Mi tío llegó a la casa y nos contó como se enteró de la vida de Luis Ernesto, me pidió que hablara con Alejandro que tenía mucho que contar para que yo supiera todo, le dije que no sabía de él, que cuando me llamo, yo no grave su número, me dijo que estaba al llegar ya que tenía que enterrar a Ernesto, y la policía pidió a un familiar, que llegaba hoy y que el me buscaría para hablar de muchos secretos que yo tenía que conocer, solo le dije a mi tío, que yo había vivido en una gran mentira, y me respondió, esa tu la volverás una gran verdad lejos de tanta suciedad.
Eran las 12,30 del mediodía el tío Luciano me llamo para que fuera a su casa, que Alejandro quería hablar conmigo antes de irse definitivamente, yo le dije que ya salía para allá, que me esperará, le conté a mi madre y a mi mujer y salí rumbo al encuentro con un ayer que me hacía daño, pero que tenía que ponerle punto final, para seguir también mi camino con mi familia, lejos de tanto odio y maldad.
Llegó a la mansión Luao y me recibe mi tío y me dice qué pasé Alejandro te espera, yo le pido a mi tío que este conmigo y este me dice yo voy a estar presente, no te puedo dejar solo, hay cosas muy duras de las que te vas a enterar.
Entro y veo a Alejandro, con la cabeza gacha tomando una taza de café al verme se pone de pie y me saluda, yo me acerco y le doy un abrazo, el me lo corresponde y me dice cuánto lo necesitaba, de esta falsa familia donde nos criamos solo nosotros dos estamos limpios.
-Hijo, siéntate para que comiences a escuchar toda la verdad de tu padre y hermano, creo que faltará tiempo para que conozcas esta historia, yo llamaré a tu madre para decirle que estás aquí, para que no se preocupe.
-Soy todo oído, puedes comenzar.
-Te pido que no me interrumpan, si quieres saber algo lo haces al final.
-Quiero que sepas, que nunca estuve de acuerdo como nuestro padre te trataba, cuando te casaste y te fuiste del viñedo, nuestro padre pensó que regresaría pidiendo perdón y humillandote por volver, pero como que te trago la tierra, no supimos más de ti, hasta el día que Eleonora te vio en el centro comercial, andabas de compras, papá pregunto que andabas haciendo y Eleonora contó que tus hijos se graduaban y andaban de compras, el solo dijo y esos muertos de hambre tienen con qué, todos nos quedamos en silencio ante tal afirmación, luego Eleonora, dijo yo los voy acompañar en ese acto, ellos merecen conocer a su familia, lo voy hacer por Luis Felipe y Guillermo contesto, voy para restregarle en la cara su pobreza, aquí al menos tenía un plato de comida, esas fueron sus palabras.
Dos días después cuando le preguntamos, como les había ido nos contó que los invitaste a un caro restaurante de la franquicia Luao y no pagaste nada, de todo lo que comieron y bebieron, que de seguro habías quedado hipotecado o eras el sirviente de ellos. Que trataste de presumir lo que no tenías, que el te iba a desenmascarar, esas fueron sus palabras, pero Eleonora dijo eso es mentira, realmente ellos han progresado lo que pasa es que te duele no haberlo humillado como querías tu hijo te ha dado una lección, esas palabras de Eleonora molestaron mucho a nuestro padre.
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