No te enamores de mi.

_ No te enamores de mí.

_ ¿Qué dices?

_ No te enamores de mí. Soy emocionalmente inestable, soy rara a veces suelo hablar mucho y otras me mantengo en completo silencio.

Aunque debo admitir que lo que más odio es ese silencio incómodo que se forma cuando todo está mal. Solo mírame no tengo nada para brindar.

En mi alma aún guardo un par de sentimientos marchitos, un abrazo vacío y un corazón roto.

Ni siquiera lo intentes yo no valgo la pena. Ya ves soy complicada, ni siquiera sé lo que realmente quiero hacer.

No te enamores de mí. Porque yo aún espero que él quiera regresar y disculparse conmigo.

le digo mientras me tomo el último trago sobre la mesa.

_ Quién te lastimó tanto Daphne ¿Quién fue el que te hizo creer que no vales nada?

Me quedo esperando su respuesta, pero ella no dice nada, nuevamente está perdida en sus confusos pensamientos.

_ Sírvele un vaso de agua. El bartender asiente y le deja una copa frente a ella.

_ Una hermosa mujer con el corazón roto. Qué complicado.

como puedo y revisando sus pertenencias consigo lleva a Daphne a su hotel dejandola sobre la cama. La observo tan frágil y desolada, acaricio su rostro quitando un mechón de su cabello.

Ella lo sostiene con fuerza.

_ No te vayas, no me dejes por favor.

_ ¿Acaso sabes quién soy?

_ No te vayas.

Daphne lo atrae con fuerza haciendolo caer junto a ella, lo envuelve entre sus brazos mientras frota su rostro contra su pecho.

_ Ahh hoy será una noche larga y muy dura para mi.

Líam la abraza para quedarse dormidos, en la madrugada revisa un mensaje de su amigo haciendo que despierte apresurado.

_ Maldición ya anamecio. - Observo a la mujer durmiendo tranquilamente junto a mi. Me levanto y me marcho en silencio.

_ Espero poder verte pronto Daphne.

Horas después Daphne despierta con una fuerte resaca que le parte la cabeza en dos.

_ ¿Qué fue lo que hice anoche?.. Revisa la hora y pasan de las 2 de la tarde.

Maldición me quedé dormida.. Corre al baño a ducharse y arreglarse solo tiene dos horas para llegar a su siguiente cita de trabajo.

Luego de realizar todos los pendientes se dirige un café y comienza a recordar lo que pasó la noche anterior.

_ No lo puedo creer al menos no me cruzaré de nuevo con ese hombre. Ahora necesito volver a mi realidad esa misma que me duele tanto.

Cómo se supone que supere mis sentimientos, mis ganas locas de ir a buscar a Eduardo y pedirle que regrese conmigo.

Soy tan patética él me lastimó tanto y aún así quiero volver y suplicar otra oportunidad. Apenas pocas horas atrás me mostré tan decidida a superarlo y ahora vuelvo a pensar en él.

Cómo puede ser posible que esté dispuesta a perdonarle tantas humillaciones no solo a mí sino que también a Amira.

Cuánto más debo caer por amarlo. Odio al amor y todo lo que este representa.

Llegando al hotel debo de preparar mi equipaje y descansar un poco. La recepcionista me informa que alguien está esperando por mí.

¿ Acaso Eduardo me siguió para disculparse? Mi mirada revisa el lugar entusiasmada. Porque sí. Soy una estúpida que dice una cosa y hace otra.

Soy una tonta que aun espera al hombre que la hizo sufrir tanto. No tengo dignidad ni voluntad para decir mis palabras con decisión.

Claro que Eduardo no está, en su lugar veo el rostro de alguien conocido, pero a la vez que no conozco.

Achino mis ojos y es él el tipo del bar.

Oh santa madre ¿Acaso cometí algún error?

Me escabullo hasta el ascensor apenada. Ya en mi habitación llamo a la recepción y le pido a la mujer que si ese sujeto vuelve a preguntar por mí le diga que ya me fui.

Sí porque no soy solo una tonta sino que también una cobarde. Soy el paquete completo para mi propia destrucción.

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