18. Sorpresa familiar

...CHESTER:...

Estaba tan apretado que tenía temor de embestir con demasiada fuerza. Tiffany estaba tan sonrojada y temblorosa. Me besó mientras me quedaba quieto después de sumergirme casi por completo.

No quería lastimarla, ni por accidente.

— Deberías empezar a moverte un poco — Sugirió, con voz atorada, tocando mi rostro, me encontré con su mirada brillante en la oscuridad de la habitación — No te preocupes, se siente bien, no siento dolor, me gusta. Me siento llena... Estar unida a ti es como tocar el cielo.

Era tan delgada, su cuerpo tan fino y yo era demasiado grande, con un cuerpo que pesaba más de una tonelada.

Retrocedí un poco y volví a entrar con lentitud. Su interior se aferró más a mí.

Soltó un gemido, cerrando sus ojos.

Volví a moverme y su cuerpo se estremeció.

Jadeó.

Al menos eso era buena respuesta.

Después de probarla, estuve convencido de que ella disfrutaría mucho de ser poseída, que a pesar de que ese desgraciado le hiciera daño, ella podía abrirse para mí. No hubiera podido soportar que mis caricias le hicieran mal.

Tiffany tocó mi pecho y me besó, notando mi cambio de humor.

— Hazme el amor — Susurró y los impulsos me dominaron.

Me giré, colocándome de rodillas sobre la cama, elevé sus caderas y las acerqué.

Me sumergí hasta el fondo y se arqueó, soltando otro abrupto gemido.

Enterró las manos en las mantas mientras yo sacudía mis caderas en un vaiven lento, sintiendo una deliciosa tensión en mi miembro, exprimiendo con su interior.

Se sentía tan cálido, tan suave y húmedo.

No dejé de observarla mientras lo hacía, sacudió sus caderas mientras nuestros jadeos llenaban la habitación, mientras el placer escalaba.

A pesar de que ella se desesperaba cuando su cuerpo le exigía más fricción, me mantuve con un ritmo lento y profundo.

La elevé y rodeó mis hombros con sus brazos, enterré las manos en mis glúteos, el sudor rozó nuestra piel, ella se aferró a mí y colapsamos al mismo tiempo.

...****************...

A pesar de lo ocurrido no pude dejar de lado mi furia, quería hacer algo al respecto, hacer pagar tanto sufrimiento, no podía permitir que aquello se quedara así.

Al día siguiente me levanté temprano, dejando a Tiffany descansar entre las mantas arrugadas y las almohadas esparcidas.

Hice mis labores antes de enfrascarme con el desayuno.

No me agradaba nada tener que lidiar con está rabia sin poder aligerarla. Tiffany se preocupaba por mí, pero yo no podía ignorar que esos desgraciados seguían haciendo lo mismo a otras.

La peor de todas era su madre ¿Cómo podía permitir tales abusos en contra de su propia hija?

Y pensar que la pobre quedó en cinta gracias a ese acto aberrante en su contra, para más sufrimiento la obligaron a abortar haciendo que casi muriera.

No podía dejar de pensar en eso.

— Buenos días, no me despertaste — Dijo Tiffany, entrando a la cocina y me giré mientras agitaba una cuchara en la olla.

— Necesitabas descansar.

— ¿Me veo cansada?

Todavía estaba en camisón, los mechones cortos un poco despeinados y el rostro embriagado por hacer el amor.

Sus pies estaban descalzos y se me volvió a endurecer.

Una sola vez no era suficiente.

Solía hacerlo duro y también varias veces.

Pero, no quería lastimarla.

Llegó a mi lado y me abrazó.

Tenía las mejillas sonrojadas y se peinó un poco el cabello.

— Supongo que si me veo desarreglada.

— Te ves hermosa.

Bajó su mirada y notó mi abultamiento.

— Ya me convencí de que sí — Se rió y me palpó por encima de la tela — Ésta cosa grande tiene mucha energía, aunque no quiso moverse como su dueño quería — Alejé su mano.

Estaba un poco sorprendido por su actitud atrevida, pero seguramente fue así antes de que le apagaran su luz. No quería volver a pensar en eso, pero no dejaba de atormentarme.

— Hay que desayunar — Ma aparté un poco.

— ¿Por qué tan incómodo? — Preguntó, con las cejas arqueadas — Podemos volver a la cama después del desayuno.

— No, tengo labores que hacer y tú tienes que descansar...

— No me siento cansada — Gruñó, cruzando sus brazos — Quiero más... Se siente muy rico... — Su sonrojo aumentó, mordió sus labios y apreté mi mandíbula.

— ¿No quedaste satisfecha?

— Sí, pero tu me gustas tanto y eres tan... — Toqueteo mis músculos, observando hacia arriba para dar con mi rostro, se pegó a mí — Me encantas.

Recordé lo que me confesó sobre Sebastian y no podía evitar los celos.

Tragué con fuerza.

— Lo sé, pero tengo asuntos que atender.

— ¿No podrías hacer una excepción por mí? — Hizo un mohín mientras pasaba sus dedos por mis pectorales.

Solté un gruñido bajo.

— Tienes que comer, te prometí alimentarte.

— Puedes alimentarme de las dos formas — Rodeó mi cuello y se colgó de mí — Estoy muy ansiosa.

— No, no hasta después de desayunar y que atienda mis obligaciones — Gruñí y frunció el ceño.

— No me parece justo... Yo...

Le di un beso corto.

— Valdrá la pena, pequeña. No quiero agotarme para poder terminar las cosas a tiempo.

— No eres un hombre débil, eres fuerte... Sé porque te controlas — Se separó de mí y sonrió — Ya te dije que estoy bien — Tomó mi mano — Pero, entiendo tu preocupación, gracias por ser tan considerado conmigo.

— Eres mía ahora y tengo que cuidarte.

Besé su mano.

— ¿Y cuándo nos casaremos? — Elevó una ceja — Recuerdo que me habías hecho una propuesta, no voy a permitir que me tengas aquí sin un enlace matrimonial. No seré tu amante, quiero ser tu esposa y que ya no tenga que preocuparme por Merida u otra mujercita.

— Pronto — Dije, nervioso, volviendo la atención a la comida sobre la estufa — Necesitaré un poco de tiempo para organizar todo.

Se rió y elevé una ceja.

— No sabía que podía hacer que te pusieras nervioso.

— Siempre lo logras — Confesé — Es solo que ahora se me hace más difícil ocultarlo.

— Todos los hombres se verían así de guapos si mostraran sus emociones como tu.

— Prefiero que no lo hagan, no quiero tener competencia — Volví a mi expresión seria y rió de nuevo.

— No seas celosos, solo puedo pensar en ti — Rodeó mi brazo — Muchas más después de que me hicieras el amor, ya quiero probarte como tu lo hiciste anoche, lamer...

Me atragante y empecé a toser.

— Mejor deberías sentarte, ya está listo el desayuno.

Se apartó, con expresión pícara.

Tomó asiento.

— Soy tan afortunada de tener a un príncipe que me cuide, me alimente, me cocine y me compre ropa — Dijo, tomando una uva del tazón de la mesa, se la llevó a la boca.

— Mi hermano Sebastian no hubiese hecho nada de eso por ti, ni siquiera sabe prender una leña — Serví la sopa y también las tortillas, las coloqué frente a ella.

— Él nunca me miró con otros ojos que no fuesen de un pariente, nunca me tomaría como esposa porque éramos primos y eso hubiese sido sumamente escándaloso... Además, yo era demasiado atrevida para él y muy pequeña de edad también, fue más una ilusión mía, de niña lo veía como un príncipe — Tomó una cuchara.

— Pero, él se casó con una mujer de tu edad.

— Si, Lady Emiliana Roster, la joya de los bailes.

Ahora que lo pensaba, el conde que visitó al duque Edward hace aproximadamente tres años, era de apellido Roster, debía ser familia.

— Me alegra que no se hubiese fijado en ti, no hubiese tenido oportunidad de tener su atención.

Chasqueó la lengua — Si te hubiese considerado atractivo y mucho más que a él, las mujeres que no te vean con deseo y atracción deben ser ciegas, eres un hombre que no se consigue fácilmente, no solo por tu físico, también por tu forma de ser. De hecho, me extraña que esas tres campesinas no hayan vuelto para tratar de conquistarte con sus alimentos — Estrechó sus ojos y resoplé.

— Las campesinas no pueden aspirar a mucho, era un hombre solitario y soltero, simplemente estaban tratando de tener una oportunidad.

Soltó una risa irónica — Como si tú atractivo no ayudara ¿No te has visto en un espejo?

— Ser modesto en una virtud — Me encogí de hombros — No me gusta alardear de que tengo lo que muchos hombres no tienen, si tuviera un título sería perfecto.

— No necesitas un título para ser perfecto. Eres un terrateniente, puedes competir fácilmente con cualquier lord, aunque la aristocracia no suele aceptar a personas sin título, si tienes tierras ya eres alguien dentro de la sociedad — Empezó a comer de forma salvaje, tenía demasiada hambre y no quería aceptarlo — Si te casas conmigo pasarás a ser un lord.

Me senté a comer — No me voy a casar contigo por eso, no me interesa los títulos.

— Lo sé — Dijo, con la boca llena — Pero así son las leyes...

— Me voy a casar porque quiero tenerte a mi lado por mucho tiempo y porque quiero protegerte.

— ¿Protegerme? — Se sintió curiosa.

— Estuve pensando mucho esto... Tu familia y esa monja, no van a quedarse quietos hasta que encontrarte, por eso es mejor que nos casemos, por si llegan a dar contigo... Si fueron capaz de abandonarte y tu madre de hacerte mal, pueden tratar de dañarte con lo de tu virtud perdida — Gruñí, tocando su mano — Si nos casamos, no podrán usar eso en tu contra.

— Cierto, es verdad, debemos casarnos cuanto antes.

La puerta fue golpeada y nos tensamos.

Tiffany se sintió con miedo y me levanté.

— Quédate aquí, yo iré a ver — Dije y salí de la cocina.

Entré en la sala y luego me aproximé a la puerta, preparándome para golpear al que estuviera detrás.

Abrí la puerta con cuidado y elevé mi puño para golpear.

— ¿Qué es esta clase de recibimiento? — Gruñó mi padre, deteniendo mi puño a centímetros de su rostro.

Abrí mis ojos como platos.

— William... ¿Qué haces aquí?

— Esta también es mi casa — Gruñó, entrando con todo y valijas.

Una pequeña pelirroja entró corriendo.

— Tío Chester — Saludó, abrazando mi pierna — Te extrañé mucho — Elevó su rostro, sonriendo — Eres un gigante, esta pierna es muy grande.

— Oh... ¿Gingerline?

Elevé la mirada hacia mi padre.

— ¿Qué haces con ella...

— ¿No me vas a saludar? — Gruñó Sebastian, entrando también, traía un saco y un sombrero, igual al de mi padre.

Ya eran tan cercanos para vestir casi igual.

— Sebastian.

Se aproximó y me abrazó, dándome palmadas en la espalda.

— Me alegra verte.

— A mí también — Me aparté de forma incómoda.

Lady Emiliana entró, con un pequeño de cabello negro en los brazos.

— Buenos días ¿Cómo está señor Chester?

Incliné mi cabeza — Muy bien ¿Cómo se encuentra lady Emiliana?

Se aproximó y me dió un beso en la mejilla.

El bebé balbuceó algo. Era un pequeño como de un año.

— Bien, él es tu tío Chester, Chester él Emiliano.

— Hola, pequeño un gusto conocerte — Toqué su cabeza.

Lady Celia también entró.

— Chester, un gusto verte — Me dió un beso en cada mejilla, la dama se veía muy bonita a pesar de su edad.

— Mi lady, igualmente, es un gusto.

Observé a todos — Vaya ¿Han venido a visitarme?

— Así es, William mencionó que volvería y aprovechamos el viaje para venir a visitarte, también para pasar por la propiedad de Leandro — Dijo Sebastian — Espero que no te moleste.

— En lo absoluto, no me molesta para nada que vengan a visitarme — Comenté, observando a mi padre — He estado demasiado ocupado para ir a la costa, lamento que tenga que venir.

— No hay ningún problema, disfrutamos del viaje — Dijo mi padre y los demás asintieron — Sobre todo Gingerline, estaba muy emocionada por venir a verte a ti y a los animalitos.

— Si, me gusta Slindar — La niña dió brinquitos de emoción — El tío Chester me levanta en sus brazos y me hace volar.

— Has crecido mucho, Gingerline, creo que estás tan grande que no podré levantarte — Acaricié su cabeza cuando volvió a abrazar mi pierna.

— Tu eres fuerte.

Escuché unos pasos y Tiffany apareció en camisón.

Me tensé cuando abrió sus ojos como platos ante las miradas de todos.

— ¿Tiffany? — Dijeron Sebastian y su madre al mismo tiempo.

— ¡Tía, Sebastian! — Jadeó con sorpresa, avergonzada por andar en ropas tan reveladoras.

Más populares

Comments

Sara Ramírez

Sara Ramírez

Autora cada vez más emocionante y se supera más me preguntó que les dirá Chester a su papá y me imagino que se va a poner celoso de Sebastián.Tal vez Tiffany se abra con Emiliana y su tía y Chester con su papá y Sebastián se viene lo bueno ,por favor autora regalemos un capítulo más no nos deje con ansias.

2024-12-24

1

Sandra Haydee Moraga Muñoz

Sandra Haydee Moraga Muñoz

que capitulo más emocionante,creo que ahora Tiffany sacará esa personalidad extrovertida y que pone nervioso a mi guapetón....ya está la familia no falta nada para que se casen y luego hacer sufrir a esos desgraciados que se dedican hacer daño...
más capitulos por favor...nos debes el de ayer 😂😂😂

2024-12-24

2

Guadalupe Vargas Casarrubia

Guadalupe Vargas Casarrubia

Yo fuera Chester no dejo entrar a la mujer que culpa de ella mi madre no fue feliz porque mi padre seguía enamorado de ella. Lo que quería William quedarse con Celia William ama más a su hijo de Sebastián porque es de su amor que Chester

2024-12-24

1

Total
Capítulos
1 1. Bajo los hábitos
2 2. Una monja furtiva
3 3. Sin cadenas
4 4. Montando hacia el palacio
5 5. Lucha interna
6 6. Las lecciones
7 7. Sorpresas inesperadas
8 8. Reencuentro familiar
9 9. Un sutil atrevimiento
10 10. Los besos robados
11 11. Intrigas
12 12. Evasiones
13 13. Entre mano
14 14. Las horribles mentiras tienen peso
15 15. La otra cara de la moneda
16 16. Un rencor que despierta
17 17. Sanando en cuerpo y alma
18 18. Sorpresa familiar
19 19. Aclarando mal entendidos
20 20. Plática de padre e hijo
21 21. Rienda suelta al deseo
22 22. A punto de ser descubiertos
23 23. Escape temporal
24 24..La víbora tras la puerta
25 25. Alejando a la harpía
26 26. Tarta de amor
27 27. Oferta sucia
28 28. Preparando la boda
29 29. Secretos de la nobleza
30 30. Conversación entre hermanos.
31 31. El casamiento
32 32. Celebrando el casamiento
33 33. Un nuevo comienzo
34 34. Luna de miel
35 35. Un padre desesperado
36 36. La madre que no debió ser
37 37. La impostora
38 38. Golpes de justicia
39 39. Los dos bárbaros
40 40. El plan
41 41. El plan II
42 42. Confesiones de una impostora
43 43. Una nueva misión
44 44. Camino al convento
45 45. Dentro de los muros
46 46. Disfrazados
47 47. Ardua búsqueda
48 48. Gato encerrado
49 49. El regreso
50 50. Esperanzas y sonrisas
51 51. La luz al final del túnel
52 52. Apresados
53 53. Libertad y paz
54 54. El destino favorece
55 55. Reencuentro materno
56 56. Bendiciones que se suman
57 57. Oro, el tesoro.
58 EPÍLOGO
Capítulos

Updated 58 Episodes

1
1. Bajo los hábitos
2
2. Una monja furtiva
3
3. Sin cadenas
4
4. Montando hacia el palacio
5
5. Lucha interna
6
6. Las lecciones
7
7. Sorpresas inesperadas
8
8. Reencuentro familiar
9
9. Un sutil atrevimiento
10
10. Los besos robados
11
11. Intrigas
12
12. Evasiones
13
13. Entre mano
14
14. Las horribles mentiras tienen peso
15
15. La otra cara de la moneda
16
16. Un rencor que despierta
17
17. Sanando en cuerpo y alma
18
18. Sorpresa familiar
19
19. Aclarando mal entendidos
20
20. Plática de padre e hijo
21
21. Rienda suelta al deseo
22
22. A punto de ser descubiertos
23
23. Escape temporal
24
24..La víbora tras la puerta
25
25. Alejando a la harpía
26
26. Tarta de amor
27
27. Oferta sucia
28
28. Preparando la boda
29
29. Secretos de la nobleza
30
30. Conversación entre hermanos.
31
31. El casamiento
32
32. Celebrando el casamiento
33
33. Un nuevo comienzo
34
34. Luna de miel
35
35. Un padre desesperado
36
36. La madre que no debió ser
37
37. La impostora
38
38. Golpes de justicia
39
39. Los dos bárbaros
40
40. El plan
41
41. El plan II
42
42. Confesiones de una impostora
43
43. Una nueva misión
44
44. Camino al convento
45
45. Dentro de los muros
46
46. Disfrazados
47
47. Ardua búsqueda
48
48. Gato encerrado
49
49. El regreso
50
50. Esperanzas y sonrisas
51
51. La luz al final del túnel
52
52. Apresados
53
53. Libertad y paz
54
54. El destino favorece
55
55. Reencuentro materno
56
56. Bendiciones que se suman
57
57. Oro, el tesoro.
58
EPÍLOGO

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play