capítulo 8: desesperada

Estuvo golpeando la puerta durante mucho tiempo. Ángel se encontraba muy enfadado, tanto que gritó a su madre, quien a su vez le propinó una cachetada. Ángela estaba confundida y no sabía si lo que estaba ocurriendo era correcto o incorrecto.

El padre de Ángel permaneció en el despacho, dolido por el deseo de su hija de distanciarse de él, reflexionando sobre todo lo que estaba sucediendo.

Arianna se dejó caer en su cama y comenzó a llorar. Alrededor de las 10 de la noche, decidió llamar a su amiga Linda.

Linda estaba dormida cuando su amiga la llamó y respondió rápidamente al teléfono.

**Linda 📲**: Hola, amiga.

**Arianna 📲**: Ayúdame, amiga, por favor.

Linda, alarmada, se incorpora y le pregunta: ¿Qué está sucediendo, amiga? ¿Qué te han hecho?

**Arianna 📲**: Me tienen encerrada y quieren obligarme a casarme por la mañana. No quiero, amiga.

**Linda 📲**: ¿Pero qué? ¿Acaso están locos? ¿Vas a casarte y con quién?

**Arianna 📲**: Con César, el chico adinerado de la universidad.

**Linda 📲**: No comprendo. Voy a avisarle a mi mamá iremos a buscarte de inmediato.

Arianna 📲 Amiga, no creo que deban venir. No las dejarán entrar y llamarán a la policía.

Linda 📲 Que lo hagan, les contaremos lo que están tratando de hacer contigo.

Arianna 📲 No entiendo qué he hecho para merecer todo esto en mi vida.

Linda 📲 No has hecho nada malo, son ellos los que tienen problemas. Estoy en camino por ti. No te dejaré sola; nadie puede obligarte a estar con alguien a quien no amas, especialmente alguien tan egocéntrico.

Arianna 📲 No, no hay nada que hacer, amiga. Solo quería avisarte; no vengan, no quiero que se metan en problemas.

Linda 📲 No tengo inconveniente en asumir riesgos para defender a mi amiga.

Arianna 📲 No te preocupes, amiga. Solo deseo verte mañana temprano.

Linda 📲 ¿A dónde te llevarán?

Arianna 📲 Te avisaré por la mañana, aún no tengo claro el plan.

Linda 📲 Está bien, estaré allí, amiga. Te quiero mucho y cuentas conmigo para lo que necesites.

Arianna 📲 Gracias, también te quiero.

Arianna finaliza la llamada y continúa llorando hasta quedarse dormida. Linda le relata todo lo sucedido a su madre, quien no podía creer lo que estaba escuchando.

Lidia, la madre de Linda, le comentó: Mañana iremos al lugar donde la llevan y hablaré con su padre. Le solicitaré que me la entregue, no debería casarla sin amor. Yo la ayudaré.

Linda respondió: ¿De verdad, mamá?

Lidia afirmó: Por supuesto, hija. Conozco a Arianna desde que eran muy pequeñas, siempre han estudiado juntas y sé que es una buena persona. No merece eso.

Linda expresó con gratitud: Gracias, mamá. Ojalá funcione.

Lidia concluyó: Ve a descansar, hija. Mañana la ayudaremos.

Ángel, el hermano, esperaba que todos en la casa estuvieran dormidos. Al abrir la puerta, se encontró con su hermana, quien estaba profundamente dormida. Intentó despertarla, pero no tuvo éxito. Ante esta situación, decidió dejarla descansar y le dejó una nota que decía: Hermana, vine a ayudarte pero estabas dormida y no lograste despertarte. Por favor, búscame temprano; estaré dispuesto a ayudarte a escapar de casa. No mereces que te obliguen a casarte. Te quiero, Ángel.