Un joven miraba fijamente a su amigo cercano que estaba disfrutando de la comida frente a ellos. Lo observaba con atención, después de lo que su amigo había hecho unos minutos antes.
"¿No vas a comer?", preguntó Erik a su amigo, que no le había quitado los ojos de encima ni un segundo. Erik parecía indiferente a la mirada inquisitiva de Jojo.
"¿No deberías darme una explicación?", replicó Jojo lanzándole la pregunta de vuelta mientras empezaba a disfrutar de nuevo de la comida que habían pedido.
"¿Explicación de qué?", preguntó Erik fingiendo ignorancia. El joven incluso pareció indiferente y continuó metiéndose la comida en la boca.
"No te hagas el tonto", dijo Jojo con sarcasmo. "Deberías contarme de dónde sacaste esa tarjeta. Y luego qué pasa con tu trabajo. ¿Y qué más? Hay muchas cosas que tienes que explicarme".
Erik se limitó a reírse. "Te pareces a mi madre, Jo, tienes que tener una explicación para todo. Uno no puede simplemente comer y ya, sin tener que pensar demasiado", se excusó.
Erik sabía muy bien qué era lo que le hacía comportarse así a su amigo. Pero Erik se lo ocultaba a propósito, para que a su amigo le diera un infarto cuando se enterara de quién era Erik en realidad.
"Bueno, es normal que quiera saberlo. Porque esta noche, has estado muy raro, ¿entiendes?", dijo Jojo. "¿Tienes ahora un trabajo secundario?".
"¿Un trabajo secundario de qué?", preguntó Erik tras sorber su té helado.
"Sí, un trabajo secundario, como servir a señoras mayores o algo así".
"¡Qué barbaridad!"
Jojo se limitó a reírse. "Quién sabe. No es posible que de la noche a la mañana seas rico de repente. La ropa que llevas no es precisamente barata si es de verdad, y tu moto es de edición limitada. Por no hablar de lo de antes, la tarjeta Black. De dónde has sacado todo eso, si no es de señoras ricas".
"¡Dios mío!", exclamó Erik conmocionado al oír eso. "¿Por qué piensas demasiado?".
"Bueno, es normal. Si no me das una explicación, ¿cómo voy a pensar positivamente? Es imposible", dijo Jojo.
Erik hizo un mohín con los labios. "Mañana te lo cuento. Esta noche no estoy de humor por culpa de esos dos idiotas", respondió Erik buscando una salida. Pero al ver la reacción de Jojo en ese momento, pareció que el método de Erik había funcionado.
"Hendra debe de estar muy avergonzado. Se ha hecho hijo del dueño de una joyería y ya se cree el rey del mundo", se burló Jojo. Erik se limitó a sonreír mientras terminaba el resto de su comida.
"Mutia debe de estar muy arrepentida, Rik, de haberte dejado por Mahendra, después de saber que tienes una tarjeta black, no te quitaba los ojos de encima", dijo Jojo de nuevo.
Erik volvió a sonreír ampliamente.
"Y Niken, y esa otra chica de antes de Mutia, deben de estar muy arrepentidas si supieran que eres una persona con dinero", dijo Jojo, todavía parloteando.
"¿Y qué si se arrepienten? ¿Debería volver con ellas?".
"No, por supuesto que no. Como si no hubiera otras chicas".
Erik resopló. "Bueno, más te vale que te termines la comida. Y luego nos vamos a casa".
Jojo también resopló. "¿Mañana trabajas? Ha habido un anuncio en la empresa".
"¿Un anuncio de qué?", preguntó Erik, visiblemente satisfecho tras terminar de comer.
"Que mañana todos los empleados tienen que ir bien vestidos. Como mínimo, si somos personal de limpieza, tenemos que llevar camisa. Dicen que mañana el Gran Jefe va a anunciar a su hijo que será el sucesor del Gran Jefe en el Grupo Paragon".
Erik se quedó pensativo. Pero Erik era consciente de que su padre quería presentarle al mundo entero.
"Ah, ¿sí?", respondió Erik fingiendo comprensión.
"¿Entonces mañana sigues trabajando?", preguntó Jojo en cuanto vio la reacción de Erik. "Guau, genial. Bogo se va a quedar en shock al verte seguir siendo un empleado de Paragon".
Erik sonrió. En el fondo, Erik también estaba seguro de que Jojo también se quedaría en shock con lo que iba a pasar en la oficina al día siguiente.
Mientras tanto, esa misma noche, un joven parecía estar ocupado eligiendo ropa en su habitación. El joven parecía entusiasmado por recibir el día siguiente con una aparición que pudiera hipnotizar a todos.
"¿Qué estás haciendo, Dave?", preguntó alguien al abrir la puerta de la habitación y ver al ocupante ocupado eligiendo ropa.
"Elegir la mejor ropa, mamá, para el evento de mañana", respondió Dave con entusiasmo. "En tu opinión, ¿qué ropa me queda mejor?".
La mamá a la que se le pidió su opinión, suspiró profundamente. Miró a su hijo con una mezcla de emociones.
En ese momento, una mezcla de sentimientos se apoderó del corazón de la mujer. Pero para decir la verdad, tampoco se atrevía a decepcionar a su hijo.
"Estoy seguro de que papá me nombrará mañana su sucesor, ¿verdad, mamá?", preguntó Dave aparentemente muy emocionado mientras se miraba al espejo, probándose una chaqueta.
"Sea como sea, soy mayor y más inteligente que Morgan. Además, Morgan es el segundo hijo, así que es imposible que papá nombre a Morgan como su sucesor".
La mamá seguía atónita. Era como si la mujer no tuviera las palabras adecuadas para hacer feliz a su hijo, como de costumbre.
"¿Por qué te quedas callada, mamá?", protestó Dave al darse cuenta de que su madre no había respondido a sus palabras. "¿Mamá no me has escuchado?".
"No es eso", dijo la mamá tartamudeando. "Estaba pensando en el tío Marco. Dijo que iba a venir, pero ya es hora y no ha dado señales de vida".
"Ah", fue todo lo que dijo Dave. El chico volvió a estar ocupado con su actividad actual.
"¿Qué haces aquí?", preguntó de repente una voz desde detrás de la mujer llamada Natalia. La voz la sorprendió tanto que la mujer, que seguía agarrando el pomo de la puerta, se volvió hacia ella.
"Estaba hablando con Dave", respondió la mujer.
La figura cuya llegada estaba esperando pareció acercarse y también mirar lo que Dave estaba haciendo en ese momento. "¿Qué estás haciendo, Dave?", la figura llamada Marco también entró en la habitación.
"Buscando ropa para el evento de mañana, tío", respondió Dave con el mismo entusiasmo. "En opinión del tío Marco, ¿qué ropa me queda mejor para subir al escenario cuando papá diga mi nombre mañana?".
Marco lanzó una mirada a la madre de Dave, que ya había entrado y se había sentado en el sofá. Los dos se miraron como si estuvieran hablando a través de sus ojos.
"Tú estás guapo con cualquier cosa que te pongas, Dave, no tienes que preocuparte", respondió Marco.
La sonrisa de Dave se ensanchó inmediatamente. "El tío Marco es el mejor", respondió con orgullo.
Marco levantó inmediatamente el pulgar y se sentó al lado de Natalia.
"¿Qué hay del plan de mañana?", susurró Natalia.
"No te preocupes. Me aseguraré de que el verdadero hijo de Castilo no aparezca en el evento de mañana", respondió Marco con mucha seguridad.
"Me alegro", Natalia pareció ligeramente aliviada.
El mismo plan ya había sido elaborado por otras dos parejas: Victoria y Bram.
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