Capítulo 4 Un nuevo amigo

Alison

Al segundo día me sentía tan cansada, la bolsa de dormir era muy incómoda, pase frio, pero no me quejaría de eso con mi padre jamás, el me diría “te lo dije” y yo no iba a darle ese gusto, después de asearnos, fuimos a desayunar, el desayuno me pareció bastante pobre, era seguro que pasaría hambre hasta la hora del almuerzo. 

-¿Qué pasa Ali, no te gusta el desayuno? – me pregunto Lidia 

-es muy poco, esto no será suficiente para llenarme – admití 

-puedes tener un poco del mío – me dijo alguien, voltee a ver a quien me hablaba, era ese chico Jasper, que se estaba sentando a mi lado, solo vi como ponía una de sus salchichas en mi plato, y me daba su manzana 

-¿no vas a quedarte con hambre? – exprese 

-no como mucho –

- es obvio, deberías comer más, no te vendría mal subir un poco de peso – respondí, pero aun así no le devolví su comida, tenía mucha hambre 

-¿Cómo puedes comer todo eso, y no estar gorda? – me pregunto Kat, cuando también me comí parte del desayuno de Lidia , que no termino

-ejercicio, querida esa es la clave – respondí, si tu vieras el tremendo cuerpo que se cargan mis padres a su cuarenta lo entenderías, quiero verme así de bien a su edad.  

-haría ejercicio, pero odio madrugar, algún día, si me nacen las ganas te voy a buscar para hacer ejercicio contigo – me dijo sonriendo, mientras se comía su manzana y se lamia el jugo que quedaba en los labios de una manera un tanto sensual 

-ok pero no me veas así, que me enamoro – le dije en broma, y me reí 

-¿te gustan las mujeres? – me pregunto

-no, pero si a si fuera serias mi tipo – le respondí siguiendo el juego, me sentía cómoda con ellas, podía ser yo, sin sentirme juzgada 

-gracias, querida – respondió – y si yo fuera lesbiana también serias mi tipo –

-si ya terminaron de coquetear, hay que ir a lavar nuestros platos – nos interrumpió Luna 

-¿tenemos que lavarlos nostras? –pregunte 

-¿nunca has lavado un plato? – me pregunto Lidia 

-por supuesto que sí, no soy tan snob – respondí, cuando me estaba levantando vi a Jasper - ¿bienes o no? – pregunte y el solo asintió 

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Jasper 

Después del desayuno, por fin comenzaron las actividades de bienvenida, la primera actividad fue la de jalar la cuerda las chicas se sentaron a ver mientras los chicos comenzaban, me sentí tan avergonzado por que mi equipo perdió, y termine lleno de lodo, Alison y sus amigas se rieron de  mi, por primera vez, me dio pena no ser un chico tan fuerte como los demás, eso era algo que por lo regular me daba igual.

-te hace falta hacer un poco mas de ejercicio, ¿quieres que te pase rutina de brazos? – me dijo a modo de broma 

-gracias por la oferta, cuando quiera aumentar masa corporal, te pediré consejo sin duda –

-no te vendría nada mal, un poco mas de musculo, y a tus compañeros también – 

-ya quiero ver cuando se su  turno – respondió uno de los compañeros que estaban en mi equipo 

-pues siéntate en primera fila, para que no te lo pierdas – respondió Kat, y paso dándole un empujón y Alison volvió a reírse y fue tras ella 

Una vez que fue su turno vi a Alison colocarse al final de la cuerda, no parecía estar esforzándose en absoluto, es más les estaban dejando ganar, a propósito.

-¿pueden tomarse esto en serio? – se quejo uno de los mayores 

-ya oyeron chicas hay que tomarse las cosas enserio – dijo Luna que era la de enfrente, vi Alison ponerse firme, acomodar las piernas, y cuando Luna conto hasta tres, y todas jalaron al mismo tiempo, pero la fuerte de ellas era Alison, cuando jalo con mayor fuerza, las chicas del otro equipo terminaron por completo en el lodo, eso solo me dejo en claro una vez más que ella era una chica bastante fuerte.

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Después de las actividades planeadas terminaron nos dejaron libres para ir al lago, pero yo no tenía ganas de ni de mojarme los pies, así que solo camine cerca de la orilla, y encontré a Alison recolectando piedrecitas y poniéndolas en su bolsillo.

-¿no vas a entra en el agua? – le pregunte 

-no gracias, me imagino que tu tampoco – 

-no soy el mejor nadador, no quiero correr ningún riesgo de nuevo, no quiero que tengas que volver a salvarme –

-¿Quién dijo que yo entraría de nuevo al agua por ti? – se inclino y junto otra piedrecita plana y le soplo un poco y la metió a su bolsillo

-¿para qué quieres tantas piedras? – 

-¡Ah! ¿Estás? Son para mi hermana pequeña, le gusta dibujar en ellas, está enferma así que no la dejan salir mucho de casa en cuanto se acerca el invierno, y los días se vuelven menos cálidos – 

-¿Cuánto años tiene tu hermana? – 

-diez – Alison dejo de juntar piedritas y se sentó sobre una roca más grande, para atarse los zapatos 

-¿tienes más hermanos? – quería aprovechar que estaba conversadora y sola, para conocerla mejor 

-¿te han dicho que eres un preguntón? – 

-lo siento, solo querían conocerte un poco mas –

Alison se levanto cuando termino de atarse mejor los cordones y se puso a caminar sobre un tronco viejo cubierto de musgo, que se atravesó en su camino-¿y por qué quieres conocerme un poco más? – se detuvo a mitad del tronco.

-me gustaría ser tu amigo – 

-¿de verdad quieres ser mi amigo, o solo estas agradecido por que salve tu vida? –

-estoy agradecido, si, no voy a negar eso, pero me gustaría ser tu amigo, me pareces una chica interesante -    

-si tu lo dices – me respondió ella, encoguiendose de hombros, y siguió caminando, pero luego se detuvo -¿vienes, o qué? – 

Me tomo un par de segundos reaccionar e ir tras ella, estuvimos solo merodeando por el lugar, ella no hablo mucho, recogió algunas otras piedrecitas, tomo un par de fotos aquí y allá, y se quejo por que no había señal, pero de ahí en más estuvo casi todo el tiempo en silencio, lo que me dio la oportunidad de observarla un poco más.

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Cuando llego por fin el momento de volver, me habría gustado sentarme con ella, pero Luna me gano y tomo el lugar, así que no me quedo de otra que sentarme en el asiento detrás de ella, pero no tuvimos oportunidad de conversar, ya que nada mas el autobús comenzó a andar, ella se puso los audífonos, se acomodo la capucha, y se recostó sobre el hombro de Luna, y al parecer se durmió.

Cuando llegamos a la última parada donde debíamos dejarnos todos, Luna la despertó y ella se bajo en seguida, un llavero se calló de su mochila, lo recogí, y cuando por fin me dejaron bajar, ya no estaba con las otras chicas.

-¿y Alison? – les pregunte 

-se fue hacia haya llegaron por ella, al parecer – me dirigí a donde Lidia me indico, y la vi ir hacia donde estaban varias autos estacionados.

La puerta de una lujosa camioneta negra se abrió y de ella bajo un tipo rubio, bastante guapo, y le sonrió.

-¡Ali! Por estas de vuelta – le dijo yendo hacia ella y tomando su bolso de viaje, le paso un brazo por lo hombros y la llevo hasta la camioneta donde le abrió la puerta del copiloto. 

Bueno, era más obvio que una chica tan bonita como ella debía tener un novio de su misma posición social, aunque él se veía bastante mayor que ella, pero claro eso no era asunto mío, ella solo era mi nueva amiga. 

  ¿O acaso me interesaba de otra manera?

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