Comenzar desde cero.

Desesperada yo fui la primera en intentar comunicarme con él, lo llamé le dejé mis mensajes y aun así ni siquiera una sola vez me respondió.

Me siento tan patética y miserable, pero Eduardo aun es mi esposo, el único hombre en mi vida. ¿Cómo puedo simplemente dejar que mi familia se destroce sin dar pelea siquiera?

Voy rumbo a su empresa y en mi mente comienzan a surgir mil preguntas. ¿Qué voy a hacer si Eduardo se molesta por mi insistencia? ¿Si no quiere recibirme?

Llego hasta la entrada y lo veo salir, me apresuro a su encuentro.

_ Eduardo. - ÉL parece sorprendido por verme frente a sus ojos.

_ Por todos los cielos Daphne. Qué crees que haces aquí. Me dice con su voz fría como el hielo.

_ Yo... Yo solo quiero..

Sobando su cien y con una voz más calmada solo pronuncia.

_ Ya no me busques. Ya no me llames entiende que ahora tengo a otra persona conmigo.

_ Qué.

_ Que ya no quiero que interfieras en mi felicidad Daphne. Entiende que amo a Salma y que tú insistencia la lastima.

¿Que yo intente obtener respuestas la lastima? ¿Mi dolor y el de mi hija no cuenta? Con un hilo de voz le pregunto. _ ¿Qué sucederá con Amira? Ella pregunta por ti.

_ Quédatela ya ninguna de las dos me sirve.

_ Pero..

_ Quiero el divorcio.

Esas simples dos palabras me terminaron de romper, salgo del lugar llorando destruida, rota.

¿Cómo fue que mi vida se convirtió en esto? Dejo salir todo mi dolor sentada en la acera, tomo conciencia del tiempo, me levanto y limpio mi rostro.

Es increíble que incluso rechase a una niña pequeña. Como puede ser tan cruel.

Comienzo a caminar en dirección al jardín de infantes, en la entrada respiro profundo y me obligo a sonreír al ver a Amira correr a mi encuentro.

_ Mami.

_ Hola preciosa ¿Qué tal tu día?

_ Bien, pero mami por qué tus ojos se ven tristes.

_ Es que adoro verte crecer cariño vamos.

_ ¿A ese lugar?

_ Solo por estos días te prometo que pronto tendremos un hogar Amira.

_ Está bien mami mientras estemos juntas estoy feliz.

_ Gracias mi pequeña.

Ante sus inocentes palabras no puedo evitar volver a llorar. Tengo que ser fuerte al menos por esta pequeña.

Luego de cenar Amira realiza sus deberes mientras yo busco casas. Ya no podemos seguir quedándonos en hoteles, no es sano.

Por la mañana aprovechando que es sábado juntas vemos varias propiedades elejimos una ese mismo día agilizo todo para al día siguiente poder mudarnos junto a mi niña.

Me sorprende que ni siquiera mis padres me han llamado para saber cómo o en dónde estoy. ¿De verdad soy tan insignificante para todos?

_ Mami.. Las dulces manos de Amira logran sacarme de mi tristeza.

_ Sí cariño.

_ Me encanta nuestro nuevo hogar.

_ A mi también aquí seremos muy felices hija.

Luego de mudarnos al condominio el lunes al llegar al trabajo mi jefe me informa de un viaje.

_ Daphne crees poder ir a Las Vegas a realizar la entrega con el delegado.

_ Señor yo justo ahora estoy pasando por algo muy complicado.

_ Entiendo. Pero esto es una buena oportunidad para ti.

_ Lo pensaré y le informo luego.

_ Que sea lo más pronto posible el viernes ya tendrás que viajar.

No puedo irme así nada más quién cuidará a Amira. En eso me llega un correo electrónico que me informa que Eduardo ha iniciado el divorcio.

Ja de verdad. Por qué todo tiene que venir junto a la vez.

Me levanto y voy a ver a mi jefe.

_ Lo haré, iré al viaje.

_ Genial Daphne esto te dejará mucho mejor en tu carrera.

_ No le fallaré. Gracias por la oportunidad.

Después de terminar mi jornada me comunico con Thalía mi amiga y le cuento lo que está sucediendo, ella se pone furiosa por todo lo que le digo.

_ ¿Puedes cuidar de la niña Thalía?

_ Claro que sí amiga solo prométeme que en cuanto estés allá saldrás y te divertirás.

_ Voy a trabajar no de fiesta.

_ Daphne ser tan correcta no te trajo nada bueno solo una vez en tu vida vuélvete loca y disfruta de la vida mujer.

Thalía tiene razón toda mi vida la he vivido para alguien más, primero para mis padres y luego para Eduardo nunca he hecho algo que yo quiera realmente.

_ Está bien. Te lo prometo.

_ Esa es la actitud nena.

Thalia tiene razón ser tan sumisa solo me trajo desgracias, me gustaría poder mandar todo al diablo. ¿Pero y Amira? Tengo que ser un ejemplo para esa niña.

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