Capítulo 16. Apoyo inesperado

Ambiente musical:(Flashlight -Jessie J) 

¿Cómo es que terminé reducida a ser un inconveniente? Sin querer recuerdo las veces que escuché esas palabras de Luis, y mi molestia es la única guía de mis pasos, como si las emociones fueron gríngolas para mis ojos de caballo desbocado, que solo necesita moverse para calmarse.  Así es como camino más de 2 horas hacia cualquier lugar sin dirección, y no es hasta que pequeñas gotitas de lluvia fría caen en mis brazos, que se calman mis pensamientos y reaparecen mis sentidos.

Ay su madre, ¿Dónde estoy? Como fue que pasé de la urbanización de casas distantes y calles estrechas a una ciudad de grandes avenidas abarrotada de negocios de comida y gente, entre el cielo nublado y la contaminación del aire, no se puede ver más que edificios y letreros luminosos.

Intento protegerme de la lluvia y esperar para devolverme sobre mis pasos, pero aun después de media hora, el clima no quiere mejorar. Empiezo a caminar de regreso, y nada se me parece familiar. Pienso en llamar al Sr. Kim, pero no le quité su número de teléfono cuando me bajé del carro. Se empieza a sentir el frío y el atardecer parece caer más rápido conforme camino, así que sin que me quede opción llamo a JK, aunque sé bien que está trabajando.

El celular repica varias veces y me manda al buzón, debe estar ocupado, pienso. Es mejor que trate de volver por mi cuenta.

Sigo caminando sin sentido ni rumbo cuando una moto de delivery casi me atropella al cruzar una avenida, termino sentada en el suelo mojado y con el tobillo torcido, el muchacho se detiene a ayudarme y le pido que se vaya cuando me pongo de nuevo de pie. Cuando crees que todo va mal, siempre puede ir peor, reviso el celular y me estoy quedando sin batería.

Hago mi último intento de comunicarme con JK y después de varios repiques contesta Jimin

- Hola Nuna. JK está ocupado en una prueba vocal\, quieres que le deje un mensaje.

- Puedes decirle que me perdí caminando y me doblé el tobillo\, no puedo caminar muy bien\, no sé cómo volver.

Él no habla tan bien el inglés y en mi desespero quizás confundí algunas palabras.

- Me lastimé y no sé cómo regresar.

- Nuna no te entiendo\, ¿volver a dónde? ¿te lastimaste? – RM le quita el teléfono.

- ¿Qué te paso? – Dice seco\, me da una patada en el hígado que sea el único entre todos que me entienda bien\, pero estoy desesperada.

- Estoy perdida y me lastimé el pie. Se va a apagar el celular ¿Puedes ayudarme?

- ¿Dónde estás?

- No lo sé\, es una gran avenida\, casi todo está en coreano. Me vine caminado desde la casa de JK.

– El celular empieza a pitar, anunciando que inminentemente se va a apagar.

- Necesito que trates de leer el nombre de algún letrero o una señal de tránsito.

- Itaewon-dong\, dice por todas partes. Espera\, Hoenamu-ro - Puedo leer en un letrero de la calle. ¿Sabes dónde es? ¿Hola\, hola\, me escuchas?

El teléfono se apagó.

Como yo lo veo tengo 2 opciones, o sentarme a llorar y esperar que alguien se apiade de mí o tratar de buscar ayuda y el camino de vuelta. Siempre fui la persona que esperaba que la rescataran, pero de un tiempo para acá estoy luchando por ser mi propio salvavidas.

Piensa Rosa, piensa, que había a tu alrededor cuando caminabas, la gente pensará que estoy loca porque cierro los ojos bajo la lluvia y trato de recordar.

Recuerdo que caminé de bajada y olía a leña, quizás comida de horno, y estaban construyendo en una calle cuando empezó a llover. Busco el edificio en construcción y sigo calle arriba, una tarea nada fácil mientras cojeo. Siento una gran alegría cuando veo el restaurant al que fui con Sofy y lo chicos.

Lamentablemente, lo que antes me tomó 2 horas ahora se está acercando al doble, el pie lo tengo muy hinchado y debo buscar donde sentarme, gracias a Dios ya no llueve, pero tengo hambre, dolor y estoy muy cansada. ¿Será que si voy a poder regresar?

- ¿Qué tan tonto se tiene que ser para no quedarse en el lugar de donde se pide ayuda? Dice RM entrando a la plaza.

- Nam viniste\, en serio viniste– Me alegra mucho ver a alguien conocido\, así que me levanto de la banca y le doy un abrazo\, sin querer se me aguan los ojos\, me separo para que no me vea llorar\, pero me duele mucho el pie y vuelvo cojeando a la banca\, restregándome la cara como una niña.

- Estás empapada.

- Es que llovió mucho\, disculpa si te mojé la ropa\, digo con vergüenza bajando la cara\, parezco un pollito remojado.

-Ponte esto – Me coloca su abrigo en los hombros y me sorprende su amabilidad – Hay frío.

- ¿Cómo me encontraste?

- Ya habías venido a este mirador y dijiste que te dejáramos viviendo aquí.

 No sé si llorar de la alegría, de la tristeza o del dolor en el pie, pero sus palabras me reconfortan.

 - ¿Nos vamos? – Pregunta él y yo niego con la cabeza apenada.

 - Estoy esperando que se me seque la ropa. No quiero generar más “inconvenientes” – Le cuento como fue que terminé molesta, perdida, mojada y casi atropellada.

Me sorprende lo atento que es para escuchar. Hasta le cuento un poco como era mi vida antes y lo que me pasó.

- Te entiendo – dice cuando termino de hablar – Yo también he estado atrapado en una imagen del deber ser\, a la gente se le olvida que somos humanos\, pero estamos diseñados para equivocarnos.

- ¿Crees que todo esto es un error? – Le pregunto viéndolo a los ojos\, por su manera de expresarse\, parece una persona que ha tenido que cargar con el peso del mundo en sus hombros\, y es fácil ver que esa es una tarea titánica y agotadora.

- El error fue bajarte como loca de un carro\, sin saberte la dirección de la casa o el número del Sr. Kim. – Se ríe\, me acompaña un poco más viendo el paisaje en silencio.

- Nam\, ¿dónde quedaron las montañas? ¿Por qué de noche se oculta la naturaleza y solo queda la ciudad? Pregunto más para mí misma que para él.

- El mundo es el mismo con o sin luz\, todo está ahí\, aunque no lo veas.

- Es cierto. Oye\, gracias por ayudarme hoy\, pensé que no lo lograría.

- No creo que haya algo que no puedas hacer. De todos modos\, vamos al hospital para que te revisen el pie después a comer\, debes tener hambre. – Se pone de pie y me ayuda a caminar.

- Mucha\, podría comerme un elefante. ¿Me vas a dar la mano si me pongo nerviosa en el hospital?

- ¿Tú nerviosa? Si eres buena actriz – Lo miro sin entender – Por lo que dijiste en el Live\, creo que fue genial\, me lo creí todo\, hasta yo voy a querer que me enseñes un rap en español para L-Army.

- ¿En serio? Puedo hacerlo si quieres\, hay muchos raperos latinos geniales como Canserbero\, Residente…

- Buenas noches – Dice JK extrañado\, viéndonos a RM y a mí reír viendo en la TV de la sala - ¿Qué hacen?

- Vemos un circuito de rap\, hay freestyler latinos y asiáticos. – Le digo de lo más cómoda con el pie elevado en un cojín envuelto en una férula de yeso.

- ¿Qué te pasó? – Pregunta serio acercándose- Jimin dijo que pasó algo\, pero no estaba seguro\, me vine justo al terminar de grabar.

- No es nada\, solo me tropecé.

- Tenías que avisarme\, justo para eso es el teléfono.

 - Te llamé, pero me dijeron que estabas ocupado y Nam me ayudó.

- Gracias Hyung – Le estrecha la mano.

- No hay problema\, creo que ya debo irme. Se me fue tiempo y ya es tarde. – Se pone de pie para irse.

- No olvides que cuando me quiten esto te enseñare a bailar salsa y merengue – Me levanto con dificultad y le doy un abrazo\, no me importa que él no me abrace de vuelta – En serio muchas gracias por lo de hoy.

- Si bueno\, que te mejores. – Se va.

- ¿En serio estás bien?

- Sí\, de verdad\, en una semana puedo quitarme esto del pie. No voy a negar que la reunión de esta mañana me apagó las luces\, pero aquí estamos todavía. – Lo beso y me carga para llevarme a la habitación.

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