Capitulo 8

En la capilla de ciudad de la luz, nuestro lugar sagrado aún en construcción, las noticias de una visita importante hace que seis demonios reales se junten para discutir el asunto.

En uno de los cuartos, una mesa redonda, bebida y comida en la mesa, un lugar privado.

— Como sabrán, hemos recibido una carta de parte de nuestro Dios, vendrá aquí este día—. Declara primera.

— Esto es malo, muchos de los objetivos a cumplir no están hechos, la escuela y la torre no fueron finalizadas—.

— Por mi parte todo está hecho, tanto los pedidos de ropa y moda, como los negocios de comida y bares—.

— Fue mi equipo quien construyó esos locales para ti Clarissa—.

— Si, lo sé, gracias a tí terminé con mis objetivos, por eso mi equipo ayuda al tuyo, no es mi culpa —.

— La formación de maestros está en proceso, profesorados y puestos de trabajo, falta terminar la escuela y comenzaremos con el proyecto—.

— Dame tiempo, sé que dependen de mi, torre, escuela, locales ¿No quieren también un rascacielos?—.

—No hay razón para enojarse, el progreso de la ciudad va muy bien—.

— Incompleto, yo estoy a cargo de la estructura de la ciudad, yo seré castigada—.

— Es solo una visita regular, no hay problema—.

— ¡Pasaron seis meses!—.

— ¡Silencio!—. Exclama Primera.

Todos los demonios presentes terminan de discutir para dejar que Primera hable.

— Me parece una visita apresurada, sabíamos que no terminaríamos todo a tiempo y estoy segura él también lo sabe, tendremos más tiempo, no hay razón para discutir ese tema—.

— De acuerdo entonces—. Responde de mala gana.

— En vez de pensar en lo que no tenemos, pensemos en lo que podemos mostrarle ¿De acuerdo? Comenzaré de uno, Morrigan ¿Cómo te presentarás?—.

—... Diría mi nombre y mi cargo—.

— ¿El cual es..?—. Pregunta de inmediato.

— Encargado de armas militares y la herreria—.

— Bien hecho ¿Qué resultados de tu trabajo puedes mostrar?—.

— No pude crear la lanza que se nos pidió, combinar metal y material mágico sólido es imposible—.

— No, Morrigan, resultados positivos, eso es solo si, y solo si él mismo te lo pregunta, concéntrate en mostrar el mejor lado, esperan de nosotros buenos resultados—.

— Mmm... Pudimos crear la cal en cantidades, encontramos caliza y arcilla como se nos pidió, las estructuras son más duras gracias al cemento—.

— Es muy buen avance ¿Algo más?—.

Alguien toca la puerta y se apresura a entrar.

— Estamos ocupados—.

— Disculpe Primera, él ya está aquí—.

Esas palabras de aquella humana hacen desesperar a Clarissa.

— ¡Muy rápido, no estoy preparada, ni siquiera pude practicar mi diálogo! ¡Mierda mierda mierda!—.

— Todo saldrá bien, recuerda lo que dije muestra resultados—.

Clarissa toma un respiro profundo y se prepara para lo que viene.

Los nervios se notan en la sala.

— ¿Están listos? No lo hagas esperar, todos en posición—.

Ante las palabras de Primera todas caminan hasta el centro de la capilla, frente a ellas un trono donde un demonio de aspecto tenebroso está sentado, su magia puede verse.

— ¿Estará enojado? ¿Lo hicimos esperar?—. Murmura una de ellas.

Clarissa es quien más tiembla, parece una gelatina, su cuerpo tiene sus propios terremotos.

— Primeras, he venido a ver el lugar—.

— Si mi señor, como puede ver priorizamos la capilla para ofrecerle nuestra servidumbre nosotros—

— ¿Cuando pedí una capilla?—. Murmura en voz baja.

—... No... Eso—.

Primera parece entrar en pánico, el silencio invade la capilla.

— ¿Primera estás bien?—.

— Si, estoy bien, disculpe mi señor—.

— Está bien, quiero saber todo sobre el progreso del lugar—.

— Si, estoy a cargo del liderazgo del grupo uno, la organización entre los primeros ha tenido exito en muchos ámbitos, en especial estructural—.

— Es cierto, puedo ver que han progresado mucho desde la última vez... Hablando de Última, dime qué tal—.

La mirada de aquel en el trono se dirige a una mujer de pelo claro, un cuerno en la frente similar a los unicornios de los cuentos de hadas, oscuro como la noche sin rastro de otro color.

—Y-Yo...— Ella se aclara la garganta para luego continuar — Soy última, la sexta miembro de los primeros, estoy a cargo de la estructura y la gestión de ellos, las casas de material están terminadas excepto... E-¡Es de mi agrado informar que la población cuenta con casa propia, un techo y una buena gestión —.

— Si, he visto lo que has conseguido, debió ser difícil para ti—.

— Es mi trabajo, para esto se me otorgó está posición—. Declara mientras sostiene su corazón en su pecho.

— Veo algunas cosas sin terminar ¿Puedes hablarme de eso?—.

— ¡Guug!—. Un extraño sonido proviene de Última lo que hace que Primera intervenga.

— Lo siento mi señor, tanto la torre como las escuelas siguen sin ser finalizadas, las demás ya están listas para usarse si lo desea—.

— Hacer esto en un lapso de unos cuantos meses es—

— Ay no, ay no—. Murmura Última casi con lágrimas.

— Un gran logro, creí que habría muchas más cosas sin terminar, muy buen trabajo última —. Declara él con una sonrisa.

— Me alaga sus palabras, espero Pronto finalizar con lo que aún falta mi señor—.

— Pasemos a el siguiente, Canon—.

Ahora es el turno del más adulto varón de los primeros, Canon, larga cabellera rubia y ojos azules, un cuerno que no hace más que favorecer su brillo con ese rojo tan claro como el día.

Sin duda un demonio privilegiado con belleza.

— Mi señor, estoy a cargo de las relaciones exteriores que se harán en el futuro, mientras tanto me encargo de la seguridad de los nuestros, en estas tierras las discusiones y conflictos no llegan a superar simples diferencias de opiniones, mis chicos siempre están al acecho de poner orden en cualquier rincón de la zona—.

— Es bueno escuchar eso, un lugar pacífico mejorará la calidad de vida y, por lo tanto, los resultados de los ciudadanos al trabajar y crear cosas nuevas, buen trabajo canon—.

— No soy digno de sus palabras mi señor—.

— Por su puesto que si, serás necesario en el futuro también, ten eso en cuenta, tengo planes para ti—.

— Estaré a la altura de las expectativas—.

Sin nervios, sin saltos, sin apuro ni prisas, una muestra de como debe hacerse.

Canon ha mostrado una buena cara y lo ha hecho de forma perfecta.

— Clarissa—.

Una mujer de pelo oscuro y ojos marrones claros, su edad es la de una adolescente, su cuerno es curvado apuntando hacia atrás.

— Estoy a cargo de los comercios, la regulación en ventas, las bebidas y la comida, ya sean productos agrícolas o ganaderos, en este tiempo no hay incidentes respecto a la comida, los campos son cultivados con siembra rotativa por estaciones, la carne es abundante, la azúcar ya es empleada en dulces y la comida no es un motivo de problema para nuestra sociedad—.

— Es bueno saber que la comida no solo es abundante, sino que también es variada ¿El agua? ¿Ya hay cocineros de buen nivel?—.

— El agua del río es procesada por nuestro filtro para ser bebida, respecto a las habilidades culinarias, lo siento mucho, muchos de los platillos no han sido producidos a falta de conocimiento y habilidades—.

— Es una lástima, aún así no es algo que se necesite con urgencia, no es más que un lujo para nosotros el poder degustar comidas de alta calidad—.

Esas palabras parecen lastimar a Clarissa de alguna manera.

— Tendremos chef para su próxima visita—.

Él solo asiente y pasamos al siguiente.

— Zero—.

Una mujer de grisáceos cabellos con un cuerno tan fino como una daga corre por su frente.

— Estoy a cargo de la información y la educación, actualmente me dedico a que las personas sepan las reglas, sus deberes y sus derechos, cuando las escuelas sean construidas comenzará mi verdadero trabajo—. Declara con una voz algo apurada.

— Bien, es una tarea fácil y a la vez importante, ahora...—. Sus ojos se posan en alguien en especial.

— Morrigan—.

Un niño preadolescente, edad similar a la de Maeva y Han, su pelo corto rojizo y su cornamenta tan imponente le da una distinción opulenta, su cuerno no es largo, pero es tan ancho desde la base hasta la afilada punta que parece de un toro adulto

— No pude completar—

— Resultados—. Murmura Primera.

—... Mi equipo fabrica la cal, las herramientas y las armas... Ya—.

Primera suspira en desaprobación y parece murmurar un insulto.

— ¿Y el trabajo que te pedí?—.

— Imposible, no puedo—.

Todos observan a Morrigan con desprecio.

— Ya veo ¿Cuál es el problema?—.

— No puedo combinar metal con material mágico sólido. O se rompe o se liberan uno del otro, es como el agua y el aceite—.

— Ya veo, entonces está bien si cambio mi pedido, dado que una lanza es imposible quiero que hagas varios artefactos, anillos, pulseras, collares, dagas, espadas, martillos y tobilleras—.

— La cantidad de material que necesitaría es muy grande, no poseo la cantidad suficiente ni para la mitad de eso—.

— Pues consíguelo idiota—. Murmura Última.

— No necesito que sea todo en poco tiempo, recibirás material necesario hoy y en mi próxima visita, así que no te preocupes—.

— Entonces cumpliré con sus exigencias—.

— Mi señor—. Murmura Primera a Morrigan.

— Mi señor—. Declara finalmente.

— ¿Cuánta población tenemos aquí?—.

— Hay por lo menos trescientas personas, todas ellas eran esclavos o prófugos, niños sin hogar o abandonados—. Declara primera.

— ¿Respuesta de nuestros enemigos?—.

— La seguridad en el pueblo aumentó, el rey y los burgueses parece tener problemas, los secuestros bajaron y la violencia pública subió enormemente—. Declara Primera.

— Tienen miedo, están acorralados, eso es bueno—.

— ¿Algo más que desee mi señor?—.

— Solo una cosa más—.

...

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