Mentiras.

Eider. Abuelos saben que ella no puede estar aquí todos los días.

Renata. Ella vive sola en su departamento, no le veo el problema a eso.

Eider. Quizás su novio no le guste que venga todos los días a verlos.

Renata. Nani no tiene novio, así que eso no es un problema en que ella se venga a quedar aquí.

Eider. Abuela que estás sugiriendo.

Renata. Sabes muy bien a lo que me refiero.

Martin. Me encantaría tener a Annie todos los días aqui.

Eider. Abuelo ya dejen a esa chica, ella no puede volver a quedarse aquí.

Martin. Y porque no? Está es mi casa y si yo quiero, ella se queda a vivir en esta mansión.

Eider. No estás hablando en serio? 😳

Renata. Hijo porque odias tantos a Annie.

Eider. No la odio, solo que ustedes la prefieren más a ella que a mí que soy su nieto.

Renata. ¿Entonces estás celoso por eso?

Eider. Si, desde que llegué lo único que han hecho es regañarme y compararme con esa novata.

Renata. Pero hijo nosotros te amamos, tú eres nuestro orgullo, Pero Nani siempre ha estado a nuestro lado desde que tú abuelo enfermo.

Martin. En cambio tú...

Eider. Si ya se que van a decir y tienen toda la razón en eso, Pero yo soy su nieto, y siento que los estoy perdiendo también a ustedes por ella.

Renata. Eider hijo...

Eider. Ya abuela no quiero seguir discutiendo, eso no le hace bien al abuelo, dedo irme a trabajar.

Renata espera que su nieto se vaya y mira a su esposo algo preocupado.

Martin. Ahora que vamos hacer?

Renata. Ya se le pasará 😊.

Martin. Porque te ries mujer.

Renata. Se que algo sucedió con esos dos anoche, ví a Eider parado en la puerta en de la habitación que le mande a preparar a Annie.

Martin. Cariño sigo pensando que no es buena idea, si algo sale mal Eider se volverá a ir o peor aún Annie.

Renata. No seas tan pesimista, ambos queremos que nuestro nieto sea feliz y se quede aqui ¿crees que él consiga algo mejor que Nani?

Martin. No Nani es la mejor, pero tú nieto no la merece.

Renata. Cariño hablas de Eider como si fuera el peor hombre de este mundo, y tú y yo sabemos que el no es malo, solo no ha tenido suerte, sin mencionar que nunca tuvo cariño por parte de sus padres.

Martin. Hay cariño solo espero que Eider pueda ser feliz y sea mejor padre que nuestro hijo.

Renata. Yo también cariño.

En todo el día Annie no volvió a ver a Eider y agradece por eso ya estando en el estacionamiento ella encuentra unas de las llantas de su auto espichadas, miro a los lados y estaba sola, así que decidió cambiarlo.

Carlos que estaba viéndola a lo lejos decidió acercarse a ella.

Carlos. ¿Oye muñeca necesitas ayuda con eso?

Annie no puedo evitar formar una línea con sus labios y decidió olvidar como lo había llamado?

Annie. ¿Has cambiado antes una llanta?

Carlos. Claro que lo he hecho, me permites.

Annie le entrega las herramientas y luego de 15 minutos ya estaba como nueva.

Annie. Cómo podría pagarte esto Doctor Villarreal.

Carlos. Nada de Doctor no estamos adentro del hospital.

Annie. Bien, muchas gracias Carlos, si alguna vez necesitas un favor no ayudes en pedirlo.

Carlos lo pensó por un momento y luego se acerca a Annie que estaba cerrando la cajuela de su auto.

Carlos. Annie te gustaría cenar conmigo.

Annie. Oh 😳, Doctor... Disculpa Carlos, no creo que sea buena idea.

Carlos. ¿Por qué? Tienes novio Verdad?.

Annie. No, no es eso, en realidad no tengo, pero no quiere que malinterpreten las cosas aquí en el hospital, ya de por sí a muchos les caigo mal.

Carlos. Podemos vernos a escondidas, no tengo problema en que tengamos una relación secreta.

Annie. Lo siento doctor, pero rechazaré esa oferta.

Carlos. Por qué Annie, si salen con un hombre mucho mayor que yo y además está casado.

Annie lo mira con asombro para después abofetearlo, Carlos por su parte movió ligeramente su rostro y cuando la ve que intenta subirse en el auto y la sostiene fuertemente del brazo.

Eider iba pasando en su auto cuando ve a Annie discutiendo con el doctor, quizo seguir de largo, hasta que la vio abofetearlo, detuvo su auto que aun estaba un poco lejos y comenzó a caminar hacia ellos escuchando parte de la conversación.

Carlos. No te hagas la digna, ya todos sabemos porque eres la favorita y porque siempre estás con los dueños de este hospital.

Annie. No sé que es lo que dicen, pero te estás equivocado.

Carlos. Sé que eres la amante de Alcántara y que tú habitación de hotel se acabó desde que llegó el tarado de Luttinger.

Annie. ¿Tee volviste loco, de que estás hablando?

Carlos. No crees que está muy grande para ti, te lleva 21 años?

Annie. Suéltame imbécil.

Carlos. Crees que él es más hombre que yo, solo porque te deja participar en los mejores casos médicos, yo también puedo hacer eso muñeca.

Annie. Eres un cerdo, suéltame te dije.

Annie vuelve abofetearlo, pero está vez el le regresa la bofetada haciendo que Annie caiga en el pavimento en el medio de dos autos.

Carlos. Me gustan rebeldes.

Carlos se arrodilla colocándose encima de ella y abre la camisa de Annie, donde algunos algunos botones caen sobre el suelo y comienza a besarla en su cuerpo.

Annie intentado escapar de esa situación comienza a golpearlo, Eider que había presenciado parte de la escena corrio ayudarla y cuando ve a Carlos encima de ella lo golpeó muy fuerte en su rostro.

Eider. Hijo de puta, que pretendías hacerle.

Carlos. No es lo que cree Jover Luttinger, ella me pro...

No había terminado de hablar cuando Eider lo había golpeado varias veces más.

Annie. Eres un cochino mentiroso.

Eider. Aquí hay cámaras infeliz, crees que no sabré lo que en realidad paso.

Carlos había olvidado ese pequeño detalle, solo pensó en llevársela del hospital y divertirse un rato con ella.

Carlos. Joven Eider puedo explicarlo, ella es la amante del doctor Alcántara.

Eider mira furioso a Annie que abrazaba sus piernas cerca de la llanta del auto, y después a sus hombres que lo siguieron apenas se bajó del auto.

Eider. Llévelo adentro.

Una vez que se llevaron a Carlos él volvió a fijarse en Annie que intentaba buscar algo para cubrirse, el le ofrece su mano y ella la ecepta sin mirarlo.

Eider se quita el saco y se lo coloca encima de sus hombros.

Eider. Tendrás que acompañarme a mi oficina, debemos aclarar todo esto.

Annie. No creerás en esa absurda mentira?

Eider. Aquí no se trata en que yo crea o no, debemos saber quién está haciendo ese tipo de rumores y en caso de que todo esto sea mentira, pararlo de una vez o la integridad de ambos se verán afectada.

Annie no dice nada y comenzó a caminar al hospital, Eider suspira frustrado limpiando los nudillos de su mano que estaban un poco lastimados y lleno de sangre.

Annie se dirige al ascensor y todos se le quedan mirando y después de ver a Eider que estaba entrando voltearon fingiendo seguir con sus labores, ambos ingresaron al ascensor y una vez en la oficina Eider llamado a Donato para que subiera enseguida a su oficina.

Muchos rumores comenzaron a esparcirse en el hospital al notar al Director médico subir a la oficina del Gerente.

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