Capítulo: Te vuelvo a encontrar

Día 10 de Diciembre

En su natural belleza,

Reside un encanto único,

Y en su mente seductora,

Se encuentra un atractivo espiritual que la hace incomparable.

—M. Hasmihel

.

.

Habían transcurrido varias semanas sin noticias de ella, y cada vez que su nombre cruzaba su mente, dejaba un sabor amargo. Él deseaba conocer más sobre su vida, anhelaba pasar veladas conversando sobre temas triviales, simplemente para entender su historia.

Se había sumergido en el trabajo, atendiendo cada solicitud de su sobrino con la esperanza de que la suerte le sonriera nuevamente. A pesar de sus esfuerzos, no había logrado lo que buscaba. También había salido con conocidos a bares y restaurantes, intentando despejar su mente, pero sin éxito en encontrar otra oportunidad de cruzarse con aquella fascinante mujer.

En ese momento, el sonido de la puerta de la oficina de Michael interrumpió sus pensamientos. Ante él se encontraba Charles, uno de los socios de la compañía y un buen amigo.

—"¿Cuál es el motivo de tu visita, Charles?" —preguntó Michael, restando importancia a la presencia de su amigo, quien tenía la costumbre de entrar sin avisar y moverse por el lugar como si fuera su casa.

—"Solo quería saber si has tomado una decisión sobre la inauguración de la nueva sucursal del Banco Kann"— respondió Charles.

—"Te mencioné que no estoy seguro de asistir, y supongo que vuelves a preguntar porque Félix y Arthur se excusaron contigo, ya que tienen otros compromisos hoy"— dijo Michael, consciente de que su amigo prefería no ir solo al evento.

—Claro, pero como CEO, es fundamental que asistas a este evento con uno de los bancos más importantes de la ciudad. No es bien visto que no estés presente, y es una excelente oportunidad para fortalecer relaciones. —

—Si por "relaciones" te refieres a conocer nuevas candidatas, no es algo que me interese en este momento. Ahora, por favor, déjame concentrarme en esto. —

—Entiendo, pero permíteme plantearlo de otra manera…

—Mira, no tengo tiempo para tus explicaciones. ¿Quieres compañía para el evento? Iré, solo porque recordé que me perdí uno de sus eventos recientemente. Ahora, por favor, retírate de mi vista. — dijo con irritación.

— "¡Ese es el espíritu!" exclamó, sintiéndose triunfante mientras salía de la oficina.

Al escuchar el cierre de la puerta, Michael dejó caer su rostro entre sus manos y soltó un profundo suspiro. Su amigo siempre buscaba estar en el centro de la acción, pero nunca quería ir solo. A sus 29 años, Michael anhelaba algo diferente. Durante su adolescencia, las fiestas eran constantes, pero ahora solo deseaba tranquilidad y una compañera de vida. Había enfrentado muchas pérdidas a una edad temprana, lo que le había brindado valiosas lecciones.

Decidió asumir la dirección de la empresa familiar, a pesar de que su padre aún gozaba de buena salud y era plenamente capaz de continuar en su puesto. Michael le había solicitado a su padre que le permitiera tomar las riendas, ya que necesitaba un enfoque que le mantuviera la mente ocupada.

Al principio, el padre se mostró reacio a la solicitud de su hijo. Sin embargo, tras reflexionar sobre las dificultades que había enfrentado, comprendió que lo más beneficioso para él sería mantenerse ocupado. Además, su otro hijo había manifestado que no tenía intención de hacerse cargo de la empresa, ya que sus aspiraciones iban más allá de dedicarse a la burocracia.

Este compromiso había sido su motor, la razón que lo mantenía en pie cada día: no defraudar a su familia. No obstante, en los últimos tiempos, había surgido en él un deseo más profundo, algo que trascendía el trabajo y las noches solitarias o acompañadas.

Ese anhelo se había arraigado en su corazón, llevándolo a soñar con construir un hogar junto a una mujer llamada Rayla.

..

Michael se había vestido con un elegante traje de lino en color crema para asistir al evento. Él y su amigo llegaron puntuales, encontrando a pocos invitados en el lugar. Como es habitual en los eventos de la familia Kann, el ambiente estaba impregnado de glamour y sofisticación, reflejando su estilo de vida lujoso y la razón por la cual han mantenido su posición de liderazgo durante tanto tiempo.

Michael tenía la intención de llegar temprano, entablar algunas conversaciones y retirarse antes de que la velada se prolongara demasiado, ya que no planeaba pasar toda la noche allí.

El señor Lewis Kann inició su discurso de la noche agradeciendo a todos los empleados que forman parte de su empresa, reconociendo su arduo trabajo diario que ha contribuido a posicionar a la compañía entre las mejores del sector. Su discurso incluyó algunas bromas para mantener al público entretenido, así como menciones a personas clave dentro de su organización.

—Quiero expresar mi agradecimiento a una joven que ha demostrado un compromiso excepcional en la gestión de nuestras finanzas, la evaluación de riesgos y el análisis económico. Gracias a su labor, hoy podemos anunciar la apertura de una nueva sucursal. Nuestra CFO, Rayla Harper, se dirigió a la audiencia antes de cederle la palabra.

—Así que su apellido es Harper —pensó para sí mismo, sonriendo mientras recordaba dónde trabajaba. —Impresionante—. No solo era atractiva, sino que también poseía una gran inteligencia y ocupaba un cargo de gran relevancia.

Sin duda, ella era la mujer que cualquier hombre desearía tener a su lado; era su igual, una verdadera profesional…

—¿No es la chica que no para de hablar? —susurró Charles, intentando captar la atención de su amigo.

Michael se encontraba completamente absorto en el discurso de ella, cautivado no solo por su apariencia, sino también por su intelecto. En su mente, no había duda de que debía hacerla suya.

Sin embargo, su burbuja de ensueño estalló cuando el señor Kann colocó su mano en la cintura de ella. Este gesto no pasó desapercibido para Michael, quien sintió una oleada de celos al ver cómo ella, con educación, se apartó de su agarre.

Michael había planeado esperar a que ella terminara su intervención para poder acercarse y presentarse nuevamente. Sus intenciones de retirarse temprano del evento se vieron frustradas por su presencia. No quería irse sin antes tener una conversación más profunda con ella, con la esperanza de conquistar su corazón.

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