Llena de esperanzas.

Observó como los padres de Eduardo se acercan a mi. El señor Da Silva es un hombre imponente y con cara de pocos amigos lo que me lleva a pensar a quien de parece Eduardo.

Su esposa por otro lado es una mujer que a pesar de los años aún se conserva muy bien y a diferencia de su esposo ella parece más amigable.

La mujer me abraza fuerte llevándome a su pecho.

_ Bienvenida a la familia querida.

_ Gracias señora. Digo apenada, ya que no esperaba un recibimiento tan acogedor.

Esperaba que mi matrimonio fuera un fracaso desde el primer día y vaya sorpresa me estoy llevando al ver que todos aparentemente me reciben bien.

_ Nada de señora o señor ahora eres parte de mi familia puedes llamarme Libia o bien suegra. Este viejo cara de perro es mi esposo Ignacio.

_ Gra.. Gracias Libia, un placer señor Ignacio.

_ Tranquila de a poco te acostumbraras a tratarnos con más confianza.

Me dice amigable, pero aún con su cara muy sería no se si de verdad me recibe o no.

Eduardo al notar nuestra conversación se apresura a interrumpirnos.

_ Papás dejen a mi esposa tranquila.

La mujer con su sonrisa intacta dice sin preámbulos al notar la escena.

_ Tal parece que tendremos nietos pronto cariño.

Lo suelta a carcajadas mi suegra. Yo no se que responder sólo llevamos tres horas casados y ellos ya quieren nietos.

_ Vamos Daphne. Eduardo me toma de la mano y me lleva lejos de sus padres.

_ Disculpalos siempre son así de confianzudos.

_ Esta bien, entiendo Eduardo no te preocupes por mi.

_ ¿Quieres que ya nos retiremos?

_ Sería genial. ¿Pero y los invitados?

_ Mujer está es tu boda puedes hacer lo que quieras.

Definitivamente no me esperaba eso.

_ Esta bien vámonos. Digo llena de confianza, los pies me están matando y con este vestido apenas y puedo respirar.

Me alegra ver que Eduardo es amable conmigo, tal vez podamos ser una pareja de verdad y no sólo una de papel.

Eduardo se despide de todos los invitados y salimos sin más del lugar.

Llegamos a su departamento que claramente está impregnado de él.

Donde sea que vea es su esencia, los colores oscuro y la fina decoración lo representa a la perfección.

_ Puedes tomar una ducha primero si lo deseas Daphne.

_ No ve tú primero en lo que yo acomodo mis cosas.

_ Como gustes esposa.

Deja un cálido beso sobre mis labios y se marcha. Mi corazón palpita tan acelerado que siento que sale de mi pecho.

¿De verdad seremos una pareja real?

Llámenme ingenua, pero en mis 25 años solo me enfoqué en mis estudios y como estudiaba en un internado exclusivo de mujeres nunca tuve contacto con ningún hombre.

Estoy tan nerviosa que me comería hasta las uñas de los pies. En el instituto teníamos una materia donde nos enseñaban a ser buenas esposas y si Eduardo de verdad me acepta como tal yo seré la mejor esposa del mundo para él.

Dias atras Eduardo:

Cuando me informaron de que ya tenían a quién sería mi futura esposa me molesté mucho.

Odio que mis padres intervengan en mi vida. Así que la mandé a investigar para encontrar algo sucio de esa mujer y poder cancelar el compromiso.

Pero a leer el informe me asombró lo bien criada que era.

_ Una total señorita de casa lo ves amigo ella es toda una dama. Excelente calificaciones, excelente modales y sobre todo pura hasta los huesos.

Dice burlón Lisandro mi mano derecha y mejor amigo.

_ Eso veo.

_ Además es muy bonita mira aquí está su foto.

_ Podrías dejar de adularla.

_ Ja ja vamos eres un tipo suertudo te llevas un increíble tesoro por casi nada de esfuerzo. De estas ya no quedan hermano.

Daphne Monterrey.

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