Capitulo 7

Enrique al igual que todos ha escuchado sobre los alcances de Alessandro, su crueldad para con sus enemigos, claro que sí, Alessandro es un hombre despiadado, frio hasta helar los huesos, sin corazón y como culparlo su madre murió cuando era un niño, su padre se casó nuevamente y se olvidó de su hijo mayor, ha tenido que abrirse camino solo en el mundo, su abuelo lo apoya pero ya no es tan fuerte como antes, así que Alessandro desde siempre supo que si quería algo debía luchar por ello con todo, eso poco a poco lo convirtió en el hombre frio y desapegado que es hoy en día, también al haber recibido desprecio de su familia, el da lo mismo al mundo, ¿cómo podrá vivir Isabella con un hombre como él?, esa es la más grande preocupación de Enrique, pues también conoce muy bien el temperamento de Isabella y no es de las que le gusta que le ordenen nada, está seguro que en cualquier momento van a chocar y no sabe que le pueda hacer Alessandro si ella le lleva la contraria o que pueda hacer ella, pues tampoco ella es una perita en dulce.

Isabella se queda pensando un poco, Enrique tiene mucha razón, si Alessandro quiere que viva en la mansión lo más seguro es que sea para vigilarla de cerca, si eso pasa en algún punto podría descubrir algo, pero, ¿Qué puede hacer?, además era lo que ella buscaba acercarse lo más posible a los Castillo, pues ahora podrá hacerlo, de hecho no hay mejor forma que esa, será un reto, claro que sí, pero no se va a rendir cuando ya dio el paso más importante, no puede matar el tigre y asustarse con el cuero, debe hacerles frente a sus decisiones.

Una vez logre su objetivo, verá que hacer con Alessandro, no cree que el de verdad quiera cumplir a cabalidad con su trato, ¿o sí?

No, no es posible, de todas formas, ella aún tiene un as bajo la manga, para cuando llegue el momento. Por ahora se obliga a salir de sus pensamientos para dirigirse a Ernesto.

- Tito, recuerda que mi nombre es Aria, no puedes llamarme Isabella, si alguien te escucha entonces si estaremos en problemas. – Le recuerda Isabella recomponiéndose, debe ir a empacar sus cosas, ya que en cualquier momento llegara Pedro a recogerla y debe estar lista, sabe que a Alessandro no le gusta esperar, eso fue lo primero que le dijo Pedro, cuando la llamo la primera vez.

- Perdón hija tienes razón, es que estoy muy preocupado, ¿Qué harás? – se disculpa Enrique, sabe perfectamente que Isabella tiene razón, no puede llamarla por ese nombre o de verdad estarían en peligro.

- Qué más puedo hacer Tito, enfrentar la situación, si Alessandro quiere que viva en la mansión eso hare. – Declara segura Isabella, preparando su maleta.

- ¿Estás segura? – Inquiere Ernesto, no puede dejar de preocuparse.

- Si querido Tito, tú no te preocupes, por favor cuida de mama y de ti, mientras no estoy. – Le pide Isabella, que iluso de su parte pensar que sería sencillo tratar con Alessandro, debió saber que algo así pasaría al firmar aquel trato.

Flashback

- ¿Por qué? – Pregunta Isabella con total perplejidad, recibiendo una sonrisa de lado por parte de Alessandro.

- Sencillo, como sé que estas enterada, mi abuelo me está presionando para casarme, pero lo que más odio es que me presionen o intenten coaccionarme, así que si me voy a casar yo decidiré con quien y en qué condiciones. – Anuncia con tranquilidad Alessandro.

- Eso pudo entenderlo, ¿pero entiendes lo que implica lo que dice al final? – Cuestiona serenamente Isabella, observando fijamente a Alessandro.

- Claro que lo entiendo, ¿Por qué?, ¿no estás de acuerdo? – Le regresa la misma mirada Alessandro.

- ¿Qué pasa si digo que no? – Consulta Isabella.

- Fácil, no hay trato. – Responde indiferente Alessandro.

Isabella sigue observándolo, ¿es acaso una prueba? Se pregunta, pero si no lo es, las dudas rodean su cabeza mientras el silencio se va haciendo más largo, ese no era su plan, pero era muy ingenuo de su parte pensar que Alessandro iba a seguir sus planes al pie de la letra, pero, aunque considero que seguramente el plantearía sus condiciones, nunca se imaginó que su única condición fuera esa.

- ¿Estás seguro de esto? – Pregunta por último Isabella.

- Siempre estoy seguro al cerrar un trato. – Declara Alessandro con superioridad. – La pregunta es, ¿Estas dispuesta tu a aceptar mi condición? – Interroga Alessandro con una medio sonrisa, Isabella ya se la ha visto en algunas ocasiones y puede ver como se divierte con sus emociones, le encanta tener el control de la situación está segura.

- Estoy dispuesta. – Declara Isabella, como acto de valentía toma el documento y lo firma, no se piensa dejar intimidar por ese hombre frente a ella, de hecho, no está segura de nada, es una locura lo que está haciendo, pero si esta tan cerca de sus objetivos, porque dudar, ya tendrá tiempo para solucionar este impase o por lo menos eso cree ella.