no mereces mi perdón

Henry

Ese imbécil tenía razón después de todo, llegué al dormitorio de chicas y ahí estaba ella, con un enorme bote de helado a medio comer y la televisión encendida.

No me importa cuanto es que ese tipo la conoce, yo me encargaré de hacer que Morgan se enamore de mí.

Tomaré en cuenta cada detalle de lo que le gusta y lo que le disgusta, mi tarea será hacerla feliz todos los días por el resto de nuestras vidas.

Ella me mira asustada, debo verme horrible después de la golpiza que ese tipo me dio, pero no me importa recibir golpes con tal de proteger a mi novia.

Ella me hace pasar y me sienta en el mueble de la sala, la veo ir corriendo al baño y regresar con un botiquín.

Me limpia las heridas y les acomoda banditas de color rosa, para este punto no sé si reírme del color de las banditas o reírme del dolor que siento en las heridas.

Después de que termina se levanta y lleva el botiquín de nuevo al baño, la veo tardar y al regresar. Me da una sudadera.

—será mejor que te quites la playera.

Yo me sonrojó por su comentario. Ella lo nota y enseguida se pone nerviosa.

—eh... No... No es lo que crees, es solo que... bueno tu playera está manchada.

Yo me río, me encanta todo de ella. Procedo a quitarme la playera y me coloco la sudadera, la cual me queda a la perfección. No sé por qué, pero presiento que está ropa le pertenece a alguien más.

Sin embargo, decido usarlo a mi favor, le pido a Morgan continuar viendo la película juntos.

Yo no soy fan del romance, pero si ella lo es, entonces yo disfrutare con ella de la película. Porque eso es lo que se hace cuando amas a una persona.

La película la hace llorar y eso no me agrada, yo la acomodo en mi pecho para consolarla y demostrarle que siempre estaré para ella.

Después de ver toda la película cambiamos a una posición más cómoda. Yo la abrazo de la cintura y se siente muy bien, su pequeño cuerpo se amolda al mío, es como si estuviéramos hechos el uno para el otro.

Los dos nos dormimos, es la primera vez que dejó a alguien dormir a mi lado. Odiaba ser tocado, pero Morgan hace que esa regla se invalide.

Más tarde escucho la voz de la irritable hermanita que tengo, ella le dice a Morgan que yo debo irme, lo cual no es justo, pero es cierto.

No quiero irme de su lado, me hago el dormido y así consigo que Morgan convenza a Victoria de quedarme.

Lo que ninguna de ellas saben es que por hoy nadie vendrá, el guardia de la entrada era amigo mío y aunque me salió algo caro. Lo convencí de no molestar, mi plan había funcionado y me quedaría con Morgan.

Para terminar Victoria hace sus bromitas tontas, por todos los cielos tenemos 16 y 18. Y por más que me gustaría estar con Morgan, si ella no quiere no la obligaré a nada.

Continuo haciéndome el dormido, escucho a Morgan decirme que también quiere que esté bien, siento su dedo delineando mi rostro y aunque siento cosquillas trato lo más que puedo de aguantarlas. Porque me encanta cuando me acaricia.

Al final ella me besa y se vuelve a acomodar. Toma mi brazo y lo coloca en su cintura. Por primera vez duermo con ella, al final yo gané y todo se lo debo a kylie Wilson.

...****************...

A la mañana siguiente, siento a alguien levantarme.

—ya debes irte.

Miro al lado mío y Morgan está profundamente dormida.

— Victoria, ¿puedes por un momento no molestarme?

—debes irte Henry, porque nuestros padres vienen en camino.

—¡carajo!, había olvidado que el juego de exhibición sería esta misma tarde.

Me levanto con cuidado para no despertar a Morgan, pero me es imposible. Ella abre los ojos y voltea hacia donde estoy. Me sonríe y me da los buenos días.

Yo le respondo y le sonrió. —ya debo irme amor, tengo un juego de exhibición por la tarde y mis padres vendrán a verme jugar.

—está bien, yo tengo clases extras, pero prometo ir a verte jugar.

—esta bien, espero verte ahí cariño.

Los dos nos despedimos y yo me voy del dormitorio de las chicas. Para suerte mia por los corredores no hay nadie, al parecer todos se han ido a sus clases.

Salgo tranquilo y voy hacia el dormitorio de chicos, llego a mi cuarto y abro la puerta.

Veo unas maletas, al pie de la cama extra que está en la habitación, supongo que el chico coreano que estuvo conmigo en el curso pasado ha regresado. Así que no le doy mucha importancia.

Tomo mi ropa del armario y después voy a darme una ducha.

Me coloco el uniforme y la mochila, Morgan debe estar ya en clases. Así que no habrá necesidad de pasar por ella.

El día transcurre rápidamente, no he podido hablar ni mandarle mensaje a Morgan. Me la he pasado entre clases y también en el entrenamiento.

Odio cuando no puedo verla, no puedo usar teléfono en el entrenamiento así que no se nada de mi novia y tampoco del imbécil de su amigo. Le he mandado unas fotitos que de seguro le amargaran el día y no puedo saber su reacción.

Y todo por culpa del entrenamiento, por eso mismo he decidido que este es el último juego en el que estoy, mi graduación está cerca y después de eso me iré a la universidad.

Mi plan es jugar este último juego, ganar y decirle a mi padre que odio el rugby y que lo que realmente me gusta es la música.

Probablemente, tengamos una pelea, pero ya no me importa, siempre hice lo que el quería y cuando quería. Y está vez no le daré oportunidad de manejar mi vida. Tengo 18 así que soy lo suficientemente mayor para tomar el control de mi vida.

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