Primeras estrellas de la noche.

Se adentraba la noche, el salón estaba lleno de hombres que ansiaban ver la nueva "mercancía", habían mujeres que acompañaban a sus amantes, jóvenes que eran llevados por sus padres para hacerse "hombres" como era costumbre en ese pueblo cada vez que un jóven cumplía cierta edad, también de personas que iban como simples espectadores; entre otros. Ya las chicas estaban atendiendo a los clientes, menos las que debían esperar a ser presentadas. Mientras tanto con cada minuto que pasaba Ana sentía que su corazón saldría de su pecho, sentía que el reloj se reía de ella. En el salón, Dorothy, les daba la bienvenida a los clientes y mandó a buscar a las chicas para presentarlas.

Lilian entró al cuarto y Ana estaba sentada frente al espejo, le dijo que debían dirigirse a la sala.

Lilian: ¡Vamos!

Ana: asiente.

Lilian: recuerda, haz todo lo que te digan, porque si algún cliente pone alguna queja a Dorothy te irá muy mal.

Entraron por un pequeño pasillo y llegaron a un cuarto muy pequeño, Ana oía los murmullos de las personas, ahí se encontraban las otras mujeres preparadas para salir, luego oyó a Dorothy decir: Ésta noche me place presentarles una nueva colección para que la disfruten.

Ana sintió asco de sólo oírla.

Dorothy: con ustedes las 3 primeras estrellas de ésta noche, estas despampanantes reinas vienen desde el otro lado del país dispuestas a complacerlos en todo.

Las mujeres salieron de manera lenta y sensual usando accesorios que poco dejaban a la imaginación, sonreían como si de una pasarela se tratara, eran muy bellas, con cuerpos perfectos, evidentemente habían pasado muchas veces por una sala quirúrgica. Las mujeres caminaron de manera seductora en medio de la sala, deteniéndose por segundos frente a cada mesa de manera sonriente y pícara examinando rápidamente a los clientes, ya tenían la suficiente experiencia para distinguir a los mejores.

Los gritos y aplausos de las personas eran ensordecedores, casi todos los hombres que allí estaban querían servicios de ellas, Dorothy al ver la demanda les dió la orden de que recorrieran el lugar y ellas mismas escogieran a sus primeros clientes, les regaló una hora para que comenzaran su labor. Dorothy pensó que ellas buscarían a los hombres más jóvenes y guapos del lugar, sin embargo, quedó estupefacta viendo que en cuestión de minutos ellas eligieron certeramente a unos hombres que tenían dinero, poder y que claramente no eran ni muy jóvenes ni muy atractivos, y se sentaron a hacer su labor. Extrañamente, minutos antes las mujeres intentaron entrar a la sala VIP, que estaba fuertemente custodiada por guardaespaldas, ellas dedujeron que había alguien muy importante, pero no les fué permitida la entrada, la sala para ser de ese lugar se veía muy lujosa, eso aumentó la curiosidad de las mujeres pero aquello era trabajo para otro momento. Aunque el bar no era un lugar lujoso estaba muy bien ambientado, demasiado bien para estar en un pueblo de zona minera dónde la mayoría de las personas andan siempre empolvadas por causa de su trabajo. Dorothy esperó que el público se calmara nuevamente para hacer la próxima presentación.