Part. 6

Después de llegar a la mansión principal acompañado por Liam, el asistente personal de su hermano, Bayron inmediatamente entró a la mansión y luego se acerco a su mamá Tobias, que estaba sentado en el sofá, en el estudio de su papá Daniel.

-Cariño, ¿qué está pasando?- Tobias miró a su hijo inquisitivamente, porque de repente Bayron entró en el estudio de su esposo.

-Mamá. Papá... quiero trabajar- Tobias y Daniel se miraron con caras confusas.

-Cariño, ¿no estás trabajando ya como escritor?- Dijo Tobias.

-No como escritor mamá, pero quiero un trabajo que realmente funcione- Bayron dijo con emoción al recordar las palabras de Agam, que su nombre y bienes pertenecían a su familia.

Tobias y Daniel se miraron de nuevo y Tobias, que conocía muy bien el carácter de su hijo, sólo pudo respirar profundamente.

-¿Qué está pasando? ¡Dímelo!- Preguntó Tobias.

-Mamá, alguien dijo que el nombre y la riqueza que tengo es por el gran nombre de la familia Arbeto, y sin el gran nombre de Arbeto no sería nada- Bayron contiene las lágrimas.

-¿Qué?- Daniel golpeó la mesa frente a él.

-¿Quién es la persona que se atreve a decirte la verdad?- Preguntó Daniel.

-Papá...- Bayron pisoteó el suelo con sus pies.

-¡Daniel!- Tobias empujó el brazo de su marido.

-Eh, ¿Lo que quería decir, quién se atreve a decirte algo así a mi amado hijo?- Daniel tragó saliva con dificultad cuando se dio cuenta de que se había escapado.

Aunque lo que la persona dijo era cierto, el nombre de su hijo era famoso como escritor no porque sus libros impresos se vendieran bien en el mercado, sino porque Daniel había ordenado a todos sus empleados comprar los libros impresos de Bayron hasta que se convirtieran en los más vendidos.

Hasta que el nombre de su hijo se hizo famoso, sobre todo porque detrás del nombre de Bayron estaba el apellido Arbeto.

-¡Lo dijo así A!- Bayron derrama lágrimas falsas para que su plan salga bien.

-¿Qué?- Tobias y Daniel se sorprendieron y se levantaron de sus asientos.

-¡Cómo se atreve A hablar así! Para hacer llorar a mi hijo- Daniel se acercó a Bayron y abrazó a su amado hijo.

-Bayron, no te preocupes, le diré a tu tío David que reprenda a A

Mientras tanto, Tobias, que no creía las palabras de su hijo, inmediatamente miró a Bayron.

-¿Qué le hiciste a A? ¡Para que A hable así!

-No hice nada, mamá- mintió Bayron mientras abrazaba fuertemente a su papá.

-Papá, ¿puedo trabajar? quiero mostrarle a A que puedo trabajar- Bayron desvió deliberadamente la conversación para que Tobias no sospechara de él.

-Pero cariño, ¿qué pasa con tus estudios?- Preguntó Daniel.

-Puedo dejarlo en un tiempo.

-¿Qué?- Daniel y Tobias volvieron a hablar al mismo tiempo.