perfecta, perfección

Hasta este punto he entendido que no siempre puedo alcanzar la perfección, pero disfrutaré de cada caída y cada tropiezo hasta llegar a ella.

****************

Morgan

Después de despedirme de Henry, le mandé un mensaje y para desearle dulces sueños.

—y esa sonrisa en tu cara? Pregunto victoria. —no, mejor no me digas que creo saber la respuesta. —te lo pidió? Dime qué si por favor. Victoria hacia pucheros y tenía las palmas juntas suplicando para que Morgan le dijera la respuesta.

—Si, oficialmente soy la novia del chico más popular de esta escuela.

Mi cara estaba roja de solo pensar que Henry y yo estábamos en una relación.

¡—ahhahahhhh!!!!

victoria corrió rápidamente hacia Morgan y la abrazo, —tengo una cuñada!!!

Ella estaba tan emocionada hasta que por su mente apareció Kylie y ese fue el fin de su felicidad. Cuando terminaron el abrazo victoria observo a Morgan.

—¿ pero que pasa? Porque esa cara, anda ponte feliz, sabes cuántas estuvieron detrás de Henry y mira tu fuiste quien ganó, te aseguro que serás la envidia de media escuela.

 — si, no, no es por Henry es solo que acabo de recordar que mañana tenemos examen de física y yo no he estudiado nada.

—Morgan, tienes las mejores notas de toda la escuela no dejes que un examen de física te robe esa felicidad, sabes mañana saldremos tú y yo a festejar.

Ella no dijo nada le siguió la corriente a victoria, para que así victoria no sospechara nada, el único que sabía todo sobre su vida era Henry, ella había pensado en contarle todo a Victoria, puesto que eran compañeras de habitación, pero solamente no pudo, hablar sobre Kylie era muy doloroso.

Sobre todo porque solía verlo en sueños imaginando que si hubo un final para ambos...

Y cuando veía sus foto en las redes o cuando entraba y volvía a escuchar el único audio que el mando, la tentación de hablarle la invadía, pero el orgullo se apoderaba de ella impidiendo que ella lo buscará. Ya que siempre era ella quien lo buscaba y no él.

****************

Al día siguiente

— Buen día, princesa, nos vemos en la tarde. No podré pasar por ti, tengo entrenamiento.

Morgan se levantó al escuchar su móvil, vio el mensaje de Henry en la bandeja de notificaciones y contesto rápidamente.

—no te preocupes, iré con victoria. Te veo más tarde. Que tengas un lindo día 🫣

Henry no respondió, Morgan tampoco espero a que Henry lo hiciera, ella sabía que cuando él se ponía a entrenar no prestaba atención al móvil y en ocasiones hasta lo apagaba para poder concentrarse.

El resto del día fue como un día cualquiera, ella y victoria fueron a clases juntas. Morgan presento el examen de física y a la hora del almuerzo, se sentó con Victoria.

Todo se sentía diferente ella escuchaba a las demás chicas cuchichear entre ellas y mirarla, las miradas la ponían nerviosa. Ella trató de pasar desapercibida, hasta que una de las porristas la confronto.

—oye tú, Morgan ¿así te llamas?

—hola, sí, soy Morgan Lewis en que puedo ayudarte?

— no sé que es lo que vio en ti, pero déjame decirte una cosa... Henry Bradford es mío y nadie lo apartará de mi lado.

La porrista siguió su paso y golpeó a Morgan al pasar.

Después de decirle esas palabras a Morgan, ella se sintió preocupada, ya que justamente este tipo de problemas eran lo que ella quería evitar.

Se quedó parada unos segundos con su almuerzo en las manos hasta que de la nada sintió un par de brazos rodeando su cintura.

—¿necesitas ayuda, bonita?

Ella sonrió, Henry estaba detrás de ella.

—gracias, pero no, mi novio podría enojarse.

—que suerte la de tu novio, eres realmente hermosa.

Ella empezó a reírse, sentía la cara arder de la vergüenza que tenía, nunca se mostró en público con ningún chico y justo ahora estaba en medio de la cafetería coqueteando con el chico más guapo y popular de toda la escuela.

Sentía las miradas de las chicas sobre ella y eso le dio pánico, para Henry era probablemente algo normal, pero para ella todo esto era nuevo.

Henry tomo la charola que Morgan traía en brazos y la acompaño hasta la mesa en donde estaba victoria.

— solo espero que no se pongan románticos, no quiero devolver mi almuerzo.

—entonces será mejor que te vayas hermanita.

— ¡Henry Bradford! Morgan viene conmigo, ella es mi amiga. Declaró victoria a su hermano, lanzándole miradas amenazadoras.

—en mi defensa yo la conocí antes que tú, enana

A Morgan solo le causó risa ver a Henry y victoria, le encanta ver cómo esos dos hermanos se peleaban una y otra vez.

—que les parece si los dos salimos por la tarde. —henry victoria me invitó a ir de compras¿te gustaría venir con nosotras?

— ¡cielos!, me encantaría, pero... quedé con el entrenador de que está tarde tomaría el entrenamiento, las nacionales están a la vuelta de la esquina y no puedo fallarles. a penas me desocupé te prometo que iré a verte e iremos al cine juntos.

—está bien, no te preocupes en ese caso será una tarde solo para chicas.

Victoria levantó una mirada triunfante, ella había ganado está partida. Siempre quiso que su hermano tuviera una novia porque ella tendría con quién compartir todo. Su hermano era un bueno, pero era igual de aburrido que su padre y al ser hombre no podía hablar temas femeninos con él.

...****************...

Ese mismo día...

Las clases por fin terminaron, victoria y Morgan se dispusieron a ir al centro comercial como habían quedado, por otro lado, en ese mismo centro comercial andaba Kylie Wilson, el amor platónico de Morgan y la causa de todos sus problemas.

—¿te gusta este vestido?

Victoria se había probado como veinte vestidos y todavía no encontraba el que ella llamaba el elegido.

—me encanta. Morgan fingió felicidad aunque la verdad estaba cansada, el día había sido largo. Soporto que varias chicas la amenazaran y le repitieran una y otra vez que no era lo suficientemente buena para Henry.

Sentía que media escuela se había vuelto en su contra, y para ser sinceros era agotador tener que aguantar todo eso.

Sonrió al ver a victoria salir con un hermoso vestido floreado.

—sabes yo creo que deberías probarte esté, creo que quedaría mejor en ti. —Dijo victoria.

—está bien, por el momento no cuento con fondos suficientes para pagar ese vestido y dudo que pueda llevarlo.

—¡tonterías!, este lo pagaré yo. esto entra en los gastos de emergencia y papá lo pagará.

—¡¿qué?! La cara de sorpresa de Morgan sorprendió a victoria. —No, no puedes hacer eso me daría vergüenza, es decir...

—sin peros, me lo quitaré y lo probaras. Somos la misma talla así que no tendremos que pedir otro modelo a las señoritas.

—está bien, pero te lo pagaré a penas pueda.

—sabes que no hace falta, después de todo somos cuñadas.

Victoria entró a los vestidores y se quitó el vestido, al salir se lo dio a Morgan y la llevo a rastras al cambiador.

Después de unos minutos Morgan salió del probador con el vestido puesto.

— ¡estás hermosa!

Morgan se sonrojó al ver a Henry parado

—Henry, ¡viniste! Grito Morgan con emoción y se arrojó a los brazos del chico

— te dije que vendría y una promesa no se rompe jamás

—gracias, Morgan lo miro a los ojos y dejo un beso de pico en los labios de su novio.

—gracias a tu princesa, si no me hubieras dicho que si jamás me hubiera atrevido de decirte lo que siento.

— bueno, fue suficiente de las caricias, tórtolos es hora de irnos, mi misión aquí está cumplida y 15 vestidos me esperan en la caja de cobro.

—¡espera! Primero debo quitarme este vestido...

—oh, no te preocupes dejatelo puesto, el vestido está pagado.

—gracias victoria.

— sabes que te quiero Morgan, además por este tonto haría lo que fuera.

—gracias hermanita

Morgan y Henry salieron juntos de la tienda, ambos venían tomados de la mano. Victoria ya no venía con ellos, ya que había dicho que tantas compras le habían dado jaqueca, así que pidió un taxi y se fue a casa. Sus vestidos llegarían por paquetería a la casa de los Bradford así que no tendría que preocuparse por cargarlas.

—¿te gustaría comer un helado?

—si, si quieres puedo esperar ahí en la fuente.

Morgan señalo la pequeña fuente que se encontraba en medio del centro comercial, había bancas libres en las cuales la gente solía tomarse fotos, Henry asintió así que ambos bajaron las escaleras.

—espérame aquí te prometo no tardar

—está bien, tomate tu tiempo.

Después de dejar a Morgan en las bancas, Henry fue por el helado, él no podía dejar de sonreír, Morgan era bonita e inteligente, era perfecta.

Por otro lado, mientras Morgan esperaba a que Henry regresará se dedicó a revisar sus redes sociales, pero algo le hizo levantar la mirada y darse la vuelta. Una voz conocida le llamo la atención y la hizo ponerse de pie, ahí estaba el tocando con su guitarra la canción favorita de ella.

Cuando ambos se encontraron ninguno de los dos podía creerlo.

—¡Morgan!

Kylie sonrió, corrió hacia ella y la abrazo con fuerza.

Y todo se desvaneció para ambos, el centro comercial desapareció, las personas igual y por una sola fracción de segundo fueron Kylie y Morgan.

Ella no correspondió el abrazo, pero a lo lejos no fue lo que los ojos de Henry vieron...

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