Capítulo 5: Encuentros y secretos

En otra parte de la ciudad: Casa de Carlos.

POV Carlos:

Llegué a casa, como de costumbre, completamente exhausto tras un largo día de trabajo. Me dirigí a mi habitación, pero la voz de mi padre me detuvo en seco.

Señor Miller: Carlos, ¿dónde estuviste? —su tono era claramente molesto.

Carlos voltea a ver a su padre.

Carlos: Estuve trabajando, ¿dónde más podría estar?

Señor Miller: Oh, claro, trabajando. ¿Y desde cuándo necesitas llevar una maleta para eso? ¿Qué hacías, usándola de micrófono? —dijo sarcásticamente.

Carlos: Padre, yo...

Señor Miller: ¡No mientas, Carlos! Seguro que te escapaste de fiesta, como siempre haces cada vez que discutimos.

Carlos: —gritando— ¡Sí, me fui! Pero no de fiesta. Me fui porque necesitaba descansar.

Señor Miller: ¿Descansar? ¿De qué, exactamente? ¿De tus fiestas? Por favor, no me hagas reír.

Carlos: ¡De ti! Me fui porque no soporto que a cada rato me estés controlando. Tengo 29 años, ya no soy un niño para que me trates como tal.

Señor Miller: —con tono despectivo— Pues no lo parece. Si fueras tan adulto como dices, dejarías esas tonterías y te casarías de una vez. Pero ni para eso sirves.

Carlos: —furioso— ¡Y tú no puedes aceptar que no quiero casarme! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?

Señor Miller: Mira, chamaco, a mí no me hablas así. Me harás caso, te guste o no, o ya sabes lo que pasará.

El señor Miller se retira furioso a su habitación, mientras Carlos sube al suyo murmurando.

Carlos: Viejo loco... ya no lo soporto.

Una semana después, en la empresa de Sebastián.

(Miércoles, 3:00 PM)

Señor Miller: Buenos días, señorita. Busco a Sebastián.

Janeth: Claro, ¿de parte de quién?

Señor Miller: Dígale que lo busca Javier Miller.

Janeth: Enseguida, señor. Espere un momento.

Janeth toca la puerta de la oficina de Sebastián y entra.

Janeth: Señor, hay alguien afuera que lo busca.

Sebastián: ¿Quién es?

Janeth: Dice llamarse Javier Miller.

Sebastián se pone de pie.

Sebastián: Dile que pase.

Janeth sale y le indica al señor Miller que entre. Javier entra y ambos se saludan.

Sebastián: Javier, ¿cómo estás?

Señor Miller: Bien, hijo.

Sebastián: ¿Qué te trae por aquí?

Señor Miller: Estoy buscando a mi hijo, Carlos. ¿Lo has visto?

Sebastián: No, no lo he visto. He estado trabajando toda la mañana.

Señor Miller: —dudando— ¿Estás seguro?

Sebastián: Claro, si quieres, pregúntale a mi secretaria.

Señor Miller: No, está bien. Te creeré. Pero si lo ves, dile que necesito hablar con él.

Sebastián: Por supuesto, le avisaré.

Javier se levanta para marcharse, pero antes se detiene frente a Janeth.

Señor Miller: Disculpe, señorita. ¿Cómo se llama usted?

Janeth: Janeth Bustamante.

Señor Miller: —sonriendo— Un placer conocerla, Janeth. Soy Javier Miller. Que tenga un buen día.

El señor Miller se marcha y, una vez en su coche, realiza una llamada.

Señor Miller: Joaquín, necesito que investigues a alguien.

Joaquín: Claro, señor. ¿De quién se trata?

Señor Miller: Una joven llamada Janeth Bustamante.

Jueves, 10:00 AM, casa de Carlos.

El teléfono de Javier suena.

Joaquín: Señor, tengo la información. Janeth Bustamante es huérfana. Sus padres murieron en un accidente automovilístico cuando ella tenía 4 años. Es hija única y vive con su abuelo, quien se ha hecho cargo de ella desde entonces.

Señor Miller: ¿Algo más?

Joaquín: Sí, su abuelo está hospitalizado por una hemoptisis aguda. Requiere una operación urgente que cuesta $100,000 pesos, además de pagar $10,000 pesos por las facturas del hospital. Por eso ella buscó trabajo en la empresa de Sebastián.

Javier asiente mientras Joaquín le proporciona más detalles.

Viernes, 6:30 PM, restaurante Birch.

*Janeth llega puntual al restaurante, aunque inquieta por el inusual encuentro. Apenas entra, ve a Javier esperándola en una mesa al fondo.

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