Nuevos Acuerdos

Capítulo 7: Nuevos Acuerdos

Parte de Lucía

El auto de Lucía avanzaba suavemente por las calles del centro, mientras ella observaba el paisaje urbano a través de la ventana. Las imágenes de la cita con Iris aún rondaban su mente. La conversación había sido cordial, pero no dejó de notar la seriedad con la que Iris la miraba, como si estuviera evaluándola en cada palabra. A pesar de todo, sentía una extraña calma; había algo en Iris que le inspiraba confianza, aunque también le generaba inquietud.

Al llegar a la casa Álvarez, su madre la esperaba en la sala.

Mariana Álvarez: "¿Cómo fue la cita? ¿Qué opinas de Iris?"

Lucía suspiró, dejando su bolso sobre el sofá antes de responder.

Lucía: "Es... diferente a lo que imaginaba. No se dejó intimidar y fue muy directa. Creo que no será fácil hacer que esto funcione, pero tampoco imposible."

Su madre sonrió con aprobación.

Mariana: "Me alegra escucharlo. Los Espinosa son conocidos por ser calculadores. Si ella está dispuesta a negociar, es una buena señal. Quizás podríamos organizar una pequeña reunión entre las familias para empezar a hablar de negocios más concretos."

Lucía asintió, sintiendo una mezcla de alivio y presión. Sabía que la próxima reunión sería una prueba importante, no solo para ella sino también para la dinámica que podrían construir con Iris.

Lucía: "Sí, es mejor empezar cuanto antes. De todas formas, es bueno que nos vayamos acostumbrando."

Parte de Iris

En la otra parte de la ciudad, Iris entró en la mansión Espinosa con pasos firmes, aunque en su mente aún resonaban las palabras de Lucía. Había sido una conversación interesante, diferente a lo que esperaba. Se dirigió directamente al despacho de su madre, donde sabía que estaría esperándola para recibir sus impresiones.

Camila Espinosa levantó la vista del escritorio al ver a su hija entrar.

Camila: "¿Cómo te fue con Lucía? ¿Crees que podrán llevarse bien?"

Iris se dejó caer en una de las sillas frente al escritorio, pensativa.

Iris: "Es inteligente y muy segura de sí misma. Creo que ambas sabemos que esto no es un matrimonio de amor, pero siento que podría haber algo más... respeto, tal vez. Eso es más de lo que esperaba."

Camila asintió, satisfecha con la evaluación de su hija.

Camila: "Eso es bueno. Con el tiempo, el respeto puede convertirse en algo más sólido. Además, he hablado con los Álvarez; quieren organizar una reunión para discutir los negocios conjuntos. Deberías prepararte."

Iris dejó escapar un suspiro. Sabía que esto era solo el comienzo y que el verdadero trabajo empezaría ahora.

Iris: "Perfecto. Es hora de ver si este matrimonio será tan beneficioso como todos esperan."

Reunión de Negocios

Un par de días después, las familias Álvarez y Espinosa se reunieron en un exclusivo club privado, un lugar neutral donde podían hablar con total privacidad. El ambiente era tenso, pero cordial. Lucía e Iris se sentaron juntas, observando cómo sus padres comenzaban la discusión sobre los detalles de la alianza.

Mariana Álvarez abrió la conversación.

Mariana: "Hemos considerado que lo mejor sería empezar con la supervisión conjunta de los casinos. Queremos ver cómo funcionan las operaciones bajo el control de ambas familias."

Camila Espinosa asintió, mirando a su hija antes de hablar.

Camila: "Nos parece razonable. De hecho, Iris podría supervisar una de las sucursales para asegurarse de que los ingresos se manejen adecuadamente."

Lucía e Iris intercambiaron miradas, como si estuvieran midiendo las reacciones de la otra.

Lucía: "Me parece una buena idea. Pero creo que lo ideal sería que ambas estemos involucradas en cada paso. Necesitamos mostrar una imagen de unión desde el principio."

Iris se permitió una pequeña sonrisa.

Iris: "Estoy de acuerdo. Así será más fácil ver si realmente podemos trabajar juntas."

La conversación se extendió por un par de horas, con las familias discutiendo detalles financieros y operativos. A medida que avanzaba, Lucía e Iris se dieron cuenta de que, aunque sus métodos eran diferentes, compartían una visión similar de cómo querían manejar el negocio. Al final de la reunión, ambas se sintieron satisfechas con los acuerdos iniciales.

Cuando salieron del club, Lucía se giró hacia Iris, deteniéndola antes de que se despidieran.

Lucía: "No fue tan malo, ¿no crees?"

Iris: "No, de hecho, creo que podríamos hacer un buen equipo si seguimos así."

Ambas compartieron una mirada que, aunque seria, tenía un atisbo de complicidad. Sabían que aún tenían un largo camino por recorrer, pero por primera vez, sintieron que tal vez podrían encontrar la manera de hacerlo juntas.

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