Capitulo 20: El Ultimo Aullido

La luna llena dominaba el cielo nocturno, pero esta vez brillaba con un tono rojizo, como si el universo mismo anunciara un desenlace trágico e inevitable. Los eventos de las últimas horas habían fragmentado a ascensio, tensiones no resueltas, secretos y la presión de las fuerzas oscuras que los rodeaban los habían dejado en el límite de sus fuerzas físicas y emocionales.

Ascensio, sumido en un conflicto interno que lo desgarraba entre su humanidad y su maldición, sentía una batalla librarse en su interior. Pero lo que ninguno sabía era que esta noche cambiaría sus vidas para siempre.

Ascensio, en el mar de sus recuerdos, veia una version niño de el, que avanzaba, cada paso parecía acercarlo más al borde de un precipicio invisible, a un lugar donde las leyes del mundo se rompían. Selene, que precenciaba como su amado estaba parado frente a ella, pretrificado, no entendia que era lo que estaba pasando, pero podia sentir que Ascensio sufria, queria evitar mirarlo directamente, temerosa de que su bestia interior pudiera romper el delicado control que mantenía.

"Pelea" murmuró,mientras se acercaba a el, y unas fuerzas invisibles la empujaban, alejandola, pero ella forcejaba, acercadose cada vez mas.

Mael, siempre vigilante, se mantuvo en lo alto del arbol. "¡NO TE ACERQUES A EL!."

"¡YO DECIDO QUE HACER, Y RESPONDO A LOS LATIDOS DE MI CORAZON!" respondió ella, con una determinación que contrastaba con su voz temblorosa. "Esto, todos los momentos que vivi, no puedo dejarlo solo... yo lo amo, es la unica persona en este mundo con la que quiero estar verdaderamente... y nadie me lo va a arrebatar"

Mael detuvo a su grupo, que estaba acechando en rededores, sus ojos estaban llenos de furia contenida. "No permitire que nadie interfiera..." y tras decir eso, salto detras de Selene, acercadose a ella, peleando contra las fuerzas invisible

Ella lo miró, pero antes de que pudiera responder, Ascensio habló. Su voz era profunda y ronca, como si proviniera de otra entidad. "Esta noche termina todo..."

Selene miró a Ascensio con preocupación. Sus palabras eran ciertas, pero algo en su tono la alarmaba. Había algo diferente en él esa noche, algo más oscuro.

Finalmente, el lugar se vio envuelto por completo por la luz carmesí de la luna. En el centro del altar antiguo, cubierto de musgo y sangre seca, estaban saliendo sombras que danzaban junto a los arboles  Al acercarse aun mas, la fuerza invisible parecía envolverlos con un agarre extremo, haciendo que el aire para Selene y Mael sea pesado.

Selene dio un paso adelante, pero de repente una figura emergió de las sombras. Era la mujer misteriosa.

"Idiotas," dijo con una sonrisa torcida. "Han hecho todo el trabajo por mí."

Antes de que nadie pudiera reaccionar, esta comenzó a recitar un conjuro en una lengua antigua. La tierra tembló bajo sus pies, y el altar comenzó a emitir una luz siniestra. Selene intentó detenerla, pero fue retenida por completo

"¿Qué estás haciendo?" gritó, intentando avanzar.

"No entienden," dijo la mujer, su voz llena de fanatismo. "Esto es una puerta. Y Ascensio es la llave."

Las palabras de ella resonaron en la mente de Ascensio. Sintió una oleada de poder recorrer su cuerpo, liberando a un monstruo que había mantenido encerrado durante tanto tiempo. Su transformación fue rápida y brutal, más violenta que nunca. Su cuerpo se alargó, sus garras se afilaron aun mas, y un rugido desgarrador salió de su garganta, haciendo eco en el bosque.

"¡Ascensio, no!" gritó Selene, intentando acercarse a él.

Pero no quedaba nada del hombre que ella conocía. El lobo la miró, sus ojos brillando con una mezcla de hambre y desesperación. Selene dio un paso atrás.

En un último intento por salvarlo, Selene lo miro con lágrimas corriendo por su rostro. "Sé que estás ahí, Ascensio. Sé que puedes luchar contra esto."

Por un instante, pareció que la humanidad de Ascensio resurgía. Sus garras temblaron, y un gemido bajo escapó de su hocico. Pero la bestia rugió, lanzándose hacia Selene.

El impacto fue rápido y brutal. Selene no luchó, no gritó. Simplemente cerró los ojos, recordando los momentos que habían compartido, aferrándose a ese amor incluso en la muerte.

Cuando todo terminó, Ascensio levantó la cabeza, cubierto de la sangre de la mujer que había amado. Soltó un aullido que resonó en el bosque, cargado de dolor, furia y arrepentimiento. La luna roja comenzó a desvanecerse, dejando el claro en una oscuridad absoluta.

El, volviendose humano de vuelta, quedó inmóvil, incapaz de procesar lo que acababa de suceder. la mujer habia observado con placer y gracia, mientras que Mael habia entrado en la desesperacion, ya nada volvería a ser igual.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***