Lasaña

Jasmín se dirigió a ver al dueño de la tienda, quien se encontraba muy feliz, de haber vendido la tienda a un muy buen precio.

- Señorita hoy mismo tendremos los papeles, para que por la tarde venga a firmar.

- Bien, muchas gracias, ahora me voy a la casa, a hacer el almuerzo, señora María se podría quedar a ver, que todo salga en orden.

- Si señorita.

[En serio me compró una tienda… aun no lo puedo creer]

Cuando ella iba llegando a su casa, se encontró con varias carretas llenas de diferentes alimentos, en su puerta.

(vendedor) – Señorita, dejaremos todo en el granero y en la bodega por orden del rey.

(Jasmín) - ¡Wow! Eso es maravilloso, muchas gracias.

(vendedor) – Esta todo pagado por adelantado, además tenemos la orden de venir una vez al mes, a revisar que tenga de todo.

(Jasmín) – Muchas gracias.

Ella entró a la casa, dando saltitos de felicidad…

(Black) - ¿Por qué estas tan feliz?

(Jasmín) – El rey me regalo la tienda y nos llenó de comida el granero y la bodega.

(Black) – Bien, solo debes concentrarte, en cuidarme y alimentarme.

(Jasmín) – Ya estás pensando en comida, eres muy tragón.

(Black) - ¿Por qué te enojas conmigo? El rey es igual de glotón.

(Jasmín) – jajajaj

Ella preparó mucha comida, varios postres y a la hora de siempre llegó el rey.

(Rey) – Hoy huele diferente

(Jasmín) – Buenas tardes, majestad.

(Rey) - ¿Qué preparó hoy?

(Jasmín) – Lasaña

(Rey) - ¿Qué es eso? Se ve diferente

(Jasmín) – Es una pasta en base a harina y huevo, con salsa de tomates, albahaca y mucho queso.

(Rey) – Bien, lo probaré.

El rey comenzó a comer y al sentir el primer bocado, comenzó a sonreír.

- Esto esta exquisito, es único, en un bocado pude sentir tantos sabores.

- Me alegró que le haya gustado.

- Hay una bandeja en el horno, casi lista. Le tiene que decir a su chef solo que la caliente.

- ¿y si la quema?

- La lasaña esta lista, solo tiene que esperar que el queso se derrita y se coloque así como esta ahora.

- Bien, daré las indicaciones.

El rey después de comerse todo y dejando a un pequeño dragón muy enojado por eso, volvió a su palacio y a la hora de la cena, dio las indicaciones y se quedo en la cocina a esperar que estuviese listo.

- Majestad, no es necesario que este en la cocina.

- No conoces como debe quedar la lasaña.

Cuando vio que estaba lista, pidió que la llevaran a su estudio.

Cuando iba de camino, se encontró con su cuñado.

(Duque Costa) – Buenas noches majestad

(Rey) – Buenas noches

(Duque Costa) - ¿Qué va a cenar majestad?

(Rey) – Lasaña

El duque no alcanzó a responder cuando el rey ya se había ido.

Cuando el rey pudo cenar, estaba realmente feliz,

El duque Costa fue a buscar a su esposa.

- Vi al rey y se veía mas raro que de costumbre

- Si, ya no come con nosotros

- Lo se, llevaba una comida extraña a su estudio

- Creo que esta conociendo a alguien

- ¡No eso no puede ser!

- ¿Por qué? Mi hermano aun es joven

- ¿Eres tonta? Si el rey se casa, mis hijos no heredarán el trono.

- A lo siento, no lo había pensado

- Si, si no piensas, ahora iré a la taberna

- Volverás a dormir?

- No lo sé.

...

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