Todo es tan dificil.

Me vi forzada a dejar los estudios y ponerme a trabajar de lleno.

Gracias al cielo la casa y el negocio son de la familia, pero aun así debo pagar los servicios y víveres diarios.

La leche y pañales de Émed se llevan gran parte del dinero. Así que de ninguna manera podía seguir estudiando.

Mucho menos después de que mi mala hermana me dejó sola con todo.

Al principio me costó muchísimo ser la cabeza de la familia y ser la única responsable de cada cosa.

Fue mucho más difícil gracias a los prejuicios de la sociedad.

Ya que las personas que no conocían mi historia solían juzgarme duramente al tacharme de madre soltera tan joven, porque a donde sea que fuera siempre llevaba a Émed conmigo.

Diario escuchaba cosas como:

Que ganas de arruinarse la vida tiene la juventud de hoy en día.

Que desgracias trayendo niños al mundo por no saber cerrar las piernas.

Acaso sus padres no le enseñaron que hay muchos métodos anticonceptivos.

De seguro quiso amarrar a un hombre casado con el niño y se quedó sin nada.

Pobre desgraciada. Se cree muy inteligente y terminan siendo esclavas para sobrevivir.

Prostituta o amante.

Así y muchas cosas más. Que al principio me dolía, pero con el tiempo aprendí a ignorar.

Ninguna de esas personas se puso a pensar en mi situación.

Nadie siquiera me pregunto nada.

Solo juzgaban como si supieran toda la verdad.

Me trataron de lo peor sin ni siquiera saber quien era yo o el niño que cargaba.

Y si fuera verdad qué Émed era mi hijo yo no les pedí absolutamente nada para sacarlo adelante.

Al contrario cada día me levantaba muy temprano para ganarme el pan de cada día.

No lo abandoné o algo peor como hacer muchas mujeres.

Con el tiempo aprendí a ignorarlos y devolverles una sonrisa ante sus malos comentarios.

Lo único que quería era poder sobrevivir y darle lo mejor de mí a mi hermanito.

Si al final del día esas personas seguiría juzgando supieran o no mi verdad.

Los meses pasaron y mi pequeño cumplió los 6 meses.

Siempre fue un niño bien portado y no molestaba por las noches.

Era como si supiera que al otro día teníamos que madrugar. Así que solíamos acurrucarnos y caer rendidos.

Tampoco solía llorar por las largas jornadas de trabajo. Solo se mantenía sereno y con una enorme sonrisa que me llenaba de fuerzas.

Intente buscar a Bianca. Ya que al menos quería saber si se encontraba bien.

Pero no obtuve su paradero por ningún lado. De vez en cuando me encontraba con gente que la conocía y así supe que todavía estaba con Adrián y que le iba muy bien.

Luego de escuchar eso de varias personas me pude quedar tranquila y seguir adelante.

Ya que no tenía tiempo ni cabeza para preocuparme por mi desinteresada hermana que olvido por completo a su familia por un hombre.

Un año entero paso Y le doy un pequeño cumpleaños a mi niño.

Solo somos los dos. Ya dijo su primer palabra qué fue mamá y está nada de caminar, me siento muy feliz de verle crecer tan bién.

Aunque al negocio no le esta llendo tan bien, ha decaído bastante y no sé si pueda seguir sosteniéndolo.

Cada día me cuesta más seguir subsistiendo los gastos que se acumulan.

De por si es tan difícil todo.

Ahora más que nunca necesito uno de esos fuertes abrazos a mis padres.

Por que siento que el mundo vuelve a caerse a pedazos sobre mi.

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