El regreso de Isabel

༺***Narra: Leopoldo***༻

Había un ir y venir inusual en la casa. Carmen se encontraba en la sala, dirigiendo con determinación a las empleadas, dándoles indicaciones claras y precisas.

—Esperen afuera, he encargado unos regalos y están a punto de llegar. Cuando los traigan, por favor recíbanlos y llévenlos a la habitación de Isabel —les decía con un tono que, aunque firme, también reflejaba su amabilidad habitual.

Mientras tanto, yo me dirigía hacia la habitación de Isabel, nuestra hija menor, que estaba a punto de regresar del extranjero. Tenía el deseo de asegurarme de que todo estuviera absolutamente perfecto para su llegada, por lo que revisaba cada rincón con atención.

—Por favor, asegúrense de que la habitación esté en perfecto estado. Isabel merece lo mejor —les reiteré a los empleados que estaban en plena limpieza y decoración, asegurándome de que prestaran atención a cada detalle.

En medio de todo este ajetreo, apareció Giselle, lo cual no me agradó en absoluto. Mi malestar hacia ella por su comportamiento reciente aún persistía, así que decidí no dirigirme a ella, ni siquiera mirarla.

—¿Ahora también me vas a ignorar? —preguntó con un tono sarcástico, evidenciando que había notado mi mutismo.

Sin embargo, mantuve mi silencio, completamente enfocado en las tareas que tenía entre manos.

—Está bien, hazlo como quieras —respondió ella, con un tono de desafío en su voz.

No podía contenerme más pero, Carmen decidió intervenir

—Por favor, Giselle. Hoy es un día importante. No quiero que tengamos peleas. Tu hermana ha vuelto y no deseo que lo primero que witness ella sea una discusión entre su padre y tú.

—Oh, así que la pequeña princesa ha regresado —rió, burlona, mientras una sonrisa irónica se dibujaba en su rostro.

—Les deseo éxito con su bienvenida. Esta noche tengo una fiesta en el club —comentó, con desinterés.

—¿Cómo es posible? ¿Tu hermana regresa y tú eliges irte de fiesta? —le reprochó Carmen.

Giselle se volvió hacia nosotros y respondió:

—El hecho de que sea mi hermana no implica que sea mi problema o responsabilidad. Ustedes son sus padres, así que recíbanla... o envíenle un beso de mi parte.

— Escucha bien, Giselle. Estoy cansado de tu comportamiento inmaduro; pareces una niña en el cuerpo de una mujer que aún no ha crecido. Ahora, escúchame con atención —le dije, acercándome a ella de manera desafiante—. Vas a subir a tu habitación, ducharte y arreglarte adecuadamente. Luego, bajarás aquí para recibir a tu hermana. De lo contrario, tomaré tu equipaje y te enviaré a Francia con tus tíos.

—¡Papá, no puedes hacer eso! ¡No tienes derecho! —exclamó con fuerza, su voz llena de indignación.

—Oh, claro que sí puedo —le respondí con una serenidad que contrastaba con su rabia—. Tienes 25 años. No estás casada, no tienes un trabajo... He estado cubriendo los gastos de tu universidad durante mucho tiempo, pero ni siquiera lograste terminarla. No cuentas con un título profesional. Así que puedo hacer lo que desee contigo en este momento.

La observé detenidamente, notando cómo su enojo iba en aumento. Su respiración se volvió más rápida y entrecortada mientras intentaba asimilar lo que le acababa de decir.

—Ahora ve y haz lo que te digo —le expresé, utilizando un tono que no dejaba lugar a discusiones.

Con una clara reticencia, observé cómo se daba la vuelta y se dirigía a su habitación, notablemente frustrada y molesta. Era evidente que las palabras que había escuchado no eran de su agrado, pero era importante que comprendiera que existen límites que debemos respetar.

Carmen se acercó a mí con paso firme, tomando gentilmente mi brazo. Su rostro mostraba una clara mezcla de preocupación y agotamiento, como si llevara una carga pesada sobre sus hombros. La observé con ternura, sintiendo la necesidad de reconfortarla, y le di un suave apretón en la mano, tratando de transmitirle un poco de calma.

—Leopoldo, sé que esto es complicado, pero tenemos que mantener la serenidad. Isabel llegará en cualquier momento y deseo que todo esté perfecto para ella —me dijo, llena de determinación a pesar de su evidente fatiga.

—Tienes razón, cariño. Enfocémonos en Isabel. Ella se merece una bienvenida cálida y sin problemas —respondí, dispuesto a colaborar y asegurarme de que todo saliera como ella lo había imaginado.

Nos dirigimos juntos a la sala, donde las empleadas ya habían comenzado a traer los obsequios.

—Aquí están los regalos, señora —comentó una de las empleadas mientras se acercaba con varios paquetes.

—Por favor, llévenlos a la habitación de Isabel —instruyó Carmen.

En ese instante, escuchamos el sonido de un coche acercándose. Carmen y yo nos miramos, conscientes de que el momento tan esperado estaba por llegar. Isabel estaba de regreso.

—¡Corre!, corre! Llévalos todos a la habitación —le pedí a la empleada, instándola a apresurarse.

—¡Es ella! —exclamó Carmen, su entusiasmo era evidente en cada palabra.

Nos apresuramos hacia la puerta principal, el corazón rebosante de expectación. Al abrir la puerta, nos encontramos con la imagen de Isabel que descendía del coche, una sonrisa brillante iluminando su rostro y llenando el aire de alegría.

—¡Mamá! ¡Papá! —gritó Isabel, lanzándose hacia nosotros con los brazos abiertos.

La envolvimos en un abrazo apretado, sintiendo esa inmensa satisfacción y felicidad que solo se experimenta al tener a un ser querido de regreso en casa.

—Bienvenida a casa, hija —le dije, dejando que mi voz temblara un poco por la emoción acumulada.

—Te hemos extrañado tanto, Isabel —comentó Carmen, mientras las lágrimas de alegría comenzaban a brotar de sus ojos brillantes.

—Yo también los he extrañado mucho —respondió Isabel, abrazándonos con aún más fuerza, como si sus brazos quisieran envolvernos en un cálido refugio.

En ese preciso instante, Giselle apareció bajando las escaleras. Su apariencia era un poco más cuidada que antes, pero su rostro mostraba claramente una expresión de desdén y desagrado.

—Hola, Isabel —saludó Giselle, tratando de emplear un tono cordial que, sin embargo, no lograba disimular completamente el resentimiento que ocultaba.

—Hola, Giselle —respondió Isabel, esbozando una sonrisa sincera y amable—. Me alegra mucho verte.

—Sí, claro —murmuró Giselle, mientras se daba la vuelta para mirarnos—. Bueno, ya cumplí con mi parte. Ahora me voy a la fiesta.

—Giselle, por favor, quédate un poco más. Este es un momento importante para nuestra familia —le pidió Carmen, con un tono de súplica que denotaba lo mucho que deseaba que su hermana no se marchara.

—Lo siento, mamá, pero ya tengo otros planes. Nos vemos luego, adiós... hermanita —respondió Giselle, antes de salir por la puerta sin mirar atrás.

Un suspiro escapó de mis labios, intentando con todas mis fuerzas no dejar que la indiferencia de Giselle arruinara este instante que, para nosotros, significaba tanto.

—No te preocupes, Carmen. Nuestra presencia es suficiente. Debemos apurarnos, Isabel ya ha llegado —le indiqué, buscando mantener un ambiente optimista.

Carmen asintió y juntos llevamos a Isabel a su habitación, donde la esperaban los regalos. La sonrisa en su rostro al apreciar el esfuerzo que habíamos realizado hizo que todo valiera la pena.

 —Muchas gracias, mamá y papá. Esto es realmente extraordinario —comentó Isabel, con los ojos resplandecientes de alegría.

—Todo está hecho para ti, hija. Nuestro deseo es que te sientas como en casa —respondí, experimentando una profunda satisfacción.

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Total
Capítulos
1 El hotel
2 Lobas disfrazadas
3 Objeto sexual
4 Boda cancelada
5 ¡Hija ingrata!
6 El regreso de Isabel
7 Isabel del castillo
8 ¿ Porque me odias?
9 ¡Un idiota!
10 ¿ Porque él?, ¿Porque ella?
11 Frederick
12 Definitivamente ¡No!
13 El regalo
14 El trato
15 Sin sentimientos de por medio
16 Comprometidos
17 Los frenos
18 Mamá
19 El accidente
20 Estoy bien
21 Demasiado tarde
22 Lo que sea
23 Aprobada
24 Te ayudaré
25 Preparativos
26 El vestido
27 Pesadillas
28 ¿Qué ocultan ?
29 Primera impresión
30 Lección de humildad
31 Día decisivo
32 La mancha roja
33 La boda
34 Sola
35 Al mando
36 ¿Atracción?
37 Muestra de afecto
38 Conspiración
39 Culpabilidad
40 ¿Puedes caminar?
41 Deseo latente
42 ¿Alex?
43 Miradas que hablan
44 Momentos compartidos
45 “Cruella de vil ”
46 Cuidado y protección
47 La dualidad del corazón
48 Malentendido en el baño
49 Desprecio
50 En la mirilla
51 Con indiferencia
52 A propósito
53 Cicatrices del pasado
54 Detalle
55 Abrazó nocturno
56 La desesperación de Alex
57 Ultimátum
58 Ingenió y agilidad
59 Éxito
60 Bajo el agua
61 La hora de la verdad
62 Exponiendo a Frederick
63 Esencia eterna
64 Heridas invisibles
65 El peso de la culpa
66 Advertencia
67 Precauciones
68 Persecución fallida
69 Plan de huída
70 La caza comienza
71 Cautiva
72 En urgencias
73 Negociación
74 Desenlace fatal
75 El llegar del karma
76 Aflicción
77 La visita al hospital
78 Encanto y rubores
79 Tiempo juntos
80 Renovar nuestros votos
81 “Un hasta luego”
82 Irremplazable
83 Reencuentro
84 Compromiso
85 Sorpresas
86 Entregarme a ti
87 Despertar imprevisto
88 El regalo perfecto
89 Complicidad en la cocina
90 La sesión de fotos
91 La última noche
92 Juntos para siempre
93 Noche de bodas
94 Un día de emociones
95 La revelación
96 Extra: Dulce espera del nacimiento
Capítulos

Updated 96 Episodes

1
El hotel
2
Lobas disfrazadas
3
Objeto sexual
4
Boda cancelada
5
¡Hija ingrata!
6
El regreso de Isabel
7
Isabel del castillo
8
¿ Porque me odias?
9
¡Un idiota!
10
¿ Porque él?, ¿Porque ella?
11
Frederick
12
Definitivamente ¡No!
13
El regalo
14
El trato
15
Sin sentimientos de por medio
16
Comprometidos
17
Los frenos
18
Mamá
19
El accidente
20
Estoy bien
21
Demasiado tarde
22
Lo que sea
23
Aprobada
24
Te ayudaré
25
Preparativos
26
El vestido
27
Pesadillas
28
¿Qué ocultan ?
29
Primera impresión
30
Lección de humildad
31
Día decisivo
32
La mancha roja
33
La boda
34
Sola
35
Al mando
36
¿Atracción?
37
Muestra de afecto
38
Conspiración
39
Culpabilidad
40
¿Puedes caminar?
41
Deseo latente
42
¿Alex?
43
Miradas que hablan
44
Momentos compartidos
45
“Cruella de vil ”
46
Cuidado y protección
47
La dualidad del corazón
48
Malentendido en el baño
49
Desprecio
50
En la mirilla
51
Con indiferencia
52
A propósito
53
Cicatrices del pasado
54
Detalle
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57
Ultimátum
58
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59
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Bajo el agua
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63
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65
El peso de la culpa
66
Advertencia
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Precauciones
68
Persecución fallida
69
Plan de huída
70
La caza comienza
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Cautiva
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En urgencias
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Negociación
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Desenlace fatal
75
El llegar del karma
76
Aflicción
77
La visita al hospital
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Encanto y rubores
79
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80
Renovar nuestros votos
81
“Un hasta luego”
82
Irremplazable
83
Reencuentro
84
Compromiso
85
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86
Entregarme a ti
87
Despertar imprevisto
88
El regalo perfecto
89
Complicidad en la cocina
90
La sesión de fotos
91
La última noche
92
Juntos para siempre
93
Noche de bodas
94
Un día de emociones
95
La revelación
96
Extra: Dulce espera del nacimiento

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