14- Nuestra cita.

(Me levanto y escucho a mi tía renegar como ya es costumbre, pero ya no le doy importancia porque ella se queja mucho y creo que se queja más mientras estoy aquí, no sé si darle algo por estar aquí y con eso se calme tanta queja).

--Todo está muy caro.

--Ya basta o te escuchará Valeria.

--Bueno pues que sepa por qué tenerla aquí sale muy caro.

--Marta por favor mi hermano te dejo dinero para qué la cuidarás y ahora resulta que te estás quejando.

--Bueno ese dinero ya se acabó y es hora de que ella coopere con los gastos de la casa.

--Ella ahora no puede, está estudiando y no gana lo suficiente para aportar en la casa.

--Eso dices tú, porque desde que convive con ese señor ella ya tiene dinero y es más que justo que si le da dinero aporte en esta casa que al fin es donde gasta agua y comida.

--Baja la voz qué te va a escuchar.

--No me importa y así se da cuenta de que cuesta mucho mantenerla.

(Cuesta mucho mantenerme, sé que ella me da el desayuno y a veces ceno aquí, pero yo no sé si sea justo que ella me cobre por estar aquí siendo que mi padre le dejó dinero para eso y apenas ha pasado un mes y unos días).

--Hola tío, tía buenos días ya me voy.

--No vas a desayunar.

--No, compraré algo en el pueblo adiós.

(Salgo lo más rápido que puedo ya no me siento cómoda en su casa. Llego la clínica y todo normal. Salgo y me voy a casa del abuelo).

--Hola Omar.

--¿Estás bien?.

--Si, gracias por preguntar.

--Oye habrá una feria y yo, pues...

--Gracias Omar, pero ya tengo una invitación y no puedo quedar mal, pero quedamos otro día, vale.

--Si, si entiendo. Tu abuelo está dormido, al parecer tuvo algunos problemas al ver al comandante de la policía.

--¿Qué clase de problemas?.

--Discusiones solamente no te preocupes.

--Espero todo este bien... Me llamas si pasa algo más sí.

--Claro que sí.

--Adiós.

(Me voy a la casa de mi tía ya ni quiero llegar, pero creo que es tiempo de ir pensando en ocupar esa casa qué mi abuelo me ofreció. Entro y están todos en la sala ni siquiera volteo a verme cuando entro y me voy directo al cuarto. No entiendo que paso con esa tía amable y cariñosa que me recibió con amor y abrazos. Pienso que el dinero la cambio y ni modo tendré que darle las gracias por todo he irme... Por si las dudas empiezo a empacar y me encuentro unas papas y esa será mi cena, me pregunto si mi abuelo supiera de esto que me diría. Acomodó mis maletas bajo la cama y me acuesto a dormir. Es viernes es día de ver a Javier y mi sonrisa en el espejo se ve muy bien. Ya tengo ganas de verlo. Me alistó y bajo para solo saludar y salir huyendo de aquí).

--Buenos días.

--Buenos días.

(No me pregunto si iba a desayunar ni nada, está bien entre menos hablemos mejor. Llego a la clínica y él está ahí esperándome con un ramo de flores en la mano).

--Buenos días.

--Hola solo vine a traerte esto.

--Gracias... Son hermosas.

--Paso por ti a las siete

--¿Vendrás aquí por mí?

--Si o paso a casa de tu tía.

--Si, mejor en casa de mi tía por favor, me iré temprano para arreglarme, el señor Carlos ya sabe.

--Bueno entonces te veo más tarde.

(Huelen muy bien estas rosas rojas... Entro y me las llevo a la cocina y las pongo en agua).

--Son muy bonitas señorita, pero nos espera una cesárea para una Pug así que a cambiarse y te espero.

--Valeria hay alguien afuera que te busca.

--¿A mí?

--Sí, es el comandante de la policía.

--Ok, gracias.

(Voy a ver que quiere ese señor, me recorrió un escalofrío al saber que él me estaba buscando y a lo mejor nos vio platicando y viene a hacerme otra advertencia)

--Buenos días, señorita Valeria yo vine a darle esto.

(Mi licencia). Gracias.

--Yo voy a reparar su camioneta y quería avisarle que cambiaremos esa luz rota.

--Ok.

(Se va y me quedo helada porque no sé que paso aquí y ahora no sé qué pensar... Me asomo y él está con otros dos hombres y algo le están asiendo a la camioneta. Me da miedo ir más haya y el señor Carlos me espera).

--¿Todo bien?.

--Si.

--¿El vino a traerte la licencia?.

--Sí.

--¿Y está arreglando tu camioneta?

--Sí, si, ya sé eso es muy raro, pero mi abuelo tiene mucho que ver en eso.

--Si, lo ha de haber regañado.

--Eso creo, me voy tu marido me espera Ofelia.

--Sí, ve antes de que se ponga gruñón.

(Todo el día fue lento y solo fueron consultas de vez en cuando salimos a campo, pero es más en la clínica donde vemos pacientes).

--Ya es hora que te vayas.

--Si me voy tengo que llegar a alistarme.

(Salgo y me asomo no quiero toparme gente indeseable a mi alrededor y no hay nadie... Genial, no hay nadie y me voy para la casa de mi tía).

--¿Qué haces aquí? Es muy temprano para que estés en casa.

--Si, solo vine a cambiare, e ire a la feria.

--A! Si ¿Y con quién?.

--Con un amigo... Me voy a arreglar nos vemos más tarde... (Subo y ahora que me voy a poner, no tengo atuendos apropiados para una feria ganadera, pero creó que ir de botas no estará mal, botas unos vaqueros y camisa y estoy lista justo a tiempo para que él venga a buscarme. Lo alcanzo a ver a través de la cortina y él también va vestido casí igual que yo como si nos hubiéramos puesto de acuerdo para ir vestidos igual. Agarro una bolsa canguro y me la acomodo, quiero tener mis manos libres por si participó en los juegos. Bajo y mi tía está bajando la escalera).

--No me dijiste que saldrías con "Ese".

--Por eso no te lo dije.

--Recuerda que él es un asesino y tú puedes quemarte si te ven en compañía de "Él".

--Gracias por tu recomendación tía.

--Bueno solo quiero advertirte que si te ven con él, en el pueblo creerán que tú eres igual que él, si luego andan hablando mal de ti, pues, ya sabes por qué es.

--Si, gracias tía... Nos vemos más tarde... (En este pueblo solo saven advertir o que)

--Ya te lo advertí.

--Si, nos vemos.

(Salgo y lo veo de arriba abajo, se ve muy guapo, camisa pegada a sus brazos, sombrero, Jean azul y boto café, muy guapo el hombre).

--Hola.

--Hola, vámonos antes de que mi tía salga y me detenga.

--Sí.

(Él muy caballeroso me abre la puerta, es lindo eso, nunca había tenido tanta atención de un muchacho y menos de uno tan guapo como él, es rubio de piel blanca se parece un poco a Zac Efron, pero en alto y más guapo).

--¿Por qué dijiste que tu tía te iba a detener?

--Porque ella está preocupada de lo que va a decir de mí la gente mañana.

--Por mí... ¿Verdad?.

--Sí.

--¿Quieres regresar a tu casa?.

--!Estás loco! No... Si me quisiera quedar en casa te lo habría dicho antes de salir de ahí.

--Ok.

--A mí no me importa lo que la gente diga de mí o de ti, así que si quieren material para hablar, pues se los damos.

--¿De verdad no te incomoda eso?.

--No.

(Llegamos a la feria y empezamos a jugar, noto como él se siente incómodo al estar entre tanta gente y la gente se aparta cuando él está cerca de ellos, ¿Qué les pasa? Lo que paso ya paso hace mucho).

--Javier ¿Estás bien?.

--Yo, no me siento bien en medio de tanta gente.

--Bueno vamos a otro lado.

--Si, gracias.

(Nos vamos de ahí y me lleva a un mirador llevamos papas a la francesa, palomitas, sodas y unos Hot dogs. Nos comemos todo entre risas y buenas conversaciones, hablamos por horas de cualquier tontería, él está muy preocupado de hacerme reír y yo estoy con la duda si preguntar o no sobre su pasado).

--Oye.

--M.

--¿A qué hora dijiste que regresarías?.

--No le dije, pero antes ella ya me había dicho que llegara a más tardar a las diez... ¿Por qué?.

--Pasa de la una de la mañana.

--¿Qué? Me va a matar... Llévame a la casa por favor.

(Él me lleva a toda prisa a la casa de mi tía y está todo apagado. Me da miedo siquiera pensar que ella está adentro esperándome para darme una buena regañada por la hora).

¿Estarás bien?.

--Si no te preocupes nos vemos después.

--Si, hasta luego.

(Entro a la casa casi temblando por el miedo de enfrentar a mi tía y es que yo sé que es tarde, pero nunca llego tarde y siempre respeto sus horarios, hoy fue diferente y espero que entienda eso, me la pase tan bien con Javier que me olvide por completo del tiempo. Tengo miedo de su reacción con eso de que últimamente anda muy rara... Entrar me aterra).

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