresas
86 Entregarme a ti
87 Despertar imprevisto
88 El regalo perfecto
89 Complicidad en la cocina
90 La sesión de fotos
91 La última noche
92 Juntos para siempre
93 Noche de bodas
94 Un día de emociones
95 La revelación
96 Extra: Dulce espera del nacimiento
Capítulos

Updated 96 Episodes

1
El hotel
2
Lobas disfrazadas
3
Objeto sexual
4
Boda cancelada
5
¡Hija ingrata!
6
El regreso de Isabel
7
Isabel del castillo
8
¿ Porque me odias?
9
¡Un idiota!
10
¿ Porque él?, ¿Porque ella?
11
Frederick
12
Definitivamente ¡No!
13
El regalo
14
El trato
15
Sin sentimientos de por medio
16
Comprometidos
17
Los frenos
18
Mamá
19
El accidente
20
Estoy bien
21
Demasiado tarde
22
Lo que sea
23
Aprobada
24
Te ayudaré
25
Preparativos
26
El vestido
27
Pesadillas
28
¿Qué ocultan ?
29
Primera impresión
30
Lección de humildad
31
Día decisivo
32
La mancha roja
33
La boda
34
Sola
35
Al mando
36
¿Atracción?
37
Muestra de afecto
38
Conspiración
39
Culpabilidad
40
¿Puedes caminar?
41
Deseo latente
42
¿Alex?
43
Miradas que hablan
44
Momentos compartidos
45
“Cruella de vil ”
46
Cuidado y protección
47
La dualidad del corazón
48
Malentendido en el baño
49
Desprecio
50
En la mirilla
51
Con indiferencia
52
A propósito
53
Cicatrices del pasado
54
Detalle
55
Abrazó nocturno
56
La desesperación de Alex
57
Ultimátum
58
Ingenió y agilidad
59
Éxito
60
Bajo el agua
61
La hora de la verdad
62
Exponiendo a Frederick
63
Esencia eterna
64
Heridas invisibles
65
El peso de la culpa
66
Advertencia
67
Precauciones
68
Persecución fallida
69
Plan de huída
70
La caza comienza
71
Cautiva
72
En urgencias
73
Negociación
74
Desenlace fatal
75
El llegar del karma
76
Aflicción
77
La visita al hospital
78
Encanto y rubores
79
Tiempo juntos
80
Renovar nuestros votos
81
“Un hasta luego”
82
Irremplazable
83
Reencuentro
84
Compromiso
85
Sorpresas
86
Entregarme a ti
87
Despertar imprevisto
88
El regalo perfecto
89
Complicidad en la cocina
90
La sesión de fotos
91
La última noche
92
Juntos para siempre
93
Noche de bodas
94
Un día de emociones
95
La revelación
96
Extra: Dulce espera del nacimiento

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