"QUE EMPIECE EL JUEGO"

No podía estar ni un segundo más ahí, no podía ni siquiera hablar, estaba segura de que en cualquier momento las lágrimas empezarían a salir y mojarían mis mejillas, tenía que salir de ahí lo más rápido que pudiera, al parecer la única que logró darse cuenta de mi estado fue Esmeralda quien me tomó del brazo y lo apretó suavemente diciendo:

-Bueno nosotras nos vamos a las gradas, mucha suerte y anoten muchos goles- nos dimos la vuelta y empezamos a caminar

Justo cuando nos dimos la vuelta , las lagrimas cayeron mojando mis mejillas, sentía una opresión en el pecho que no me dejaba respirar, un sollozo amenazaba con salir de mi garganta y tapé mi boca, no podía estar ahí, no quería estar ahí, como pude ser tan tonta, como pude ilusionarme con un chico como el, me sentía tan tonta había sido una ilusa cuanta razón tenía Tamara cuando me dijo que solo había disfrutado del momento, me sentía como un objeto al que puedes usar y desechar cuando ya has jugado suficiente.

-Yo..... yo tengo..... que irme, ya no quiero.... Ya no quiero estar aquí- dije llorando

-Lo sé hermanita, se que te duele mucho, pero si te vas le estarás demostrando que gano- me dijo- Demuéstrale que tu también sabes jugar y mejor que el, demuéstrale que no eres la niña tonta que se ilusiono, demuéstrale que no vale nada para ti.

Y a pesar de que el corazón me dolía, a pesar de que me sentía como una tonta , mi hermana tenía razón tenía que demostrarle que no me importaba, qué no había sentido nada y que yo también sabía jugar, por lo que me seque las lágrimas levante la cara y me dije a mi misma "que empiece el juego".

Al terminar el partido los chicos se quedaron a celebrar la victoria, el marcador había quedado 3-1 y decidieron comprar unas botellas de cerveza y refresco para los que no bebían entre ellos me incluía yo, nos acercamos a ellos para festejar que habían ganado y también tenia que demostrar que no me importaba que estuviera ahí con su novia por lo que hice como si nada pasara y a pesar de que sentía un hueco en el corazón me dedique a sonreír, en ratos podía sentir la mirada de John sobre mi pero no le prestaba importancia, en eso se me acerco un chico muy simpático y me dijo:

-Hola, me llamo Julio- sonrió y me dio la mano

-Hola, yo soy Ana- correspondí a su saludo tomando su mano

-Es la primera vez que te miro, ¿eres de aquí?- me pregunto

-Si, soy de aquí y de hecho es la primera vez que vengo a ver un equipo jugar- conteste

-Oh enserio, entonces hicimos un buen trabajo- sonrió- y a que te dedicas ¿estudias?- volvió a preguntar

-Si, estoy estudiando la secundaria- le conteste

-¿La secundaria?- dijo sorprendido- pensé que eras más grande-

-No, en realidad tengo 15 años- le respondí

-¡Woo! No pareces de 15, pareces más grande sin ofender- dijo

-Jajá pues gracias- me reí

Estábamos concentrados platicando cuando sentí la presencia de alguien junto a mi, no le presté atención hasta que su voz me hiso voltear.

-¿Se están divirtiendo?- pregunto John

-Si y mucho- dijo Julio provocándome una media sonrisa

-Oh que bien ¿ya ligando tan temprano Julio?- al escucharlo decir eso la opresión en el pecho se hiso aún más intensa por lo que no pude aguantarme más

-¡No todos son como tu John!- dije molesta

Julio empezó a reír y cuando estaba a punto de contestarme llego su novia para colgarse de su brazo, no pude evitar sentir molestia y poner los ojos en blanco así que sin dirigirme a ellos me despedí de Julio y caminé para llegar al lado de mi hermana Esmeralda, cuando estaba a punto de interrumpirla para decirle que me iba a ir sonó mi teléfono.

-¿Bueno?- conteste

-Hola Ana ¿donde estas? Me dijo tu abuelita que saliste, olvidaste que venía?- me dijo Nayeli

-Oh perdón, lo olvidé Nayeli pero no estoy lejos espérame afuera voy para allá- y sin decirle nada más colgué la llamada

Me acerqué a mi hermana y le dije que me tenía que ir, ella al verme pensó que era por lo de John pero le aclaré que me habían llamado y me estaban esperando afuera de la casa, al principio me dio una mirada como si dudara pero al final solo asintió la cabeza y me dijo que no tardaba que nos veíamos en la casa, me despedí de Beto y me di la vuelta para irme, cuando la voz de Julio me hiso voltear

-¿Ya te vas Ana?- me pregunto

-Si julio, me están esperando- le dije

-Oh, ¿quién, el novio?- pregunto

-No, no tengo novio- dije en voz alta para que todos escucharan o al menos uno en especial

-¡Ohh que bien!- dijo entusiasmado provocándome una sonrisa -Bueno no es que me alegre es por que.... Si -termino de decir

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