La firma del contrato.

Ya era el inicio de semana, otra semana laboral comenzaba me preparé para la firma del contrato por la mañana y algunas reuniones por la tarde. Ya que por la noche íbamos a dar un brindis por el cierre de contrato con la empresa de Dyen Zu el negocio que tanto mi Jefe como yo estábamos esperando desde hace algún tiempo.

Por la mañana al llegar a mi oficina estaba muy ansiosa y emocionada, Arreglé algunos papeles pendientes del día anterior y me fui a la oficina del jefe a esperar al presidente Dyen Zu.

Porque allí se iban a firmar los papeles, al momento que entró por esa puerta era como si el tiempo hubiera pasado en cámara lenta cada paso que daba reflejaba una seguridad en él, su forma de vestir, su porte simplemente nadie podía opacar a ese hombre.

Después de platicar y tomar café se firmó el dichoso contrato, Ya el presidente Zu se iba a retirar.

__Jefe; Hasta luego presidente Dyen Zu. Un honor poder trabajar con usted desde hoy. Nos vemos el brindis.

__Dyen Zu; también es un placer trabajar con ustedes nos vemos.

Luego se dirige hacía mí.

__Dyen Zu; Productora Sol Espero poder verla en el brindis.

(Yo estaba impactada me estaba diciendo que quería verme, wow estaba muriendo de emoción) y con una gran sonrisa que no podía ni disimular le dije.

__Sol; Con gusto presidente, ahí estaré.

El se despidió de mi jefe estrechando su mano y también me la estrechó a mí. Y sí volvió a suceder, aquel mismo cosquilleo que sentí la primera vez que toqué su mano la estaba sintiendo de nuevo, mi cara lo decía todo, él sin decir nada me devuelve la misma mirada extrañado como si estuviera sintiendo lo mismo. Solo que está vez duró para soltar mi mano.

En el transcurso de esos segundos que parecieron eternos, ahora el de las lágrimas había sido él. Y sin decir una sola palabra se fué.

¿Porqué me sucedía esto cada vez que le tocaba la mano?, o ¿porque yo sentía que a él le pasaba lo mismo que a mí?, En fin eso ya no importaba porque lo cierto es que estaba muy feliz ya iba a poder verlo mas a menudo. también lo vería esta noche por el brindis ya no cabía más felicidad en mi. Lo que si me pareció raro fueron sus lágrimas pero como todo lo que pasaba a mi alrededor no era normal simplemente decidí ignorarlo.

Al final se había acabado el horario laboral, y llamé a mi amiga Lin para ir a comprar el vestido para el brindis.

Llegamos al centro comercial tomamos café y nos pusimos en busca del mejor vestido, después de algunos minutos buscando uno realmente llamo mi atención, era un vestido largo, con una abertura en la pierna de color azul marino y un escote de corazón que realmente deslumbraba. Sin pensarlo dos veces lo compré quería verme bella y ya era hora de irme a arreglar.

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