Capitulo 19: Telaraña Del Destino

La noche caía sobre el pequeño pueblo donde el grupo había hecho una breve parada. Pero en las sombras y el silencio, los engranajes del destino comenzaban a girar, hilando conexiones invisibles entre los personajes, sus decisiones, y las fuerzas que se movían más allá de su entendimiento.

Selene se encontraba en la pequeña habitación de la posada, intentando descansar, pero los sueños no tardaron en llegar. Esta vez, no eran pesadillas sobre Ascensio o su propio destino, sino una serie de imágenes fragmentadas, cargadas de simbolismo: un lobo solitario aullando bajo una luna ensangrentada, un cáliz que se quebraba y derramaba un líquido dorado, y una figura oscura alzándose detrás de un trono vacío.

Despertó de golpe, sudando y con el corazón desbocado. No entendía el significado de las visiones, pero una sensación de pérdida inminente se aferraba a ella como una garra invisible.

A su lado estaba Ascensio, que se habia mantenido despierto hace rato, preocupado por su amada.

"¡Que soñaste?" pregunto

Y ambos compartieron una conversación profunda. Selene, aún afectada por sus sueños, se acercó a él buscando consuelo. Ambos se encontraron en esa madrugada, acariciando sus corazones con el danzar de sus cuerpos.

"Ascensio..." comenzó Selene, su voz suave pero cargada de emoción, "Eres muy gentil... quiero que explores mas..."

Ascensio asintió lentamente. "Como desees, mi princesa..."

Selene lo miró, sus ojos reflejaban exitacion pura " Si asi... sigue..."

"Agh... te amo" respondió él, colocando sus manos sobre su caderas. El contacto era repentino, cargado de una conexión que ninguno de los dos podía ignorar.

En otro rincón del pueblo, Mael estaba hablando con un subordinado, mientras hacian una prueba de pulso con sus manos.

"¿Estas seguro que ella es la persona con la que quieres permanecer el resto de tus dias, señor?" preguntó el hombre "Tienes que entender que no siempre obtendrás lo que quieres."

Mael dejó caer la guardia por un momento, sorprendido por la franqueza de sus subordinado "Yo la amo... descubri en ella algo no habia sentido antes, y quiero protegerla a toda costa"

El intercambio de pulsos se detuvo, y ambos se miraron con intensidad. Aunque palabras no se dijeron, algo quedó claro, las motivaciones no eran tan diferentes, mael estaba dispuesto a sacrificarlo todo por aquella mujer.

Al pasar los dias, Selene y Ascensio pronto descubrieron que el pueblo no era tan tranquilo como parecía. Rumores sobre desapariciones misteriosas comenzaron a circular entre los habitantes. Aunque intentaron ignorarlos, la verdad salió a la luz cuando encontraron un altar oculto en el bosque cercano.

El altar estaba cubierto de símbolos que ambos reconocieron ya que estaban relacionados con los Hijos del Viento. Ascensio encontró un pergamino entre los escombros, con un mensaje inquietante: "La sangre llama a la sangre. El devorador vendrá."

La frase resonó en el, quien sintió que esas palabras estaban destinadas a él.

Rapidamente una serie de imagenes de su niñes, adolescencia, y adultes pasaron frente a el, como si toda su vida estuviera reproduciendose rapidamente, no entendia nada, solo era un espectador mas de su propia vida. 

Todo se oscurecio, su cuerpo y mente se hayaban en un vacio eterno del que no podia salir, y el fin estaba a punto de empezar.

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