CAPITULO DOS

Leah Flitz

Soy la única mujer entre los cinco hijos que tuvieron mis padres, vengo de un hogar tradicional e incluso un poco conservador, mis hermanos se casaron por voluntad de mis padres, Pero yo fui diferente, al ser la única mujer y la menor de todos ellos, puse un límite y decidí que quería para mi vida, mientras mis hermanos viven sus vidas dentro de oficinas, dos de ellos son abogados, mi hermano mayor es CEO de una empresa de autos y el hermano que está antes de mí es dueño de una firma de arquitectos, mientras yo decidí entregar mi vida a defender a mi país, no me interesa el matrimonio y aunque me gusta verme bien no soy la típica mujer femenina, actualmente tengo 25 años.

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Por fin logré mi objetivo, ser una de las mejores, hoy me llamaron a la oficina de la General Morgan, me informó que sería trasladada de base, ahora seré parte del escuadrón de aviones de caza de superioridad aérea, seré entrenada como copiloto, aunque se pilotear, siempre había hecho misiones humanitarias, nada que me hiciera correr algún riesgo, Pero toda mi vida soñé con defender a mi país y realizar diversas misiones, desde humanitarias hasta combates, aunque me informaron que seré aprendiz para copiloto, no me importa, estar en ese escuadrón es una ganancia para mí, además se que puedo demostrar de que estoy hecha.

- ¿Ya tienes tu maleta lista?- preguntó la suboficial.

- si, ya tengo todo listo - respondí.

- ok, entonces dirígete a la bahía, allí está el auto esperando, ya está listo para tu traslado-

- muchas gracias, iré de inmediato - dije tratando de no sonar emocionada.

- te vamos a echar de menos, buena suerte Flitz- dijo.

- muchas gracias Suboficial - me despedí y salí de la base rumbo a la bahía.

Cómo me había dicho, allí estaba un auto oficial en mi espera, puse mi equipaje en el maletero y luego subí al auto y salimos rumbo a la base de Edwards de la fuerza aérea.

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Era mucho más grande e imponente que dónde estaba, el auto se detuvo en el área de las oficinas, allí me hicieron ingresar, primero me hicieron pasar a hablar con el General Dan Allvin, un hombre de aproximadamente 60 años, muy amable.

Pero de palabras claras y concretas, el me presento al Capitán Stuart, tan pronto lo vi sus ojos recorrieron mi cuerpo sin el más mínimo respeto, me puse tensa de inmediato.

Después de presentarnos salimos de la oficina del General.

- carne fresca, ya era hora, me estaba comenzando a cansar de ver los mismos traseros todos los días -- dijo el idiota del capitán, yo decidí guardar silencio-- tranquila preciosa, no te haré nada que tú no quieras -- agregó.

- Capitán, ¿me puede indicar que procede por favor? - hablé para desviar su atención a lo que realmente me interesa.

- está bien, está bien, me rindo, eres de las difíciles..... Por ser tu primer día ve a ubicarte en la base, luego si quieres puedes ir a caminar para conocer los diferentes sectores y mañana a las 7:30 nos vemos en este mismo lugar para llevarte con la persona que va a estar encargada de enseñarte- dijo dándome noticias satisfactorias.

- ¿o sea que no será usted quien me enseñe?- la pregunta salió con rapidez debido a la emoción.

- ¿Querías que yo te enseñara?- preguntó.

- No, no, por supuesto que no, usted debe ser una persona muy ocupada - dije para justificar un poco mi indiscreción.

El comenzó a reír a grandes carcajadas -- ya pensé en alguien para que sea tu instructor, nos vemos mañana futura Copiloto Flitz, con permiso - dijo y yo hice mi despedida de protocolo.

Fui a la base donde estaban los dormitorios, allí me indicaron mi módulo para dormir, era pequeño pero no lo tenía que compartir con nadie, acomodé mis cosas y tomé una ducha.

Decidí ir a caminar y siguiendo el consejo del capitán Stuart fui a conocer el lugar, en esta base todo es a gran escala, no escatimaron en el presupuesto para la adecuacion, definitivamente es aquí donde tengo que estar para cumplir mis propósitos.

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Al día siguiente me levanté muy temprano, estaba un poco ansiosa por iniciar mis lecciones pero a la vez un poco preocupada por conocer al piloto que estará a cargo de enseñarme, no quiero que sea un idiota como lo es el Capitán Stuart.

Llegué media hora antes al lugar pactado, para mí sorpresa el ya estaba ahí tomando un café.

- capitán, buenos días- hice mi saludo protocolario.

- Descanse copiloto Flitz --respondió y yo relajé mi posición -- veo que llegaste antes de tiempo, ¿Te hice tanta falta?- agregó y yo solo pude mostrar una sonrisa forzada.

- no señor, solo no quería llegar tarde, quiero empezar con el pie derecho - respondí.

- eso está muy bien, ¿Quieres tomar café? En poco tiempo nos marcharemos y no comerás nada hasta el final de la tarde cuando termines tu lección-

- no señor, gracias, ya desayuné además no bebo café, me hace daño- dije, no pretendo tomar en una taza con la foto de ese hombre estampada en ella, sentiré que estoy bebiendo su esencia y eso me produce náuseas.

El terminó de beber su dosis de cafeína y nos dirigimos al Hangar.

Yo caminé detrás de el, solo podía ver su espalda ancha, lo que tiene de lindo lo tiene de idiota.

Me sobresalte al escuchar el ruido que provocó el golpe que le propició el capitán al avión, pero no tuve tiempo de procesar cuando segundos después apareció un hombre que por mucho le ganaba en belleza al Capitán Stuart, yo solo tragué grueso para disimular mi nerviosismo.

- A sus órdenes mi Capitán - dijo aquel hombre mientras sostenía un trapo untado de la grasa del avión.

- Descanse Teniente-- Respondió Stuart dejándome atónita, ¿nada más y nada menos que un Teniente será mi tutor?.

Efectivamente nos presentó y me indico que el me daría las lecciones, el Teniente Montés, aunque al principio estaba un poco a la defensiva, no sabía si era igual de idiota al Capitán, Pero parece que no, por lo que me contó son amigos, Pero el Teniente no comparte el comportamiento del otro sujeto.

Roger se fue y nos dejó solos, como era de esperarse me hizo sentir más tranquila cuando me aseguro que el Capitán no me iba a volver a molestar con sus comentarios insinuantes.

Me dijo que lo llamara por su nombre "David" estaba indecisa Pero al final acepte su pedido.

- entonces llámame Leah, me sentiré más cómoda si estamos en igualdad de condiciones - dije.

- Está bien Leah, por cierto, bonito nombre, te luce- me respondió, de inmediato senti mi rostro arder-- ¿Estás bien? Te veo muy colorada-- miró alrededor -- está muy caluroso el día, ¿Quieres un poco de agua?-- preguntó, Pero la vergüenza que tenía no me dejaba articular ni una sola palabra.

Aún así el teniente fue muy amable y fue por una botella de agua fría, yo me la tomé de un solo trago y para mí fortuna logré estabilizar mis emociones.

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Aunque ya estaba familiarizada con los aviones escuché atentamente la explicación que me daba, habían muchas cosas que por su experiencia sabía más que yo, me agrada aprender más, además que tiene un don para enseñar.

- Leah, ¿estás lista para ser mi copiloto el día de hoy?, ya sabes lo básico, Pero quiero que estés atenta y recuerda cuales son tus funciones - dijo.

- si señor, Operar el radar, administrar el combustible, establecer comunicaciones, recibir instrucciones, cuidar o administrar el uso de armas, ser el segundo piloto en caso de quedar fuera de combate el piloto principal- respondí.

- perfecto, aunque eso último no va a pasar porque no estaremos en un combate, vamos, subamos al avión -

Hice lo que el pidió, subimos e hice los ajustes necesarios, verifique que todo estuviera bien, luego ajustamos los cascos y me asegure que los intercomunicadores estuvieran funcionando, luego cerramos y aseguramos la compuerta.

- todo está listo y funcionando Teniente, podemos comenzar con el ascenso - dije y el avión se comenzó a mover.

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