A merced del diablo.

Sus frias palabra me llenan de terror.

¿Acaso Bianca sabía que ente lugar sucedían estas cosas?

No lo creo, ella es mi hermana.

Me niego a pensar que mi propia hermana me mando al mismísimo infierno.

De seguro también la engañaron. Si definitivamente eso fue lo que pasó.

Ahora necesito que este hombre me entienda y me deje ir.

_ Señor se lo suplico.

_ Las súplicas aquí no son escuchadas. Ahora decide porque ya vienen por ti cariño.

No tengo más opción. No quiero que ningún viejo asqueroso ponga sus manos sobre mí, después veré si encuentro otra salida.

_ A ... A usted. Estoy dispuesta a servirle a usted siempre y cuando no sea en la cama.

_ Sabía decisión. Ven vamos.

Me toma de la mano y me lleva junto a él, al salir aque hombre de la subasta estaba afuera esperandonos.

_ Cambio de planes señor. Puedo devolverle el dinero o puede tomar dos chicas en su lugar.

Ese maldito viejo me ve con ojos llenos de lujuria.

_ No hace falta Daniel. Quédatela yo voy a elegir a otra en su lugar. Pero si decides ponerla a trabajar avísame.

Así sin más ese degenerado se va luego de estrecharle la mano.

_ ¿Daniel es tu nombre?

_ Así es preciosa. Mi nombre es Daniel Vasil.

_ Entonces tú eres ...

_ Sí yo soy el dueño y señor absoluto de la organización daga azul.

La emoción me gana y caigo desmayada. ¿Cómo fue que terminé en manos de tan terribles personas?

Despierto no sé cuánto tiempo después, pero ya es de día.

Estoy en una lujosa habitación Y gracias al cielo tengo mi ropa puesta y no me duele nada.

Cuando me siento en la cama junto a mí estaba aquel hombre.

Quién creía estúpidamente qué era mi salvador y resultó ser el mismo diablo en persona.

El que promueve toda esta maldad y trata a las mujeres como trozos de carne.

Necesito volver junto a Émed cueste lo que cueste.

_ Veo que ya despertaste hermosa.

Sus palabras me toman por sorpresa y apresurada cubro mi cuerpo con la sábana.

_ Tranquila si no te toqué anoche es porque no deseo asustarte.

_ Qué es exactamente lo que quiere de mí señor.

_ Ya te lo dije. Se mi sirvienta personal de esa forma solo me servirás exclusivamente a mí sin la necesidad de tener que tratar con esos viejos apestosos.

_ Como se lo dije, puedo servirlo en todo lo que necesite. Menos en la cama.

La habitación se inunda por su fuerte carcajada.

_ Ja ja ja Pero si ya estás en ella querida.

_ Sabe a lo que me refiero.

_ Me gusta tu actitud. Dices lo que piensas sin vacilar y claramente no te intimida que yo sea el dueño de todo.

Está bien no te tocaré por el momento. Pero eso cambiará si cometes algún error.

_ No pienso hacerlo. ¿Si trabajo duro me dejará ir?

_ ¿Acaso alguien te espera en casa?

Si le digo que tengo un pequeño niño esta gente lo utilizará para amenazarme.

Por lo que he escuchado ellos suelen usar ese método para someter a sus víctimas.

También estaría poniendo en peligro a Bianca y a Émed.

_ No tengo a nadie. Pero tampoco quiero vivir toda mi vida aquí señor.

_ Eso me alegra. Es mejor que no tengas ataduras.

Veremos tu desempeño y luego te respondo. Ahora ve y prepara mi baño.

Salgo apresurada a realizar lo que me pide. No quiero volver a pasar por lo que pasé anoche.

Aunque nadie me asegura de que este hombre cumpla su palabra de igual manera me esforzaré al máximo para que no tenga escusas de aprovecharse de mi.

Después de 20 minutos le comunico que ya está todo listo.

Lo veo ingresar solo en bata y salgo apresurada del lugar.

_ A dónde crees que vas Rebeca.

_ Lo dejo para que tome su baño señor.

_ Tienes que servirme en absolutamente todo y eso incluye ayudarme en el baño también.

Observo apenada cómo queda completamente desnudo frente a mí y con una fría mirada se sumerge dentro de la bañera.

Daniel Vasil. 26 años.

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