Capítulo 18 - Segundo control prenatal

1 mes más había pasado, durante este mes no había salido casi del departamento, ya que casi todos los días vivía con náuseas, a cualquier lado que iba sentía olores y se me revolvía el estómago provocándome vómitos

Emiliano comenzó a venir al departamento de Sofía de visitas casi todos los días, los primeros días fue una tortura por su perfume, hasta que le dije que no viniera más si se seguía echando perfume, por lo que comenzó a venir sin perfumes encima y eso era más llevadero

Teníamos una muy linda amistad y me hacía muy bien su compañía, pero solo lo veía así, como un amigo, ya que siempre tenía a Leo en mí mente y aunque ya no me dolía tanto nuestra separación, aún lo recordaba demasiado

De Leo no he sabido nada, no lo he llamado aún para contarle sobre el embarazo, estoy buscando el momento indicado para decirle, además que hace dos días fue nuestro aniversario de casados y me he sentido mal emocionalmente y por eso no he querido llamarlo.

Hoy tenía mí segundo control prenatal, ya que él primero lo tuve en Río cuando me enteré que estaba embarazada

Me encontraba preparándome para ir al hospital, Sofía ya se había ido y yo tomo mí bolso y salgo del departamento a tomar un taxi para ir al hospital

Al llegar subo las escaleras hasta el segundo piso donde se encontraba maternidad, ya que él ascensor estaba fuera de servicio por reparaciones

Al llegar al segundo piso me anuncio en admisión y luego me siento a esperar hasta que la doctora me hace pasar al consultorio

— Buenos días señorita Steel, tomé asiento por favor — me dice la doctora

— Buenos días doctora — digo tomando asiento

— Bien Carol dime qué te anda pasando? — me pregunta

— Venia a un control prenatal, hace poco más de un mes me enteré que estaba embarazada, el primer chequeo me lo hicieron en Brasil, ya que ahí me enteré de mí embarazo, pero como yo vivo aquí, pues vine a qué usted lleve el resto de mí embarazo — le digo explicándole todo

— De acuerdo, dime sabes de cuantas semanas estás? — me pregunta

— Bueno, supongo que ahora debo de estar entre los 10 u 11 semanas — le digo sacando cuentas

— Bien, recuestate en la camilla y levántate la blusa, vamos a hacerte una ecografía para ver al pequeñito — me dice la doctora y yo me acuesto y hago lo que me dice

La doctora me coloca el gel en el vientre y luego comienza a pasarme el aparato de un lado para el otro

— Bueno Carol, efectivamente estás de 11 semanas de gestación, hasta el momento viene creciendo bien, quieres escuchar su corazoncito? — me pregunta y yo emocionada asiento con la cabeza

De pronto se comenzaron a sentir los latidos de mí bebé desde el computador y mis lágrimas comenzaron a salir de la felicidad que sentía

— Deseas que grabé la ecografía para tenerla de recuerdo? — me pregunta

— Eso se puede hacer? — le pregunto emocionada y feliz

— Claro que se puede, dame un segundo — dice la doctora sacando un CD de un cajón e insertandolo en el computador, comenzó nuevamente a reproducir el sonido de los latidos del corazón de mí bebé y unos minutos después lo apagó

— Listo Carol, puedes levantarte — me dice pasándome una servilleta de papel para que me limpiara el gel de mí vientre — ten aquí tienes la ecografía grababa, cada vez que vengas a los próximos controles traes nuevamente el CD y así podremos grabar las próximas ecos — me dice entregandome el cd en un sobre

— Muchas gracias doctora — digo con una felicidad inmensa que no podía ocultar

— Bien, como has llevado el embarazo hasta ahora? has tenido algún síntoma? — me pregunta

— La verdad la he pasado muy mal, todo lo que cómo me produce vómitos, solo las manzanas y las fresas son las que mí cuerpo tolera, así que estoy comiendo solo eso, los olores también me producen náuseas y vómitos, por lo que casi no salgo de mí casa para evitar sentir olores, la doctora del hospital de Brasil me recetó unas gotas pero no me han hecho mucho efecto — le explico cómo estuve desde que supe del embarazo hasta ahora

— Si eso es normal, hay veces que las gotas no cumplen su funcionamiento cuando las náuseas o los vómitos son muy fuertes o continuos, lo mejor es que sigas así como vienes por lo menos hasta que entres al segundo trimestre del embarazo, sigue cuidándote y cualquier cosa vuelves antes, sino nos vemos dentro de un mes para tu próximo control — me dice

— De acuerdo doctora, muchas gracias — le digo levantándome de la silla y despidiendome para luego salir del consultorio

Iba feliz sonriendo mientras observaba el cd que la doctora me había dado, aún no podía creer que podría ver a mí bebé y oir su corazoncito las veces que yo quiera al tenerlo en un cd

Iba tan distraída por la felicidad que sentía hasta que chocó con alguien justo al pie de las escaleras

— Por qué no te fijas por dónde caminas — me dice la mujer enojada hasta que levanto mí cabeza para observarla y no puede ser, es esa mujer, la que estuvo o esta con Leo

Al igual que yo, ella también me reconoce y por su cara no le agradó encontrarme aquí

— Pero mira nada más, nunca imaginé que justo hoy me cruzaría con la cornuda — dice riéndose

— No me molestes y hazte a un lado para poder pasar — le digo ignorando sus provocaciones

— Que? estás resentida por qué Leo decidió quedarse conmigo y con nuestro hijo? — sigue echando veneno, pero no caeré en sus provocaciones — por qué no dices nada? te duele haber sido la cornuda y que ahora él este a mí lado y durmiendo en la misma cama que yo?

— Basta, te dije que no me importa, dejá de molestarme, no me interesa lo que hagan, al fin y al cabo él se conforma con cualquier bicho que se le cruza, así que solo hazte a un lado — le digo intentando pasar por su lado para bajar las escaleras

— Maldita perra que me dijiste? — dice tomandome de los pelos

— Ahhh que haces estúpida, sueltame — le digo soltandome de su agarre e intentándo darle una bofetada pero antes de golpearla alguien toma mí brazo de forma brusca

— Que demonios crees que haces? — era Leo detrás de mi que me miraba enojado

— Leo, ella quiso golpearme por qué dice que por mí culpa y la de nuestro hijo ustedes se divorciaron, yo intenté explicarle pero no me quiso escuchar y solo quería golpearme — le dice la maldita a Leo fingiendo tristeza

— Maldita mentirosa, yo no dije eso, dile la verdad — digo enojada intentándo soltarme del agarre de Leo para golpearla por mentirosa

— Que te pasa Carol? entiendo que estés resentida y dolida por lo nuestro, pero ella no tiene la culpa, ella lleva a mí hijo en su vientre, y si le pasa algo por tu culpa te mato — me dice enojado

— Que te pasa a ti? en verdad le crees a ella y no a mí? — pregunto enojada

— Yo creo en lo que vi, y lo que vi es que tu le estabas por pegar, así que no intentes mentir — me dice y mí decepción se hace presente

— Sueltame, tu eres la misma escoria que ella, al fin de cuentas los dos son tal para cual, cortados con la misma tijera — le digo haciendo fuerzas para que me suelte el brazo y así poder irme

— Ayyy me duele, Leo me duele mucho el vientre — dice ella en su acto de víctima fingiendo llorar mientras se sostenía el vientre

— Hay por dios, que mentirosa si ni siquiera te he tocado — le digo por su show barato

— Largate de aquí Carol vete — dice Leo enojado empujandome, pero al estar yo sobre el pie de las escaleras perdi el equilibrio cayendo de la misma

Comencé a girar y a girar mientras me golpeaba por todos lados hasta terminar en el final de las escaleras.

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