Capítulo 15

Me despierto con la luz del sol filtrándose por las cortinas de la sala y el sonido de un bostezo cercano. Al abrir los ojos, veo a Jeongin acomodándose mejor en el sofá, con la cabeza ladeada sobre un cojín. Felix está en el suelo, usando mi pierna como almohada, y Han ronca suavemente, acurrucado en una esquina.

—¿Qué hora es? —murmuro, tratando de moverme sin despertar a nadie.

—Temprano aún —responde Chris desde la cocina, donde el aroma a café ya llenaba el aire.

Me levanto con cuidado, notando que los demás también empezaban a moverse. Uno a uno, se van desperezando, con quejas y risas sobre lo incómodo que era dormir así. El ambiente es cálido, pero se sentía una especie de calma tensa; todos sabemos que hoy era el día en que algunos se iban.

—Iré a buscar a mamá —aviso mientras subo las escaleras.

Al llegar a su habitación, la despierto ligeramente para no asustarla.

En crisis como estas me da miedo su reacción, pero hoy parece ser una buena mañana, porque, aunque no me sostiene la vista, es gentil en su semblante y movimientos.

Sin mediar más palabras la ayudo a cambiarse para bajar a desayunar.

—¿Quieres desayunar algo? Han preparó tostadas —dije con una sonrisa, intentando animarla.

Ella asiente en silencio, pero no hace ningún comentario más. Sabía que seguía procesando lo ocurrido el día anterior.

Mientras desayunamos juntos, entre bromas y peleas por la última rebanada de pan, alguien toca la puerta. Chris se levanta primero y, poco después, regresa con un joven de apariencia impecable.

—Chicos, este es Moobin —anunció. Su tono era tranquilo, pero su expresión mostraba alivio—. Es el enfermero que recomendó el doctor para cuidar a la señora Yang.

Moobin inclina la cabeza con respeto, luciendo profesional pero relajado. Es alto, demasiado diría yo, con el cabello oscuro perfectamente peinado y un aire de confianza que no parecía forzado.

—Es un placer conocerlos —dijo, su voz firme pero amigable.

Mamá deja un momento de revolver su comida para alzar la vista hacia el chico y darle una sonrisa cálida.

La aprobación de mamá fue un alivio inmediato. Si ella estaba cómoda, eso nos daba tranquilidad a todos. Moobin le explica brevemente cómo planea organizar sus visitas, asegurándose que su prioridad era su comodidad y bienestar. Mamá asiente, claramente conforme.

El camino al aeropuerto fue tranquilo al principio, hay muchas charlas y risas, pero la melancolía comienza a instalarse conforme nos acercamos y el silencio empieza a gobernar en nosotros. Aunque todos intentamos mantener la conversación ligera, las despedidas nunca eran fáciles.

—Solo serán unas vacaciones cortas —dice Lee Know, tratando de animar a Jeongin mientras este asentía, visiblemente nervioso.

—Sí, estaremos aquí para el cumpleaños de Areum —añade Changbin, con una sonrisa tranquilizadora, mientras le daba una palmada en el hombro.

Sin embargo, no pude evitar escuchar una conversación más seria entre Chris y Seungmin mientras subíamos las maletas al carrito.

—¿Seguro que todo está bien con la agencia? —pregunta Seungmin en voz baja, mirándolo con una mezcla de preocupación y curiosidad.

—Sí, todo está en orden —responde Chris, manteniendo su tono despreocupado—. Disfruta con tu familia, eso es lo importante.

Quise hacerme la desentendida, pero no pude evitar fruncir el ceño. Algo en su respuesta no me convenció.

La despedida en la terminal fue rápida pero emotiva. Hubo abrazos apretados, risas nerviosas y promesas de llamadas diarias. Aunque sabíamos que no era un adiós definitivo, la sensación de separación estaba ahí.

—Cuídense mucho —dije, tratando de mantener la voz firme mientras abrazaba a cada uno.

—Tú también, marmota —bromea Hyunjin, intentando aligerar el ambiente.

Lo cual fue un golpe bajo para mí, había dado por sentado que ese apodo estaba prohibido.

—¡No puede ser! —grita Felix tapándose la boca —había olvidado ese apodo —y todos empiezan a reír, provocando que ponga los ojos en blanco.

—Cállense— dijo fingiendo enojo—por lo menos yo crecí y no parezco conejo o ardilla

—HEY—gritan al mismo tiempo Lee Know y Han, muy indignados.

—No nos metas en esto—dice Han

—Si, y al menos yo estoy orgulloso de mis hermosos dientes de conejo—dice con su sonrisa pícara.

—Tu eres la única que se avergüenza de sus raíces —dice Jeongin y la lista de chistes después de eso es interminable.

Cuando finalmente se alejaron hacia los controles de seguridad, el silencio en nuestro grupo (conformado por Jeongin, Chris, Felix, Changbin, Han y yo) fue palpable.

—Bueno, misión cumplida —dijo Felix, rompiendo la tensión mientras regresamos al auto.

Sin embargo, los flashes de las cámaras no tardaron en aparecer. A pesar de las mascarillas y las gorras para pasar desapercibidos, parece que no funcionaron.

—¡Rápido! —dijo Changbin, empujándome hacia el auto.

Subimos como si estuviéramos en una película de acción, riendo nerviosamente mientras dejábamos atrás a los fotógrafos.

—Esto es ridículo —dijo Felix más tarde, mientras mostraba su teléfono—. ¡Ya estamos en las noticias!

El titular dice: "¿Novia secreta de I.N.?", acompañado de una foto borrosa en la que Jeongin y yo parecíamos demasiado juntos para el gusto de los tabloides. Solo dejé mi tono natural de cabello, ¿no reconocieron a la hermana de Jeongin?

—¿Novia secreta? —repito, sintiendo cómo el calor me subía al rostro.

—¡Felicidades, Jeongin! —grita Han, riendo a carcajadas.

—¿Qué le viste? —añade Changbin, provocando más risas.

Jeongin y yo nos miramos, claramente avergonzados, mientras los demás seguían haciendo bromas.

Por la tarde, Moobin baja al comedor con un semblante tranquilo pero serio.

—El doctor recomendó que me quede por las noches para monitorear a la paciente —explica—. No se preocupen por mis honorarios; su padre ya se encargó de todo.

La mención de mi padre me hizo apretar los labios. Ni siquiera había llamado, y mucho menos se había presentado.

—Excelente —respondo con una sonrisa forzada—. Llamó a otras personas antes que sus hijos— digo en voz baja con enojo.

En momentos como estos me molesto conmigo misma por creer que mi mamá es una persona decente que ama a su familia. Pero ahora no disimuló ni por su hijo.

Más tarde, mientras Jeongin y yo ayudamos a Moobin a organizar los medicamentos de mamá, estamos de acuerdo en que Moobin no estará siempre con nosotros y debemos ser capaces de cuidar a mamá por nuestra cuenta.

El joven nos observa con una mezcla de sorpresa y ternura.

—Es raro ver a una familia tan involucrada —comenta—. La mayoría deja todo en manos del personal médico.

—Ella es nuestra madre —respondo simplemente, pero sus palabras me dejaron dubitativa.

Por la noche, bajo sola a la sala para buscar algo de comer. El silencio es reconfortante, pero una serie de murmullos provenientes de la cocina capta mi atención. Me acerco lentamente, sin hacer ruido, pegando la oreja a la puerta sin pensarlo.

—La prensa no para de hablar de mi edad y mi soltería —dice Chris, su voz baja pero llena de frustración—. El CEO dice que ya es hora de que tenga una pareja pública.

Un nudo se instala de golpe en mi estómago.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Changbin, su tono preocupado.

—Está muy desesperado para que acepte salir con una idol de nuestra misma agencia—dice mientras chasquea la lengua

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, y un mareo repentino me obligó a apoyarme contra la pared.

—¿Lo harás? — pregunta Changbin.

Mi estómago se cierra aún más provocándome náuseas.

—No tengo opción —dice Chris.

Y yo ya no quiero escuchar más, doy media vuelta y corro a mi habitación. 

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