Acuerdo

Franco de verdad que no sabe cómo funciona la mente de la hermosa mujer que tiene frente a él, pero parece tan segura que de verdad lo hace contemplar su propuesta aun en contra de su voluntad y su buen juicio,  después de unos minutos se sienta nuevamente considerando sus opciones, sabe que las consecuencias son todas muy malas, pero si lo piensa bien, la propuesta de Luciana no es del todo descabellada, ella no quiere que su padre se entere por lo que definitivamente cumplirá y será más fácil para el cuidarla, así que después de considerar todos los pros y contras decidí darle una oportunidad, al menos por ahora considera que es su mejor opción. Aunque sabe que Leonel va a poner el grito en el cielo cuando se lo diga, con toda la razón.

-          Digamos, solo digamos que decido aceptar tu propuesta, ¿vas a cooperar en todo, no habrá quejas, sugerencias, ni reclamos a las ordenes que de con respecto a la seguridad, lo seguirás todo al pie de la letra? – Pregunta Franco con clara incredulidad, después de decirlo en voz alta es imposible que ella cumpla con esas demandas.

-          Así es, será todo como tu digas. – Afirma Luciana con seguridad, aunque ni ella se lo cree, pero puede hacer el intento, cualquier cosa es mejor a que sus padres se enteren de lo sucedido, eso es seguro.

Franco la mira con claro gesto de incredulidad, pero decide confiar en ella, ya vera luego si se arrepiente, pero eso si le va a dejar las cosas muy en claro, no va a permitir que ella juegue con él.

-          Bien, aceptare, pero te lo advierto de una vez, a la primera que rompas con tu palabra, hablare con el presidente Dante de inmediato y te aseguro que no habrá santa Lucia que valga, ¿estamos?, no me importa si el presidente me culpa, asumiré las consecuencias de mi decisión, pero no dejare pasar ni una. – Declara Franco con firmeza, ya la formalidad con ella se fue por el caño, ahora son socios además de cómplices.

-          Es un trato. – Sonríe Luciana triunfadora extendiendo su mano, que es tomada por Franco, ¿qué más da?, piensa él en su interior, se va a arriesgar. Solo espera encontrar a la persona que está detrás de las amenazas lo más pronto posible. Antes de que a ella se le acabe la obediencia.

Una vez cerrado el trato, Luciana le pasa el sobre que Franco abre y juntos leen el contenido.

-          “Cuidado, te estoy observando Luciana Alame Alcalá”

Después de leer el contenido del sobre, muchas preguntas rondan sus mentes, pero es Franco el primero en romper el hilo de sus pensamientos.

-          ¿Tienes algún tipo de enemigo? – Pregunta Franco preocupado, al parecer no están hablando de novatos y la situación parece grave.

-          No que yo sepa, de hecho, es la primera vez que recibo este tipo de amenazas, bueno también es la primera vez que estoy en un país sola, pero se supone que nadie debería saber que estoy aquí, eso solo sería anunciado el día de la inauguración. – Responde pensativa Luciana, aunque es un poco espeluznante, ella no tiene miedo, sea quien sea el que está detrás de esto está segura que lo encontrará y se arrepentirá de meterse con ella.

-          Muy bien, me llevare esto, a lo mejor me lleva a algo, por ahora lo mejor es que se quede aquí y no salga por hoy, saldré un momento, pero activare todos los anillos de seguridad, en la noche revisaremos su agenda y se establecerá la seguridad, ¿entendido? – Prácticamente ordena Franco y aunque a Luciana le gustaría refutar no puede hacerlo, acaba de comprometerse sabe que él la tiene a su merced.

-          De acuerdo. – Se compromete a regañadientes, pero con una sonrisa que no engaña para nada a Franco, que ahora entiende la mirada de lástima que le lanzo el jefe de seguridad que venía con ellos antes de irse, Alfredo recordaba que era su nombre.

Por otro lado,

-          Señor todo se ejecutó según su pedido. – Le informan mientras este asiente tomando de su copa, ahora solo debe esperar para ver la reacción de Luciana, necesita presionar hasta que Dante Alame y Alexia Alcalá hagan acto de presencia, ese es su objetivo.

-          Mantén la vigilancia con mucho cuidado de no ser descubiertos, me imagino que ahora la seguridad será aún mayor, Luciana es muy terca pero no es tonta y ahora que vio una amenaza real será más cuidadosa. – Determina el hombre, mientras su empleado asiente y se marcha, debe actuar con cautela.

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