Al día siguiente

Milena se despertó con una resaca tenaz, . Se levantó y se dirigió al baño para refrescarse. Mientras se lavaba la cara, sonó su teléfono. Era su mamá.

"Hola, mamá. ¿Cómo estás?", preguntó Milena.

"Estoy bien, y tú, hija. ¿Cómo te va? Te extrañamos mucho", respondió su mamá.

"Yo también los extraño, mamá. En las vacaciones los veré. Mañana entro a la universidad y estoy nerviosa", dijo Milena.

"No te preocupes, hija. Todo saldrá bien", la tranquilizó su mamá.

se que es un día que esperabas con ansías sé que estás nerviosa y tienes mucho miedo y lo entiendo, es algo nuevo y que encima te han dicho que es muy complicado, está bien tener nervios y estar asustada. Te podría dar el típico discurso de que es una nueva etapa en tu vida y bla bla bla, a pesar de que sí lo es quiero concentrarme en que es una nueva oportunidad para que crezcas como persona, para que aprendas cosas nuevas incluso fuera de lo académico y para que tengas mil experiencias. Quiero que sepas que estoy muy orgullosa de ti por haber llegado do de estas. te amo hija

siempre contarás con nosotros para apoyarte en lo que necesites.

. Tambiénn te amo madre gracias por esas palabras me motivan bastante

"Bueno, mamá. Hablamos. Te quiero. Cuídate", se despidió Milena.

"Ok, hija. Igual. Cuídate mucho", respondió su mamá.

Milena quería seguir hablando con su mamá, pero tuvo que colgarle; no aguantaba más el dolor de cabeza, sentía que le iba a explotar. Salió de su habitación y se dirigió a la cocina. Allí encontró a su amiga Lucía comiéndose un sandwich.

"Buenos días, bella dormilona. ¿Cómo amaneciste?", preguntó Lucía.

Milena se quejó: "Con una resaca horrible. ¿Qué pasó anoche?"

Lucía se rió. "Bebiste un poco demasiado. Te traje algo para aliviar la resaca".

Milena se sentó .. Lucía salió y entró de nuevo al comedor con una bolsa y le dio un vaso con un líquido claro.

"Bebe esto. Es un remedio casero. Te ayudará", dijo Lucía.

Milena bebió y se sintió un poco mejor. Se sentaron en el sofá y Lucía le contó sobre la noche anterior.

"Ese chico Gabriel estaba bueno. Lastima que no lo volvamos a ver. Todavía no entiendo por qué saliste corriendo y me dijiste: 'Lucía, vamos, estaba tan bueno que estaba para comérselo todo'. Tan guapo y se veía que le gustabas", dijo Lucía.

Milena respondió: "No sé qué me pasó cuando comenzamos a bailar. Con cada roce sentía una electricidad, y su mirada tan misteriosa, esa sonrisa... Me atrae ese chico y eso me dio miedo. No lo conozco".

Lucía sonrió: "Eso es amor a primera vista, amiga. Te enamoraste".

Milena negó: "No lo digas. Fui una tonta. Me fui sin despedirme. Ya no lo volveré a ver".

"Diciendo esto, Milena recordó cada parte de él: lo guapo que se veía, esos labios que llamaban los suyos, pero por un ataque de nervios, todo lo había perdido. Lucía se paró y le ofreció un sandwich. "Lucía, toma, desayuna. Hay que irnos preparando, mañana comienza nuestra vida universitaria".

Lucía dijo: "Hoy te quedas sola, voy para una cita".

Milena preguntó: "¿Y eso si se puede saber con quién, señorita? ¿Con el guapo y sexy barman de anoche?"

Lucia - Antes de irnos, le di mi número y me llamó esta mañana para darme los buenos días. Y me invitó a salir un rato. Y pues yo acepté.

Milena sonrió: "Vaya, esto me huele a amor".

Lucía respondió: "No, amiga, sabes que no estoy para enamorarme, sino para pasarla bien. Eso de meter al corazón ya no va conmigo".

Milena replicó: "Eso lo dices ahora, te veré toda enamorada".

Lucía afirmó: "Los hombres son solo diversión para mí, solo para complacer, nada más".

Milena advirtió: "Se muy bien lo que te pasó con César, que te engañó, pero no por eso todos son iguales. A veces hay que darle una oportunidad más al amor".

Lucía concluyó: "Mira, quien lo dice, la que no se ha enamorado".

no sabes nada del amor y mejor que no lo sepas .

los hombres solo nos ven como juguetes .

Milena y Lucía pasaron todo el día haciendo los preparativos para ir a la universidad. Querían asegurarse de que no les faltara nada. Todo estaba ya completo: los libros, todo lo tenían. Hicieron aseo y arreglaron todo. Hasta que se hicieron las 7:00 p.m.

Milena: "Lucía, cálmate, todavía hay tiempo".

Lucía: "Tiempo... Matías viene por mí a las ocho y son las siete. El tiempo se me pasó volando. ¿Qué me pongo? ¡Oh, Dios! Ayúdame, Milena, a escoger qué me voy a poner".

Milena: "Sí, amiga, cuenta conmigo. Yo te ayudaré y te verás como toda una diva".

Milena buscó en el armario y optó por un vestido rojo pegado al cuerpo. "Este te pondrás, y estos tacones blancos".

Lucía se lo puso y se miró en el espejo. Milena: "Oh, sí. Definitivamente fue hecho para ti. Luces como una diva".

Lucía: "Es perfecto".

Milena maquillaba a su amiga Lucía cuando de repente se escuchó el celular de su amiga.

Matías: "Hola, Lucía. Ya estoy aquí abajo. Te espero".

Lucía: "Hola. Sí, dale. Ya salgo".

Milena ya había terminado de maquillar a Lucía, así que esta se despidió, cogió su bolso y se fue.

Milena: "Que te vaya bien. ¡Grita!"

Lucía: "Bueno, amiga. Nos vemos".

Lucía medía 1.70 y su piel canela la hacía ver simplemente maravillosa. Sus ojos eran color miel y su cabello negro como la noche.

Al salir del departamento, Matías vio a Lucía tan hermosa y se dijo a sí mismo: "Esa mujer tiene que ser mía".

Lucía: "Hola, Matías. Me saluda con gusto. Ya estoy lista. Vamos".

Matías sonrió y besó la mejilla de Lucía. "Estás impresionante", dijo, mientras la miraba de arriba abajo. Lucía se sonrojó y bajó la mirada, pero no pudo evitar sonreír.

Subieron al auto de Matías y se dirigieron un restaurante. Durante el trayecto, charlaron sobre sus planes y sueños. Lucía se sentía cómoda con Matías, y él parecía genuinamente interesado en lo que ella decía.

Al llegar al restaurante, se sentaron en su respectivas sillas , llamaron al mesero para pedir la carta y comenzaron a disfrutar de la noche. Mientras estaban comiendo, Lucía se divertía mucho hablando con matias , pero no podía evitar notar la forma en que Matías la miraba. Era como si la estuviera devorando con los ojos.

De repente, Matías la tomó de la mano . "Lucía, desde que te vi, no puedo dejar de pensar en ti", dijo, con la voz baja y emocionada. "Me encantaría conocerte mejor. ¿ me dejas ?

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