Cap 18. Ahora Ere Mia

-Para, me lástima

En el pasillo se escuchaban los sollozos de suplica de Olivia.

Brian, beso el cuello de Olivia que mordió su hombro, este enfurecido la ahorcó casi al punto de hacerle perder la conciencia...

Devoró su boca metiendo su lengua lacivamente dentro.

Abrió su piernas con las de él.

-¡Ahhhhh!

Grito Olivia sintiendo su fuerte embestida sintia su interior desgarrarse de dolor por su falta de preparación.

Apretó duró la mano de Brian, mientras era penetrada con tal brusquedad.

Sus lágrimas deslizaron por sus mejillas sintiendo repugnancia, sintiéndose usada como un trozo de cuerpo, quien también era el causante de la muerte de su tío.

Recordó a las muchas niñas llorando que miro en las grabaciones que no tubo el valor de mirar ningún completo por no soportar tanta aberración.

Recordó las palabras de Gissell:

-O te doblegas a él o te doblegará en el momento que se canse de este juego.

¡Cuánta razón!

su piel erizada, llorando entre hipo.

Perdida en su recuerdo con sus ojos cerrados.

-Mirame quiero que veas que es conmigo con quién estás.

-¡Ahhhhh!

Volvió a gemir de dolor.

-Ahora eres mía, solo mía.

Susurró Olivia al sentirse dentro de Olivia.

Olivia observando a Brian sobre ella entrando y saliendo con tanta precisión y nada de gentileza..

Olivia volvió a cerrar sus ojos queriendo hacer volar su mente lejos de aquel momento que pensó jamás llegaría.

Solo imaginandose cuántas más fueron obligadas en la misma condición, sus lágrimas corrían por el costado de sus ojos.

Su cuerpo se sacudía tras cada embestida hasta que lo sintió colapsar sobre su cuerpo con su respiración tan agitada

El cuerpo de Brian, convulsionó llegando al climax.

El salió de ella agarrándose dentro de su pierna, camino hacia la gaveta lanzandole la llaves de la esposa.

Ella se giro en la cama colocándose en posición fetal, con sus lágrimas recorriendo por sus mejillas, sintiéndose sucia, asqueada.

-Te espero en el baño en cinco minutos o volver por tí y no seré nada gentil.

Ella miró su espalda desnuda como si se tratara de una pesadilla ajena, se sentó con sumo cuidado porque su cuerpo dolía, liberó su mano aunque quiso mantenerse fuerte el nudo en su garganta, de sentirse vacía, sola, a la deriva hacia que sus lágrimas deslizaran por su rostro sin ningún esfuerzo, esa opresión en su corazón que sentía que la ahogaba.

-Tic, tac Olivia.

Alzó su mirada hacia la puerta donde se encontraba Brian hablándole, mientras hacía señal a su mano donde se encontraba su reloj. Los cinco minutos habían pasado.

Trago grueso al verlo caminar con un semblante enfurecido.

Apretó su mano levantandola de un solo jalón.

-No, por favor, me duele

Hablo con su voz quebrada de dolor, miedo, impotencia.

Brian se mantuvo por unos segundos observando sus marcas en su cuello, de su agarré, en su muñeca, su boca partida.

No quería que fuera de aquella manera, pues Olivia, le recordaba a Hilary, su gran amor, pero su Hilary, jamás se hubiese resistido a su toque, a sus caricias, pero en cambio Olivia si lo hacía, haciendo despertar su peor parte.

Quería ser diferente con Olivia, pero ella no le dejaba opción siempre dando guerra.

Cuando penso estar logrando su amor, esa mañana que estuvo a punto de entregarse a él, pero ahora había descubierto todo y no lo aceptaría bajo ninguna circunstancia por las buenas.

Ahora sería a las malas o las buenas si así ella lo quería ya no había regreso de página, si quería gentileza tendría que igual darla.

-¡Camima!

Habló con un tono neutro.

Brian observo en las piernas de Olivia, recorrer ese líquido bizcozo con sangre.

Hizo un gesto de dolor al sentirle el jalón de Brian.

-Muevete, vas a manchar el piso.

-Me duele.

Brian fue oído sordos a sus queja, la llevo a jalones hasta el baño metiéndole bajo la regadera.

Observaba como salía de entre sus piernas la sangre que se iba por el desagüe.

Brian tomo el shampoo aplicándole a Olivia, se dedicó a bañarla, con el jabón lo aplicó en cada parte de su cuerpo hasta llegar a su sexo sentio la calentura apoderarse nuevamente de su cuerpo.

Olivia lo miró nuevamente endurecido.

-¡No otra vez!

Susurró Olivia llorando.

-¡Me duele!

Brian la pegó a la pared

-Si, pusieras de tu parte no dolería.

Roso su endurecida erección entre sus piernas y su sexo.

Olivia coloco su mano en su pecho girando su cara a un costado, evitando mirarle la cara.

El agua caía sobre sus cuerpo.

Brian depósito un beso en su oído, frustrado golpio la cerámica por tener nuevamente deseo de hundirse en Olivia, pero conteniendo sus ganas por lo lastimada que se encontraba.

Olivia cerro sus ojos fuerte al sentir el golpe cerca a su cara, aterrada.

Él, sé voltio rápido dándole la espalda, solucionando el problema de su gran erección dentro de su mano, de una manera rápida y necesitado...

La enrolló en un paño, irritado, por mirar que seguía sangrando dentro de sus piernas.

La alzó como a un bebé dentro de sus brazos sacándola del baño, depositandola en la cama.

Llamo rápido por su teléfono a Úrsula, la ginecóloga de confianza que se encargaba del cuidado de todas sus muchachas, exigiéndole venir con urgencia a su casa...

Se acercó aún en paño, hacia la cama sentándose al lado de Olivia, besando su cachete.

-Vas a estar bien, no dejaré que te pase nada malo.

-¿Mas?

Susurró Olivia, Brian se alejo rápidamente comprendiendo la provocación de Olivia, que ni aún por su estado dejaba de mostrar resistencia.

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