Despedida

- Mamá ya me repetiste todo unas 5000 veces, tranquila voy a estar bien, ya no te preocupes. – Se despide Luciana, pues Alexia lleva más de una hora recordándole que debe ser cuidadosa, comer a horas, cuidarse, no salir sin seguridad, actuar con prudencia, como si la misma Alexia alguna vez hubiera hecho caso a esas recomendaciones, Dante quien ha estado con ellas todo este tiempo solo escucha como su amada esposa le dice a su hija que no debería hacer haciéndosele un poco hipócrita de su parte, cuando ella misma jamás ha hecho caso de esas recomendaciones, pero obviamente no sería el quien se lo dijera.

- Ya cielo, déjanos ir por que se nos hará tarde y el piloto está listo hace un buen rato. – Les recuerda Dante con cariño, sabe que Alexia no quiere que Lu se vaya, pero no pueden hacer nada más que apoyarla, así que ya deben seguir con lo programado o se les hará tarde.

- Está bien, vigila que todo esté bien con la seguridad del edificio y no regreses hasta que estes seguro que Lu va a estar bien. – Ordena Alexia, despidiéndose de su terca hija, jamás creyó que pudiera haber en el mundo alguien más terca que ella y que justamente tendría que ser Luciana, a veces cree que es el karma.

- Entendido, no te preocupes me ocupare de todo y dejare totalmente instalada y segura a Lu. – Se compromete Dante con una sonrisa tranquilizadora hacia su esposa.

- Muy bien, Los amo cuídense. – Les da un beso a ambos Alexia ya para dejarlos partir, esperando que su hija este bien.

- No te preocupes mamá. Lu sabe cuidarse, además me tienes a mí para acompañarte. Te amo. – Dice Enzo para abrazar a su madre, no importa cuando peleen esas dos, se aman, y claramente se van a extrañar mucho, el también extrañara a su hermana, pero también sabe que ella tiene sueños por cumplir y ellos deben apoyarla.

El vuelo fue rápido pues ya estaba todo listo, Así que pronto estaban arribando al nuevo hogar de Luciana, ya el departamento estaba completamente listo, pues Dante ya había mandado decorar todo al gusto de su hija, la conoce perfectamente bien para saber todo lo que le gusta y que quedara totalmente encantada con él, como sucedió.

- Papá, esta hermoso, muchas gracias. – Grita emocionada Luciana mientras se le tira en brazos a su padre.

- Me alegra que te guste princesa, quiero que estes muy cómoda aquí y no te falte nada, esta vez es diferente, antes vivías con los abuelos y eso nos daba más tranquilidad además nadie conocía tu identidad, esta vez es distinto y por eso nos preocupa más tu seguridad a tu madre y a mí, así que por favor hija se cuidadosa sí. – Pide Dante apelando a los cielos, porque su hija sea prudente.

- Papi por favor ni que no me conocieras. – Dice Luciana con indignación, mientras Dante levanta las cejas mirándola con claro gesto de incredulidad, si es porque la conoce perfectamente que se lo dice.

- Lu, mejor ni me hagas hablar, en fin, mañana tengo unos asuntos que resolver, así que no te puedo acompañar a la nueva sede. – Se disculpa Dante, en realidad le gustaría ir con ella, pero estará un poco ocupado ya que él también tenía asuntos que resolver en el país del Norte, por lo que aprovecho el momento para matar dos pájaros de un tiro, instalar a Luciana y arreglar sus asuntos.

- No te preocupes papi, yo puedo ir sola, además mamá envió a Alfredo conmigo, mientras está listo lo de la seguridad. – Sonríe Luciana, sabe que su padre quisiera estar con ella el mayor tiempo posible, pero también extiende que está ocupado y que debe regresar pronto, pues sus asuntos no dan espera.

- Justamente hoy me reuniré con la empresa de seguridad que contrate, es la mejor del país, tiene muy buenas referencias, después de las investigaciones no tengo dudas que son confiables, así que hoy iré ya que van a asignar a la persona a cargo, creo que a más tardar mañana lo conocerás. – Explica Dante para añadir. – Estoy seguro que Alfredo quisiera sacarse un doble para estar contigo y con tu madre, pero como no puede, me lo llevare de regreso, es el único que puede con tu mamá. – Sonríe Dante, Alfredo es el único que puede predecir a Alexia cuando está a punto de cometer una imprudencia, pues sigue siendo igual de arrebatada que siempre.

- Jajajajajaj es verdad, pobre Alfredo, mamá es un caso. – Se ríe Luciana.

- Pero mira nada mas quien lo dice. – Refuta Dante poniendo los ojos en blanco, su esposa y su hija son igualitas, las dos hablan de la otra sin voltearse a ver, además que no sabe cómo no sufre del corazón con esas dos, que salen con cada cosa.