"QUERIDO DIARIO"

Querido Diario:

Me llamo Ana, tengo 30 años y quiero contarte un poco de todo lo que he vivido, se que algunas personas dirán que esto es una perdida de tiempo y que para mi edad ya no me queda tener un diario personal pero en verdad lo necesito, en verdad necesito sacar todo esto que me ahoga y que no me deja vivir en paz, quiero volver a creer, juro que quiero volver a intentar, pero ya no tengo fuerza, ni tiempo para volver a creer en un sentimiento tan bonito como es el amor, se que aún estoy joven que puedo encontrar el amor pero desgraciadamente no puedo por más que quiera, dicen que solo tenemos prestada la vida y que dios nos llamara cuando sea el momento, pues bien, ese momento ha llegado para mi , tengo un tumor en el cerebro del tamaño de un limón y siento que cada día se me va la vida.

Mientras escribía esas palabras en aquella hoja de papel mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos  mojando por completo mis mejillas, quería vivir, quería hacer muchas cosas, no me sentía lista para partir, pero también estaba cansada de vivir en un mundo donde solo había dolor y mentiras, donde las personas que decían quererte eran las que terminaban por lastimarte y decepcionarte.

Apreté la pluma que tenía en mis manos y un fuerte sollozo salió de mi garganta produciéndome un dolor en el pecho, todavía no podía entender ¿por qué yo? ¿Por qué a mi? ¿A caso he sido una mala mujer? ¿A caso lo merezco? Después de  que mis ojos dejaran de llorar y de que las lagrimas se secarán en mis mejillas suspire y me deje llevar por el recuerdo de la primera vez que me rompieron el corazón.

15 años atrás

Hoy cumplía mis 15 años y estaba muy feliz por que me sentía ya toda una señorita, recuerdo que desde los 12 años ya quería llegar a esta edad y festejarlo a lo grande desgraciadamente para mi, vivía en una familia donde la estabilidad económica no era muy buena como para hacerme una fiesta en grande, mis papás se habían separado y ya no hablaban desde hace años, por lo que eso obligó a mi mamá a buscar un trabajo mientras nosotras nos quedábamos al cuidado de mi abuela materna, tenía 2 hermanas mayores Tamara de 19 años y Esmeralda de 17 años, a decir verdad nunca tuve muy buena comunicación con Tamara ya que ella era toda una mujer y no perdía el tiempo con una niña de 15 a la que todavía le llamaban la atención las muñecas y los osos de peluche.

Tamara era muy bonita, alta, piel Morena, ojos negros y se teñia el cabello de rojo, pero un rojo bonito, la verdad es que le hacía resaltar mucho las facciones de su cara, de cuerpo era delgada y a pesar de que no tenía mucha nalga por delante tenía de sobra, por otro lado Esmeralda era bajita con el cabello largo y negro, sus ojos están café oscuro y su piel era blanca en cuanto a cuerpo tenía todo bien proporcionado y por último estaba yo, alta, delgada, cabello castaño, ojos café claro y de piel blanca, mi cuerpo lo contrario a mi hermana mayor no tenía casi nada de bubis pero mis caderas eran muy anchas haciendome tener un buen trasero.

Ese día no esperaba nada ya que por la situación en la que nos encontrábamos pues era muy difícil, así que con el simple hecho de tener a mi familia me hacía sentir plena, Esmeralda y yo teníamos muchas cosas en común por lo que siempre andábamos juntas, nos platicamos todo y cuando teníamos peleas con Tamara siempre nos defendiamos y salíamos ganando ya que éramos dos contra una, aunque a veces eso no detenía a Tamara para que nos insultara y nos golpeara, justo cuando creí que mi día no iba a estar mejor llego Tamara y dirigiéndose a Esmeralda y a mi nos dijo:

–¡Hola! ya que hoy cumples 15 años te llevaré a una fiesta en casa de mi novio– me dijo

–¿Enserió?– dije emocionada ya que era la primera vez que salía con ella

–Si, ya hable con mamá y nos dejo ir con la condición de llegar a las 9 p.m.– respondió con los ojos en blanco

–¡Oh que emoción!– dije dando saltos de alegría

–Bueno como sea, el detalle es que yo las llevaré pero no quiero que me molesten cuando este con mi novio, las llevare para que conozcan amigos o amigas ya eso es decisión de ustedes, otra cosa, habra chicos de su edad igual y liguen pero no le digan a mamá– nos dijo acercando su rostro a nosotras para que nadie lograra escuchar lo que nos había dicho

–Si, no diremos nada– dijo esta vez Esmeralda

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