reviviendo el dolor

Irem caminaba por el parque, sumida en sus pensamientos. No esperaba encontrar a nadie allí, especialmente no a Enzo. Pero cuando lo vio, se sintió como si hubiera sido transportada al pasado. Las memorias de su relación volvieron a fluir, y por un momento, se sintió como si nada hubiera cambiado.

Irem...

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Enzo...

Pero cuando Enzo la llamó, Irem se dio cuenta de que todo había cambiado. Se dio medio vuelta para marcharse, sin querer hablar con él. No quería revivir el dolor del pasado.

Pero Enzo la detuvo. "Irem, espera", dijo, con una voz que sonaba diferente. "Quiero hablar contigo".

Irem se detuvo, pero no se volvió a mirarlo. No quería ver su rostro, no quería sentir nada.

Enzo se acercó a ella, y Irem pudo sentir su presencia. "Irem, estás tan hermosa como siempre", dijo. "Incluso más que la primera vez que te conocí".

Irem se sintió incómoda. ¿Por qué Enzo la estaba halagando? ¿Qué quería de ella?

Pero cuando se volvió a mirarlo, vio algo en sus ojos que la sorprendió. Era como si Enzo estuviera buscando algo en ella, algo que había perdido.

"¿Qué quieres, Enzo?", preguntó Irem, con una voz firme y cortante. "No tengo nada que decirte".

Enzo se sintió herido por su tono. No esperaba que Irem lo tratara de esa manera. Pero se dio cuenta de que algo en ella había cambiado. Ya no lo veía con los mismos ojos de antes.

"Lo siento, Irem", dijo Enzo. "Lo siento por todo lo que te hice".

Irem se rió. "Demasiado tarde para disculpas, Enzo", dijo. "Ya no me importas".

Enzo se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. No esperaba que Irem lo rechazara de esa manera. Pero se dio cuenta de que la había perdido para siempre.

Irem se detuvo al escuchar las palabras de Enzo. No esperaba que él se disculpara de esa manera. La sinceridad en su voz la hizo sentir algo que no había sentido en mucho tiempo: compasión.

"¿Por qué ahora?", preguntó Irem, con una voz más suave. "¿Por qué después de tanto tiempo?"

Enzo se encogió de hombros. "No lo sé", dijo. "Supongo que porque me di cuenta de que te perdí. Te perdí a ti, y también me perdí a mí mismo".

Irem lo miró, y por primera vez, vio a Enzo como una persona, no como el hombre que la había lastimado. Vio la tristeza y la vulnerabilidad en sus ojos, y se dio cuenta de que él también había sufrido.

"Gracias por la disculpa", dijo Irem. "Significa mucho para mí".

Enzo sonrió débilmente. "No hay de qué", dijo. "Solo quiero que seas feliz. Lo mereces".

Irem asintió, y por un momento, se quedaron allí, en silencio. Luego, Irem se dio la vuelta y se fue, dejando a Enzo solo en el parque.

Enzo se quedó allí, sintiendo un peso en su pecho. Se dio cuenta de que había perdido la oportunidad de estar con la persona que amaba, y que ahora era demasiado tarde. Pero también se sintió aliviado, porque había podido disculparse y cerrar un capítulo de su vida.

Por dentro, Enzo estaba destrozado. Se dio cuenta de que había cometido un error al dejar ir a Irem, y que ahora la había perdido para siempre. Pero también se sintió libre, porque había podido liberarse del peso de su culpa y su arrepentimiento.

Enzo se sintió abrumado por sus emociones. Había pensado que se había superado a Irem, que había encontrado a alguien nuevo en Emily. Pero al ver a Irem de nuevo, se dio cuenta de que no había dejado de amarla. Su corazón todavía pertenecía a ella, y siempre lo haría.

Se sintió culpable por haber comprometido su corazón con Emily. Sabía que no la amaba, que nunca la amaría como amaba a Irem. Pero había pensado que con el tiempo, podría aprender a amarla. Ahora se daba cuenta de que había sido un error.

Estaba a una semana de casarse con Emily, pero sabía que no podía hacerlo. No podía pasar el resto de su vida con alguien que no amaba, cuando su corazón pertenecía a otra persona. Se sintió atrapado en una situación que no sabía cómo salir.

Enzo se preguntó qué hacer. ¿Debía cancelar la boda y arriesgarse a lastimar a Emily? ¿O debía seguir adelante y vivir una vida sin amor verdadero? La decisión lo angustiaba.

Mientras tanto, Irem seguía con su vida, sin saber que Enzo todavía la amaba. Estaba con Santiago, y parecía feliz. Enzo se alegraba por ella, pero también se sentía triste. Sabía que había perdido la oportunidad de estar con ella, y que ahora era demasiado tarde.

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Irem le contó a Santiago que no había olvidado a Enzo, y Santiago se ofreció a ayudarla a superarlo. Empezaron a salir, pero Irem no estaba contenta. No podía dejar de pensar en Enzo, y Santiago no podía reemplazarlo en su corazón.

Una noche, mientras salían, Irem vio a Enzo con su prometida, Emily. Se sintió incómoda, pero trató de mantener la calma. Enzo, por otro lado, estaba que moría de rabia al ver a Irem con otro hombre. No podía creer que ella estuviera con alguien más.

Enzo se acercó a ellos, con una sonrisa forzada. "Irem, qué sorpresa verte aquí", dijo. "¿Y quién es...?" Miró a Santiago con desprecio.

Irem se sintió nerviosa. "Este es Santiago", dijo. "Mi novio".

Enzo se sintió como si hubiera recibido un golpe en el corazón. No podía creer que Irem estuviera con alguien más. Se dio cuenta de que la había perdido para siempre.

"Encantado", dijo Enzo, con una voz tensa. "Me alegra verte feliz, Irem".

Pero Irem sabía que Enzo no estaba feliz. Podía ver la rabia y la tristeza en sus ojos. Se sintió incómoda, y trató de cambiar de tema.

Santiago, por otro lado, se dio cuenta de que Enzo todavía tenía sentimientos por Irem. Se sintió celoso, y se acercó a ella. "Vamos, Irem", dijo. "Vamos a irnos".

Irem asintió, y se fue con Santiago. Enzo se quedó allí, sintiendo una mezcla de emociones. Se dio cuenta de que había perdido la oportunidad de estar con Irem, y que ahora era demasiado tarde.

Emily miró a Enzo con lágrimas en los ojos. "Enzo, todavía la amas, ¿verdad?", preguntó. "Haz lo correcto, sé feliz. No te preocupes por mí".

Enzo se sintió abrumado por la sinceridad de Emily. No podía creer que ella hubiera notado sus sentimientos. Se sintió culpable por haberla engañado, por haberla hecho creer que la amaba.

"Sí", dijo Enzo, con la cabeza baja. "Todavía la amo. Lo siento, Emily. No debería haber te mentido".

Emily sonrió débilmente. "No te disculpes", dijo. "Me alegra que hayas sido honesto conmigo. Me merezco alguien que me ame de verdad".

Enzo se sintió aliviado. Se dio cuenta de que había estado viviendo una mentira, y que ahora podía ser libre. Podía seguir su corazón, podía buscar a Irem y tratar de recuperarla.

"Gracias, Emily", dijo Enzo. "Eres una persona increíble. Te deseo lo mejor".

Emily asintió, y se fue. Enzo se quedó allí, sintiendo una mezcla de emociones. Se sentía libre, pero también se sentía nervioso. ¿Qué pasaría si Irem no lo quería de vuelta? ¿Qué pasaría si era demasiado tarde?

Pero Enzo sabía que tenía que intentarlo. Tenía que seguir su corazón, y tratar de recuperar a la persona que amaba. Se sintió determinado, y se dirigió hacia la casa de Irem.

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