Compra el 30% de las acciones.

El fin de semana fue estupendo, luego de la boda, Loren y Sebastián se fueron de Luna de miel por todas. Me divertí mucho con Juan y Anna. Sin embargo, no puedo negar que mi mente divagó ligeramente pensando en esos ojos verdes. El nombre de Cristopher rondaba por mi cabeza una y otra vez.

Me molesta lo que siento por él. Es un completo desconocido; nunca lo he visto en mi vida, entonces, ¿por qué mi corazón late tan fuerte sólo por él?

A primera hora de la mañana, Juan y Anna partieron hacia Londres. Al quedar sola, una sensación de soledad llenó el apartamento vacío. Intento despejar mi mente mientras camino hacia la cocina y me sirvo una taza de café caliente. Luego me dirijo a mi laptop.

Al abrir el correo, me encuentro con una bandeja llena de mensajes de mis padres. Los leo con detenimiento:

Sábado en la mañana:

~ Maite, Samanta nos dijo que estás en Corea. ¿Por qué no has venido a visitarnos?

Domingo por la tarde:

~ El martes en la noche es el cumpleaños número 50 de tu padre. Te esperamos en la celebración. Él ha estado muy enfermo últimamente y quiere verte.

Termino de leer los mensajes y cierro la laptop sin intención alguna de responder. Aunque en mi mente se libra una lucha interna, al final ellos siguen siendo mis padres.

En otra parte de la ciudad, en el último piso del edificio del Grupo Luming, un hombre imponente está sentado frente a un escritorio, observando una fotografía con una expresión helada. Ese hombre no es otro que Cristopher. No aparta la vista de la imagen ni siquiera cuando su asistente entra en la habitación.

—Marcelo, ¿tienes la información que te pedí? —pregunta con voz profunda.

—Sí, señor Orwell. Estuve investigando todo el fin de semana. Fue una tarea difícil... —comienza a decir Marcelo, pero es interrumpido bruscamente.

—Basta. Sólo dame la información y sal de aquí. No quiero que nadie me moleste —indica Cristopher, frío e impasible.

El asistente deja un sobre sobre el escritorio y se retira, cerrando la puerta tras de sí. Cristopher juguetea con el sobre entre sus dedos antes de abrirlo finalmente. Dentro, encuentra un informe detallado:

Informe

Nombre completo: Maite Villarreal Artenis.

Fecha de nacimiento: 15 de diciembre de 2001, Seúl.

Edad actual: 23 años.

Historia: A los 19 años escapó de su boda con el segundo hijo de la familia Romero. Días después, se mudó a Londres para iniciar su vida universitaria. Se graduó el 20 de septiembre de este año en Finanzas y Comercio Internacional.

Familia: No se tiene registro de interacciones desde el 20 de abril de 2020.

Relaciones: Su amiga más cercana es Loren, de la familia Musk. Fueron amigas desde la infancia y su amistad ha perdurado. En cuanto a pareja, tuvo un novio durante tres años. Tras la ruptura, se comprometió con el segundo hijo de la familia Romero. Actualmente, no hay registros de relaciones.

Reciente: El 23 de septiembre regresó a Corea y ahora vive en el complejo residencial *****. La semana pasada tuvo entrevistas de trabajo en el Grupo Atlas y en el Grupo Sul.

Una vez que Cristopher termina de leer el informe, toma el teléfono y marca un número.

—Marcelo, ven a mi oficina.

Pocos segundos después, Marcelo entra con algunos documentos en mano.

—Señor, estos son algunos contratos que necesita firmar.

—Déjalos ahí. Quiero que compres el 30% de las acciones del Grupo Atlas. Una vez que lo hagas, llama a la señorita Maite y dile que está contratada. Además, quiero que ella se encargue de todos los proyectos que tenga esa empresa con nuestra compañía.

Marcelo lo observa atónito. Es la primera vez que su jefe hace algo tan fuera de lo común por una mujer. Bueno, con la excepción de aquella chica de hace cuatro años.