Capitulo 8

...Aziel....

Désde entonces, no he dejado de pensar en mí ex-mujer.

Cada vez que despierto, camino hacia la cocina en busca de la que alguna vez fue mí esposa. Pero, en lugar de eso, ahí siempre encuentro a Dakota.

Y, aunque yo la traje a vivir aquí, todavía no me acostumbro a verla a ella.

Dakota siempre se pasea por la casa en ropa interior. Y en las mañanas, está desnuda.

Es una vista sexy, no lo voy a negar.

En el pasado habría muerto por volver a verla así y hacerle el amor desenfrenadamente.

Pero ahora, al verla así, no me parece correcto.

—Dakota, ve a vestirte, por favor. –Hablé con calma–.

Ella se me acercó, caminando de forma sensual.

Pegó su cuerpo desnudo al mío, comenzando a besarme.

No soy idiota, sé lo que quiere.

Y me encantaría poder dárselo, pero no puedo.

Porque ahora, cada vez que veo sus ojos, sólo puedo recordar a mí ex-esposa.

—Ahora no. –La aparté–. Tengo que ir a buscar a mí hijo.

Ante mis palabras, ella frunció el ceño.

Sabía que ella no quería tener hijos. Es por eso que no le agradaba cuando le hablaba de Calen.

Pero, no puede importarme menos.

Apesar de mí negativa inicial ante el embarazo de Aspen, amo demasiado a mí hijo como para pensar si quiera en hacerlo aún lado.

Ni si quiera la dejé responder, salí de casa. Subí a mí coche y fuí rumbo a la casa de mí ex-esposa.

Estaba nervioso, ansioso, temeroso.

No la había visto desde aquél día en el hospital y, de eso ya habían pasado alrededor de tres meses.

<<¿Cómo se verá?>>

<<¿Me extraña?>>

<<¿Ella también piensa en mí?>>

<<¿Volverá a mirarme con amor cuando me encuentre en su puerta?>>

Todas esas tontas preguntas inundaban mí mente.

Me sentía como un completo idiota.

La mujer por la que ahora estoy suspirando, es la misma mujer que traté como basura.

Aún debo estar con emociones encontradas por el regreso de Dakota. Sí, debe ser eso.

...****************...

...Aspen....

Han pasado varios meses desde que me dí mí propio lugar.

Y, debo admitir que nunca he sido más feliz de lo que soy ahora.

Luego de haber comprado mí nueva casa, me quedó algo de dinero, el cuál sumé con unos ahorros que tenía ocultos en caso de emergencias.

Sumando todo, daba una suma bastante buena.

Con ese dinero, decidí alquilar un local y así, poder abrir un pequeño lugar de comidas. No tiene que ser grande, sólo debe ser acogedor y bonito.

Por suerte, encontré el lugar perfecto en medio de la ciudad. El local estaba algo abandonado, así que logré que bajaran un poco el precio.

Así que ahora estoy feliz. Comenzando el proyecto de mis sueños.

Mientras miraba precios para futuras compras del local, el timbre sonó.

Sabía perfectamente quien era, mantuve la calma ye acerqué a abrir la puerta.

Y ahí estaba él.

Aquél hombre que siempre amé.

Aquél hombre que nunca me amó.

Aún se veía guapo, lógico. Aunque también pude ver ojeras oscuras bajo sus ojos. Al parecer no ha podido dormir.

<>

Eso fue lo que pensé, pero rápidamente arrojé ese pensamiento a la basura.

—Aspen... –Su voz salió en un susurro, cargado de melancolía–.

Me sorprendió escucharlo dirigirse a mí de ese modo.

Porque no hay forma de él me hable de forma tan amable y anhelante.

Debió haber sido mí imaginación. Si, seguro fue eso.

No le devolví el saludo, al contrario, sólo llame a nuestro hijo para que viniera al encuentro con su padre.

—¡Amor! ¡Ven, cariño, papi está aquí! –Llamé a Calen y rápidamente lo oí correr hacia nosotros–.

—¡Papi! –Exclamó, arrojándose a los brazos de Aziel–.

Ví como mí ex-esposo sonreía y abrazaba a nuestro hijo.

Algo que reconozco es que, apesar de todo, Aziel siempre amó a nuestro pequeño.

Debido a ésto es que no he comenzado una guerra por la tenencia.

Sé que eso lo destruiría, a él y a nuestro hijo.

Y aunque tengo odio hacia Aziel, nunca le haría algo tan horrible.

—Sólo puedes tenerlo hasta que anochezca. –Le informé y él frunció el ceño–.

—Se supone que debe pasar el fin de semana conmigo. –Me recordó–.

—No, eso no va a pasar. No voy a exponer a mí hijo a esa bruja que llevaste a tu casa. –Sentencié y sus ojos se oscurecieron–.

Es evidente que odia la forma en la que me estoy refiriendo a Dakota. Pero, no puede importarme menos.

—Es mí hijo y ella es mí prometida, si quiero que se conozcan van a...

—No. –Lo interrumpí–. Escúchame y que te quede bien en claro, Aziel Bradford, mí hijo no va a estar cerca de ningún Voinescu. –Aclaré, ganándome una burla de mí ex-esposo–.

—Estás siendo irracional, mujer. Tú eres una Voinescu. –Comentó con obviedad–.

Negué.

—Te equivocas, ahora soy una D'Oggioni. –Remarqué–. Y no quiero ver a Calen cerca de ningún Voinescu. Ya suficiente tengo con tu estúpida familia cerca de mí hijo. –Me crucé de brazos–.

Él estaba en shock.

—¿D'Oggioni? ¿De qué estás...? –No lo dejé terminar–.

—Y más te vale hacerme caso, a menos que quieras una lucha por la tenencia.

Pude ver cómo sus ojos se llenaban de incredulidad e irritación.

Estoy segura de que quería arremeter contra mí. Pero, sorprendentemente, guardó silencio y asintió ante mí órden.

—Entiendo... –Murmuró entre dientes–. Lo traeré a las ocho. –Avisó, mientras tomaba a nuestro hijo en brazos–.

—¡Adiós, mami! –Calen me sonrió con su preciosa expresión inocente y dulce–.

—¡Adiós, amor! –Lo despedí–.

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...¡¡¡Esoooo Aspeeeeennn!!!...

...¿Qué les pareció el nuevo capitulo? ¡Déjenmelo saber en los comentarios! Los estaré leyendo ;)...

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